La emigración del Profeta Muhammad (PBD) a Medina marca el origen del año lunar islámico y los musulmanes han fijado el año de la Hégira como el inicio del calendario islámico, y esto demuestra que la Hégira es uno de los capítulos más importante en la historia del Islam. La emigración del Profeta Muhammad (PBD) a Medina abrió una nueva página en la vida de los musulmanes dando lugar al establecimiento del gobierno islámico y el progreso de los musulmanes. [1]
La importancia de la Hégira
A lo largo de la historia de las religiones, la emigración ha sido fuente de muchas bendiciones. Cuando los líderes religiosos cumplían su misión en una región, o no veían el ambiente listo para ampliar su invitación, emigraban a otros lugares para la difusión de la religión de Dios y para que su misión no se detuviera. [3]
Básicamente, la cuestión de la emigración es una de las cuestiones más fundamentales del Islam, hasta tal punto que la historia del Islam se basa en ella; [4] Por eso, el Islam ordena explícitamente que si uno no puede mantener su fe o realizar sus deberes religiosos correctamente debido a algunos factores del ambiente, se debe emigrar a otro lugar donde se pueda actuar correctamente según la religión, porque con la inmensidad del mundo, no hay excusas para quedarse en un solo lugar.
La razón de este mandato es clara, porque el Islam no tiene un aspecto regional, y no es dependiente ni limitado a un lugar determinado o entorno. [5] La emigración del Profeta (PBD) se considera como el programa más brillante que se lanzó en el Islam, y fue el comienzo de un nuevo capítulo en la historia del Islam. [7]
La historia de la emigración del Profeta (PBD) a Medina
La emigración del Profeta Muhammad (PBD) a Medina tiene una historia interesante. Los líderes de Quraish sintieron un gran peligro por la existencia del Profeta en La Meca ya que pensaban que con la continuación de la misión del Profeta (PBD), pronto perderían todo su poder en la ciudad, por lo tanto, decidieron ejecutar uno de sus tres planes contra el Profeta Muhammad: Asesinar al Profeta (PBD), o encarcelarlo para siempre, o exiliarlo de La Meca.
La mayoría de los árabes paganos de Quraish decidió matar al Profeta; Pero ellos se enfrentaban a un problema, ya que el clan de Bani Abd al-Muttalib podía reclamar la venganza por la sangre del Profeta (PBD) y esto podía dar lugar a un gran conflicto en La Meca. Para evitar este problema decidieron invitar a todas las tribus árabes a participar en el asesinato del Profeta (PBD) para que Bani Abd al-Muttalib se viera incapaz de enfrentarse a todos ellos y se contentase con un rescate, y por esta razón, varios guerreros de diferentes tribus rodearon la casa del Profeta (PBD) y esperaron la mañana para invadir su casa.
Por orden de Dios, el Profeta (PBD) decidió abandonar La Meca y milagrosamente atravesó por el círculo de cerco y tomó el camino a Medina por la noche. El Profeta hizo que Alí (la paz sea con él) durmiera en su lecho, porque el enemigo estaba custodiando la casa desde afuera y no debía darse cuenta de la ausencia del Profeta (PBD). Cuando el Imam Ali (P) estaba acostado en el lecho del Profeta (PBD), los enemigos pensaban que era el mismo Profeta (PBD), dormido en su lecho. A veces, un grupo de ellos arrojaba piedras hacia la casa para asegurarse de que el Profeta (PBD) estaba en casa, y Alí (la paz sea con él) se daba una vuelta en el lecho, para que el enemigo no se diera cuenta que el Profeta (PBD) no estaba.
Temprano en la mañana, todos entraron corriendo a la casa y antes de poner sus espadas sobre el que yacía en el lecho del Profeta (PBD), Ali (P) se levantó y les gritó.
Ellos dijeron: “Buscamos a Muhammad, ¿dónde está?” Dijo: “¿Acaso me lo han confiado que ahora me lo piden? Él no está en casa.” Los guerreros de Quraish se enfurecieron y lamentaron haber esperado hasta la mañana y culparon a Abu Lahab de impedir el ataque nocturno (supuestamente a causa de que entre los árabes paganos, invadir a una casa donde viven mujeres y niños por la noche se consideraba una gran desgracia).
El Santo Profeta (PBD), en lugar de ir desde el camino del norte a Medina, se dirigió hacia el sur y se escondió en la cueva de Zawr para que nadie lo encontrara.
Los agentes de Quraish buscaron en los desiertos alrededor de La Meca; Pero regresaron a La Meca sin éxito y estaban muy molestos porque no habían logrado ejecutar sus planes contra el Profeta (PBD). [8]
Motivación de la hégira
En los primeros años del surgimiento del Islam, los musulmanes de La Meca estaban bajo mucha presión por parte de los árabes paganos y politeístas. Los enemigos del Islam acosaban y atormentaban a los nuevos musulmanes de diversas formas, [9] de modo que ellos no podían expresar su fe o realizar sus deberes islámicos. [10] Por otro lado, la conspiración para matar al Profeta (PBD) por parte de Quraish hizo que el Profeta estuviera más decidido para abandonar La Meca. [11]
La mudanza y emigración de entornos contaminados y ambientes pecaminosos es otra lección de esta historia. [12] La tradición de la emigración en el Islam significa alejarse del centro de la incredulidad, la idolatría, la opresión y el pecado. En muchos casos, la emigración es la única solución a los problemas de los creyentes, [13] y el Mensajero de Dios (PBD) para cumplir con su importante programa islámico, abandonó su tierra natal ya que era un ambiente de politeísmo e idolatría. [14]
Básicamente, el espíritu de emigración es el escape de las tinieblas hacia la luz, de la incredulidad hacia la fe, del pecado y la desobediencia hacia la obediencia al mandato de Dios; [15] Este fue otro motivo de los musulmanes para su emigración general de La Meca a Medina; [16] Cuando la corrupción, especialmente la corrupción ideológica, cubre el ambiente de la vida, y los creyentes no pueden lidiar con ella y hay posibilidad que caigan en el pecado, deben emigrar de ese ambiente. [17] De esta manera, los enemigos obligaron a los musulmanes a emigrar y abandonar sus hogares por haber creído en el monoteísmo y la unidad de Dios. [18]
Cabe mencionar que en el temprano período islámico, la emigración era específica de la época en la que el número de musulmanes era escaso, y todos debían reunirse en Medina para ganar fuerzas. Pero después de la conquista de La Meca y el dominio del Islam sobre la Península Arábiga, la emigración en este sentido había perdido su filosofía. [19]
Emigración y alejamiento de la patria
Básicamente, el hombre tiene muchas relaciones materiales y espirituales con su ciudad natal ya que su historia de vida tiene una conexión inquebrantable con ella. Esta conexión es la causa de su interés por su patria. El Santo Profeta (PBD) también estaba muy triste cunado iba a emigrar de La Meca y abandonar La Kaaba. Es cierto que La Meca tenía un gran valor espiritual y divino, pero parecía que el interés del Profeta (PBD) por esa ciudad tenía muchos aspectos, uno de los cuales era su interés por su ciudad natal. [20]
Desde el punto de vista del Islam, estos intereses no pueden impedir la emigración de los musulmanes. Por lo tanto, vemos que al comienzo del Islam, todos estos intereses fueron talados en aras de preservar y hacer avanzar el Islam. Uno de los historiadores occidentales dice: “La tribu y la familia es el único árbol que crece en el desierto y nadie puede vivir excepto bajo su protección, pero Muhammad (PBD) con su emigración, cortó el árbol (de vínculos) que había crecido a partir de la carne y la sangre de su tribu (cortando su relación con Quraish) con el fin de complacer a su Señor.” [21]
Sí, la tierra de Dios es vasta. Uno nunca puede someterse a la humillación del politeísmo y al cautiverio de la incredulidad y la idolatría bajo el pretexto de cuestiones tales como la nacionalidad y la tribu, la familia y el hogar. Más bien, es el deber de cada creyente monoteísta construir una patria, entrar en una tierra más preparada y mantener encendida la lámpara del monoteísmo. [22]
El Profeta del Islam (PBD), con su emigración de La Meca, que fue su lugar de nacimiento, demostró que permanecer en la patria no siempre es deseable, y a veces, uno debe dejar su patria, para la difusión y el progreso del Islam. [23]
Virtudes de los creyentes que emigraron en el camino de Dios
La emigración de los primeros musulmanes a Medina abrió un nuevo capítulo en la historia del Islam, [24] estos emigrantes, a los que a veces se hace referencia como los emigrantes de Badr, son extremadamente importantes en la historia del Islam, porque estaban avanzando hacia un futuro brillante para el Islam, y renunciaron a todos sus bienes materiales por amor a Dios. [25]
Eran musulmanes que estaban bajo severa presión del enemigo en La Meca, y cuando el Profeta del Islam (PBD) emigró a Medina, lo siguieron para escapar de las presiones y persecuciones de los politeístas y para fortalecer la religión. A la luz de esto, abandonaron sus casas, sus posesiones, sus tierras, sus familias, sus parientes, sus tribus y, en definitiva, todo lo que tenían y emigraron a Medina con las manos vacías, mientras que muchos peligros amenazaban a los inmigrantes. El peligro de los politeístas de La Meca que querían vengarlos y destruirlos. El riesgo de morir de hambre en el desierto entre La Meca y Medina. El riesgo de desempleo y de no tener un trabajo adecuado. La tristeza de la falta de vivienda, la soledad y el alejamiento de los familiares y de la patria. Pero estos verdaderos musulmanes corrieron todos estos riesgos y emigraron a Medina.
La situación económica de algunos de ellos era tan mala que vivían en una plataforma al lado de la Mezquita del Profeta (PBD) y pasaban allí sus días y sus noches. Sin embargo, estos musulmanes estaban dispuestos a hacer cualquier tipo de servicio y sacrificio por el Islam. [26]
Es de hacer notar que, estas virtudes solamente pertenecen a aquellos emigrantes que mantuvieron su fe hasta la muerte, ya que entre estos emigrantes, habían también hipócritas que se habían infiltrado entre los compañeros del Profeta (PBD) y causaron grandes extravíos y daños al Islam, después del fallecimiento del Profeta (PBD).
Notas
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[1] Mensaje del Imam Amir al-Mu'minin, la paz sea con él, volumen 7, página 290.
[3] Tafsir Nemune, volumen 19, página 106.
[4] La ética en el Corán, volumen 1, página 154.
[5] Tafsir Nemune, volumen 4, página 90.
[7] Ibíd, tomo 4, página 92.
[8] Para obtener más información consulte: Mensaje del Imam Amir al-Mu'minin, la paz sea con él, vol.8 pág.561.
[9] Te preguntan a ti (una colección de preguntas coránicas al Santo Profeta (PBD), página 69).
[10] Tafsir Nemune, volumen 16, página 326.
[11] Mensaje del Corán, volumen 4, página 423.
[12] Selección de Tafsir Nemune, volumen 3, página 37.
[13] Mensaje del Corán, volumen 6, página 161.
[14] Ibíd, tomo 3, página 342.
[15] Tafsir Nemune, volumen 4, página 93.
[16] Mensaje del Corán, volumen 6, página 161.
[17] Mensaje del Imam Amir al-Mu'minin, la paz sea con él, volumen 1, página 510.
[18] Mensaje del Corán, volumen 10, página 318.
[19] Enciclopedia del Fiqh al-Muqaran, volumen 1, página 287.
[20] Mensaje del Imam Amir al-Mu'minin, la paz sea con él, volumen 2, página 221.
[21] Muhammad Jatam Piyambaran, volumen 1; (Tafsir Nemune, vol. 4, p. 90).
[22] Mensaje del Corán, volumen 3, página 336.
[23] Mensaje del Imam Amir al-Mu'minin, la paz sea con él, volumen 2, página 222.
[24] Mensaje del Corán, volumen 6, página 161.
[25] Tafsir Nemune, volumen 7, página 261.
[26] Las aleyas del Wilayat en el Corán, página 354
