اللَّهُمَّ لا تُؤاخِذْنى فيهِ بِالْعَثَراتِ، وَأَقِلْنِى فيهِ مِنَ الْخَطايا وَالْهَفَواتِ، وَلا تَجْعَلْنىفيهِ غَرَضاً لِلْبَلايا وَالْأفاتِ، بِعِزَّتِكَ يا عِزَّ الْمُسْلِمين
al-lâhumma lâ tu’âjidhnî fîhi bil ‘azarât ua aqilnî fîhi minal jatâiâ ual hafauât ua lâ taÿ’alnî fîhi garadan lil balâiâ ual âfât bi’izzatika iâ ‘izzal muslimîn
¡Oh, Dios mío, no me reprendas en este día por mis faltas, y acepta mi disculpa en este día por mis errores y faltas, y no me hagas recibir en este día las aflicciones y calamidades! Por tu Poderío, ¡Oh, Poder de los Musulmanes! [1]
Entre los más importantes puntos de la súplica del decimocuarto día de Ramadán se encuentran los siguientes:
- La misericordia de Dios y Su justicia;
- el significado del arrepentimiento;
- Relación entre el pecado y las calamidades.
¡Oh Dios, trátanos con Tu misericordia, no con Tu justicia!
Está claro que todos los seres humanos, excepto los infalibles (P), cometen faltas y errores en sus vidas. [2] Como sabemos que nuestras faltas pueden provocar la ira de Dios, nosotros los creyentes buscamos refugio en Su perdón y misericordia, y Le pedimos a Dios que en vez de juzgar y reprendernos basado en Su justicia, nos trate con Su misericordia y generosidad.[3]
De hecho, si Dios nos trata con Su justicia, todos nosotros merecemos el castigo divino en este mundo y en el más allá. Leemos en el Sagrado Corán:
“Si Dios diese a las gentes lo que se merecen por sus injusticias no dejaría un ser vivo sobre la tierra, pero se lo pospone hasta una fecha señalada y cuando llegue su plazo no podrán retrasarlo ni una hora, ni tampoco adelantarlo.”
Es por lo tanto que en muchas súplicas islámicas, pedimos a Dios que nos trate con Su misericordia y generosidad y que no nos juzgue con Su justicia: [4] “¡Oh, Dios mío, no me reprendas en este día por mis faltas!”
Igualmente, hay que señalar que la recompensa divina que nosotros recibimos en el otro mundo y en el Paraíso, no es solamente la que nosotros merecemos por nuestras obras, sino que es por la misericordia de Dios y Su generosidad. De hecho, la recompensa que Dios da a Sus siervos va mucho más allá que lo que merecen o pueden imaginar.
Si nosotros tomamos en consideración este hecho, nunca estaremos decepcionados por los pecados que hemos cometido, ni estaremos orgullosos por las obras buenas que hemos realizado, sino que en ambos casos, nuestra esperanza se basa solamente en la generosidad y la misericordia de Dios.[5]
¿Qué significa el arrepentimiento?
Leemos en la segunda parte de esta súplica: “¡Oh Dios! acepta mi disculpa en este día por mis errores y faltas”
El arrepentimiento significa volver hacia Dios y sentir contrición de los errores del pasado. El arrepentimiento es una decisión que una persona toma para cambiar sus pensamientos erróneos o sus acciones erróneas. Según las narraciones islámicas, aquel que se arrepiente verdaderamente debe tener las siguientes intenciones:
1- Debe tener intención de no volver a cometer pecado,
2- Debe tratar de compensar los errores que ha cometido en el pasado.
Es recomendable que el hombre se arrepienta tan pronto como comete un pecado y que no lo aplace para más tarde.
Uno de los atributos de Dios es “Tawwab” que significa “el Perdonador que acepta el arrepentimiento”.[7] El Sagrado Corán se refiere Dios con este nombre diciendo “Él es el Perdonador, el Misericordiosísimo con los creyentes.” [8]
Tawwab significa que Dios acepta nuestro arrepentimiento a pesar de que lo hayamos roto varias veces. [9] [10]Obviamente, cuando las personas ven que la puerta del arrepentimiento siempre está abierta, y ven el océano de la misericordia divina, nunca estarán desesperadas por sus pecados y volverán finalmente al camino de Dios y arrepentidos.[11]
Relación entre el pecado y las calamidades
No hay duda de que los pecados tienen muchos efectos destructivos que no se pueden pasar por alto fácilmente, [12] entre ellos se encuentran las calamidades y las dificultades que nos afligen por algunos pecados que cometemos.[13]
Al respecto, el Imam Sadiq (P) dice en una narración: “Si cuatro pecados se difunden en la comunidad, cuatro calamidades caen sobre la gente. Cuando el adulterio prevalece, ocurren los terremotos, y cuando la gente no paga el Zakat, mueren sus animales y ganados, y cuando los gobernantes oprimen, el cielo deja de llover, y cuando se rompen los pactos y juramentos, los politeístas ganarán sobre los musulmanes”. [14] [15]
De hecho, el pecado es una de las causas de las calamidades y dificultades que enfrentamos en nuestra vida, y es por lo tanto que en esta súplica pedimos a Dios: “¡Oh Dios! no me hagas recibir en este día las aflicciones y calamidades”.
También, leemos en la súplica de Kumail:
¡Oh Allah!, perdóname aquellos pecados que atraen el castigo.
¡Oh Allah!, perdóname aquellos pecados que alteran la bendición.
¡Oh Allah!, perdóname aquellos pecados que aprisionan la súplica.
¡Oh Allah!, perdóname aquellos pecados que atraen aflicciones.[16]
Notas
[1] Mafatih Nowin, p. 814.
[2] Mensaje del Imam Amir al-Mu'minin (AS); 12; p. 133.
[3] Ibíd. tomo 2; p. 73.
[4] Ibíd. tomo 8; p. 463.
[5] Tafsir Nemune; tomo 22; p. 282.
[7] La ética en el Corán; 1; p. 219.
[8] Sura Baqara; aleya 37.
[9] Mensaje del Corán; tomo 4; p. 372.
[10] Ibíd., p. 373.
[11] Ibíd.
[12] La historia de los Compañeros, pág. 112.
[13]Tafsir Nemune; tomo 6; p. 325.
[14] Bihar al-Anwar, tomo 76, página 21, hadiz 13
[15] Mensaje del Imam Amir al-Mu'minin (P); 15; p. 691.
[16] Respuestas a preguntas religiosas, p. 64.
Publicado por la Oficina del Ayatolá Makarem Shirazi
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