Según las narraciones islámicas, el Imam Hasan (P) nació en Medina el 15 de Ramadán del tercer año de la hégira (625 D.C.). [1]
El aniversario de su nacimiento, es un día muy virtuoso en el calendario islámico, y es muy recomendable en este día dar limosna y caridad y también ayudar a los pobres siguiendo la buena conducta del Imam (P). [2]
La historia del nacimiento del Imam Hassan Muytaba (P)
Cuando la honorable Señora del Islam, Fátima al-Zahra (la paz sea con ella) dio a luz a su hijo Hassan, le dijo al Imam Ali (la paz sea con él) que eligiera un nombre para este niño, y entonces el Imam (P) envolvió al niño en una túnica blanca y lo llevó ante el Profeta (PBD) para que él le eligiera un nombre.
Se ha narrado que aquel día, el arcángel Gabriel descendió de los cielos y lo saludó de parte de Dios Todopoderoso y luego dijo: “Oh Mensajero de Dios, ciertamente el ejemplo de Ali (P) para ti es como el de Arón para Moisés, por lo que nombra al niño Hassan.” Y el Mensajero de Dios (PBD) lo llamó Hassan. [3]
Los nombres Hasan y Husain son las formas árabes de dos nombres “Shabbar y Shubair que fueron los nombres de los hijos de Arón, hermano de Moisés (P). Los nombres Hasan y Husain eran sin precedentes entre los árabes hasta aquel entonces.
El Imam Hasan (P) pasó siete años de su vida al lado del Profeta (PBD). Él también estuvo con el Profeta (PBD) en muchos eventos después de la hégira, entre ellos, el evento de Mubahala. El Imam Hasan (P) fue una de las personas a las que se dirigió el Profeta (PBD) en el hadiz al-Kisa, y la aleya de Tathir fue revelada acerca de él y su familia. Estaba presente en el Pacto de Rizwan y juró lealtad al Profeta (PBD) en este evento. Él (P) y su hermano Husain (P) estuvieron presentes en el funeral del Profeta (PBD).
Hasan (P) participaba en las reu n i o nes del Profeta (PBD) y memorizaba lo que se le revelaba a él y se lo contaba a su madre Zahra (P). Después del fallecimiento del Profeta (PBD), cuando el califato fue reclamado por otras personas en el evento de Saqifa, el Imam Hasan (P) junto con su padre el Imam Alí (P) y su madre Fátima al-Zahra (P), iba a las casas de los compañeros del Profeta (PBD) para recordarles el evento de Gadir y el hecho de que el califato, según la voluntad del Profeta (PBD), pertenecía al imam Alí (P).
El Imam Hasan Muytaba (la paz sea con él) tenía una personalidad prominente y atributos distinguidos, [4] y aunque todos los atributos de ese Imam eran buenos, tres de sus atributos tenían una prominencia especial. [5]
El Imam Hasan (P), el campeón de la Batalla de Yamal
La Batalla del Camello, un enfrentamiento épico en la temprana historia del Islam, fue un crisol de fe, política y valentía. En el centro del conflicto se encontraba el Imam Ali (P), el Comandante de los Creyentes, y la figura desafiante de Aisha, quien lideraba una facción rebelde contra su liderazgo.
Antes de que las espadas chocaran en el campo de batalla de Yamal, el Imam Ali (P) había agotado todos los medios para evitar el derramamiento de sangre y guiar a su pueblo por el camino correcto. Sin embargo, cuando la guerra se hizo inevitable, la compasión y la diplomacia debían dar paso a la firmeza. La debilidad solo alimentaría la rebelión y llevaría a la perdición a muchos.
La batalla se desató como un torbellino de caos, con el pueblo extraviado, cegado por la propaganda de los enemigo del Imam (P), luchando en densas formaciones alrededor del camello de Aisha. Este animal, servía como centro de mando y símbolo de la rebelión, por lo que era el blanco de todos.
En medio del fragor, el Imam Ali (P) se lanzó a la refriega, luchando con un coraje inigualable. Su valentía era legendaria, pero su exposición en las líneas enemigas causó preocupación. Desaparecía entre las filas adversarias, un guerrero solitario en un mar de hostilidad. (Las crónicas históricas, con su meticulosidad, destacan que ningún otro califa sunita se atrevió a exponerse de esta manera en el campo de batalla).
Malik Ashtar, el leal lugarteniente del Imam (P), sintió un gran temor al ver a su líder arriesgar su vida. Preocupado por la seguridad del Imam, pero temiendo desafiarlo directamente, se dirigió al Imam Hasan Muytaba (P), el hijo mayor de Ali (P). "Temo por la vida del Comandante de los Creyentes", susurró Malik, "pero no me atrevo a hablarle. Por favor, pídele que retroceda y nos permita luchar en su lugar".
El Imam Hasan (P), con la misma devoción que su padre, se acercó al Imam Ali (P) y le rogó: "Padre, permítenos luchar por ti". El Imam Ali (P), concentrado en la batalla, no prestó atención y regresó al fragor de la lucha por segunda vez. El joven Imam Hassan (P) volvió a suplicarle, pero la respuesta fue la misma. Finalmente, en un acto de desesperación y amor filial, el Imam Hasan (P) intercedió con una promesa sagrada: "Por el honor de mi madre, Fátima Zahra (P), te ruego que nos permitas ir al combate en tu lugar".
El nombre de Fátima Zahra (P), la hija del Profeta (PBD) y símbolo de virtud y sacrificio, resonó en el corazón del Imam Ali (P). Ante esta súplica, detuvo su avance. "¡El camello de Aisha debe caer!", declaró, "mientras ese animal siga en pie, la resistencia del enemigo perdurará".
El Imam Ali (P) llamó a Muhammad Ibn Hanafiya, otro de sus hijos. Le entregó la bandera y le encomendó una misión crucial: "Entrega tu vida por Dios, mantén la firmeza y ataca el camello, cortándole las patas". Muhammad Ibn Hanafiya, con el corazón lleno de fe, se lanzó a la carga. A pesar de su valentía, la densidad de las filas enemigas y la feroz protección que rodeaba al camello le impidieron alcanzar su objetivo. Exhausto y herido, se retiró.
Entonces, el Imam Ali (P) tomó la bandera y se la entregó al Imam Hasan al-Muytaba para que completara con esta misión. Con una determinación inquebrantable y un coraje sobrehumano, el Imam Hasan (P) se abrió paso entre las líneas enemigas. Rompiendo la barrera de acero, se enfrentó cara a cara con el camello y, con un único y certero golpe de espada, cortó sus patas. El camello se desplomó, y con él, la moral del ejército de Aisha. La rebelión se desmoronó, y la victoria, finalmente, se inclinó del lado del Imam Ali (P).
A pesar de la traición y la animosidad que Aisha había demostrado, el Imam Ali (P) demostró su grandeza. A pesar del peligro y de la sed de venganza de su ejército, ordenó que Aisha fuera escoltada de manera segura a Medina, protegida por cuarenta mujeres, un testimonio de su compasión y su compromiso con la justicia, incluso en medio de la guerra. [Ver: Nahyul Balaga, sermón 11]
El Imam Hasan Muytaba (P), un ejemplo de la paciencia y la tolerancia
La paciencia del Imam Hassan Muytaba (P) fue extraordinaria, [6] fue un ejemplo de la paciencia y la resistencia frente a los problemas, para los musulmanes. [7]
La tormenta de duros acontecimientos, la traición y la infidelidad de sus compañeros, la influencia de los hipócritas en las filas de su ejército, la crueldad de los omeyas, todos fueron parte de las dificultades que el Imam soportó durante su Imamato. [8]
La influencia de los espías y agentes de Mu'awiyah entre el ejército del Imam fue tan severa que los historiadores escriben que una vez el Imam Hassan (P) fue atacado con una daga por uno de sus propios compañeros mientras rezaba, [9] y otra vez por algunos guerreros de su propio ejército invadieron su carpa e incluso quitaron la alfombra desde abajo de los pies del Imam. [10]
La traición de los compañeros del Imam (P) fue tan grave que algunos líderes y comandantes del ejército del Imam (P) le escribieron una carta a Mu'awiyah diciendo que estaban listos para entregar al Imam Muytaba (P) con manos atadas o incluso matarlo. [11]
El Imam Hassan Muytaba (P) cuando vio que la guerra en esas circunstancias especiales no hubiese resultado en nada más que derramamiento de sangre no veía otra opción que aceptar el tratado de paz. por otro lado, el enemigo había sobornado a los líderes de las tribus que estaban en el campamento del Imam Hasan (P) y las bolsas de oro habían cegado los ojos de algunos comandantes del ejército del Imam hasta tal punto que habían escrito una carta a Mu'awiyah diciendo que estaban listos para matar al Imam (P).[12]
Incluso, después del establecimiento del tratado de paz, los así llamados compañeros del Imam (P) y los enemigos siguieron su hostilidad con el Imam (P), y los cobardes de la gente quienes obligaron al Imam a aceptar el tratado de paz protestaron ante el Imam de varias maneras, [13] y por lo tanto el Imam Muytaba (P) tuvo que soportar todos estos problemas. [14]
En cuanto a la tolerancia del Imam, la historia del Imam Hassan Muytaba (P) y el hombre sirio también es muy famosa. [15] Un día, un hombre sirio vio al Imam Hassan (P) en las calles de Medina, y comenzó a maldecirlo e insultarlo. El Imam se acercó hacia él y lo saludó con una sonrisa en su cara y dijo:
“Oh estimado hombre, creo que usted no tiene conocidos en esta ciudad. Si necesitas algo te lo daré, si necesitas que te guíen, te guiare, si tienes hambre te doy de comer, y si te han expulsado de algún lugar te daré refugio, y te daré lo que necesites. Si aceptas mi invitación y vienes a mi casa y te conviertes en mi invitado, te recibiré hasta el día que vuelvas (a tu ciudad).” [16]
El hombre sirio, el cual se había convertido en enemigo de Ahlul-Bait (P) debido a la mala propaganda de Mu’awiya, fue así guiado por la paciencia y el trato apropiado del Imam (P). [17]
El Imam Hassan (P); la manifestación de la generosidad
El Imam Hasan era tan generoso que a veces pasaba todo su tiempo con los pobres y necesitados. [19]
El Imam (P) fue conocido con el apodo “Karim Ahlul-Bait” (generoso del Ahlul-Bait). Dos veces durante su vida, dio toda su riqueza en el camino de Dios, y tres veces repartió la mitad de su riqueza a los pobres y necesitados. Él narraba que el Profeta (PBD) dijo:
“Cualquier persona que satisface la necesitad de su hermano creyente, tiene la misma recompensa que la de aquel que ha adorado a Dios durante muchos años.”
En la historia del Imam Hassan Muytaba (P) leemos: Un hombre pobre fue a la puerta de la casa del Imam (P) y recitó dos versos de poesía diciendo: “No me ha quedado nada para vender a cambio de un dírham. Mi rostro y mi apariencia muestran claramente mi miseria. La única cosa que tengo es el poco prestigio que he tratado de mantener. Ahora, se lo ofrezco a usted porque veo que usted es digno de ello.”
El Imam Hasan (P) convocó a su agente, y le preguntó: “¿Cuánto dinero tengo ante usted?” Respondió: “12.000 dírhams.” El Imam (P) le dijo: “Dáselo todo a este hombre”. Luego se dirigió a aquel hombre y le dijo: “Nosotros no te dimos lo que merecías, sólo te dimos lo que teníamos.” Entonces, el Imam (P) recitó unos versos con este contenido: “Toma esta escasa ayuda, como si tú no nos hubieras vendido nada [de tu prestigio] y nosotros no lo hubiéramos comprado”. Este poema, quería decir que el Imam (P) no había mirado a la cara de aquel hombre para que su prestigio y honor fuera protegido. . [20]
La devoción y adoración del Imam Hassan Muytaba (P)
Se ha narrado que el Imam Hasan (P) cada vez que oía la voz del muecín [22], se paraba junto a la puerta de la mezquita mientras su cuerpo temblaba, [23] su color cambiaba y su cara se ponía amarilla, y cuando se le preguntaban por qué, decía: Dios ha enviado a alguien a llamarme para servirle a Él, y no sé si me aceptará o no, entonces, ¿cómo no va a cambiar mi color? [24]
El Imam Hasan (P) fue al Hayy 25 veces, en la mayoría de estos viajes iba caminando a pesar de que podía montar a caballos o camellos.
El Imam Hasan (P) se parecía al Profeta Muhammad (PBD) en cuanto a su personalidad, manera y nobleza. Se ha narrado que el Profeta (PBD) le decía "Oh al-Hasan, tú eres como yo en cuerpo y moral (apariencia y modales)".
En un hadiz, se informa que mientras el Profeta (PBD) había colocado a Hasan (P) y Husain (P) en su regazo, dijo:
"Estos son hijos de mi hija ¡Oh Dios! Los amo, ¡Tú también ámalos, y ama a los que los aman!"
En otro hadiz auténtico, el Profeta (PBD) ha dicho:
"Hasan y Husain son los Señores de los Jóvenes del Paraíso".
Notas
[1] Declaraciones del Ayatolá Makarem Shirazi en el santuario de Fatima Masuma (P), 2/5/1392 S.
[2] Mafatih Nowin, página 781.
[3] Bihar al-Anwar, volumen 43, página 238; Declaraciones del Ayatolá Makarem Shirazi en el santuario de Fatima Masuma (P), 5/2/1392 S).
[4] Respuestas a preguntas religiosas, página 203.
[5] Declaraciones del Ayatolá Makarem Shirazi en el santuario de Fatima Masuma (P), 2/5/1392 S.
[6] Ibíd.
[7] Ética en el Corán, volumen 2, página 431.
[8] Declaraciones del Ayatolá Makarem Shirazi en el santuario de Fatima Masuma (P), 2/5/1392 S.
[9] Mufid, al-Irshad, página 352; Manaqib Ibn Shahr Ashob, volumen 4, página 38;
[10] Mufid, al-Irshad, página 352; Manaqib Ibn Shahr Ashob, volumen 4, página 31;
[11] Mufid, al-Irshad, página 353.
[12] Ellos te preguntan (una colección de preguntas coránicas del Santo Profeta), página 94.
[13] Ibíd, pág. 95.
[14] Declaraciones del Ayatolá Makarem Shirazi en el santuario de Fatima Masuma (P), 2/5/1392 S.
[15] Mensaje del Imam Amir al-Mu'minin, volumen 13, página 717.
[16] Bihar al-Anwar, volumen 43, página 344; (Discursos de los Infalibles (P), vol. 2, p. 228).
[17] Aleyas de Wilayah en el Corán, página 130.
[19] Declaraciones del Ayatolá Makarem Shirazi en el santuario de Fatima Masuma (P), 2/5/1392 S.
[20] Declaraciones del Ayatolá Makarem Shirazi, Mezquita A’zam de Qom, 7/8/1594 S.
[22] Ética islámica en Nahy al-Balaqah, volumen 1, página 434.
[23] Declaraciones del Ayatolá Makarem Shirazi en el santuario de Fatima Masuma (P), 2/5/1392 S.
[24] Ética islámica en Nahy al-Balaqah, volumen 1, página 434.
[25] Ibíd, Vol. 2, página 15.
[26] La historia de los compañeros, página 107.
[27] Ibíd, pág. 108.
[28] Declaraciones del Ayatolá Makarem Shirazi en el santuario de Fatima Masuma (P), 2/5/1392 S.