Prólogo
Los días felices de la vida de la honorable señora Fátima (P), pasaron muy rápido tras el fallecimiento del Profeta Muhammad (PBD). Aunque durante toda su vida, ella tuvo varias dificultades y eventos desagradables tales como las guerras y las conspiraciones contra el Islam y el Profeta Muhammad (PBD), la tormenta de los eventos desagradables que hubo después del fallecimiento del Profeta (PBD) fueron más duros y difíciles.
Después del fallecimiento del Profeta (PBD), los enemigos del Islam encontraron una nueva oportunidad para manifestar su rencor y hostilidad por lo ocurrido en las batallas de Badr, Jaybar y Hunain. También, los hipócritas se estaban movilizando para tomar venganza de los musulmanes, sobre todo de la familia del Profeta Muhammad (PBD), y la honorable señora Fátima (P) lamentablemente estaba en el centro de estos ataques.
Por un lado, ella tuvo que soportar la amarga pérdida de su padre y por otro, tuvo que tolerar la injusticia impuesta a su marido, el Imam Alí (P). Además, los planes de los enemigos del Islam contra el futuro de los musulmanes, contra el Corán y contra la Sunna del Profeta (PBD) preocupaban más la bendita alma de la honorable señora Fátima (P).
A la honorable Fátima (P) no le gustaba molestar a su esposo Alí (P) expresándole sus dolores y tristezas; ya que él mismo había sufrido demasiado por la desagradable situación de la comunidad después del Profeta (PBD) y por los actos injustos de algunas personas. Por lo tanto, en vez de quejarse ante alguien, ella iba a la tumba de su padre, el Profeta Muhammad (PBD) y le contaba sus dolores y sufrimientos con palabras tan tristes que quemaban el corazón de cualquiera. [1]
La historia de la honorable señora Fátima (P) tiene varias fases y etapas, y este artículo les presenta a los lectores una serie de los relatos y narraciones acerca de los eventos desagradables que tuvieron lugar después del fallecimiento del Profeta del Islam (PBD). Cabe destacar, que las evidencias históricas presentadas en este artículo se presentan con un enfoque lógico y razonable, observando los protocolos de la unidad islámica; sin ningún fanatismo o insulto a otras sectas y Escuelas del Islam.
Como dice el Ayatolá Murtaza Mutahari, la Unidad Islámica no significa que todos los musulmanes sigan una sola Escuela de Pensamiento. La Unidad Islámica no significa cerrar los ojos frente a los puntos de diferencia entre los shiítas y los sunitas. La unidad en este sentido no es lógica; ni razonable. De hecho, como sugieren los Sabios Islámicos, la Unidad Islámica es mantener la solidaridad de los musulmanes contra los enemigos que tienen en común.
Desde el punto de vista de los Sabios Islámicos, la Unidad Islámica no requiere que los musulmanes dejen sus diferentes puntos de vista en cuanto a su doctrina y las leyes prácticas, ni tampoco contradice los debates científicos que se realizan entre los seguidores de las diferentes Escuelas Islámicas. Como sugieren los Sabios y Expertos musulmanes, la Unidad Islámica requiere que los musulmanes de diferentes Sectas y Escuelas no provoquen conflictos y hostilidad entre sí mismos, que mantengan su razonabilidad en sus debates y conversaciones, que no se insulten los unos a los otros, que no condenen a los seguidores de otras Escuelas con falsas acusaciones, que no se burlen los unos de los otros, que no se salgan del camino de la lógica y la razón, y que observen los protocolos sugeridos por el Corán con respecto a los debates con los seguidores de otras religiones. Al respecto, el Corán le recomienda al Profeta Muhammad (PBD):
“Invita al camino de tu Señor con sabiduría y buenas palabras, y discute con ellos de la mejor manera.” [2]
Este artículo consta de los siguientes capítulos:
- Las virtudes de la honorable señora Fátima (P) mencionadas en las fuentes sunitas.
- Los actos del primer Califa Sunita que molestaron a la honorable señora Fátima (P).
- Las amenazas del segundo Califa Sunita contra la familia del Imam Alí (P).
- Las acciones asociadas al haber quemado la puerta de la casa de la honorable señora Fátima (P) por el segundo Califa Sunita.
Una selección de las virtudes de la honorable señora Fátima (P) que son mencionadas en las fuentes sunitas
Después del fallecimiento del Profeta (PBD) una grave tormenta de incidentes tuvo lugar en la comunidad islámica. Una tormenta, cuyo resultado fue la desviación del camino del Califato desde la casa del Profeta (PBD) hacia el camino de otras personas no-cualificadas. Tras estos eventos, aquellos que fueron designados por Dios como verdaderos sucesores del Profeta (PBD) fueron ignorados y otras personas ocuparon su posición. Después de que los miembros de la familia del Profeta “Ahlul-Bait” (P) fueron privados de su derecho, los Gobernantes usurpadores de aquel entonces trataron de esconder las virtudes de Ahlul-Bait (P) con el fin de aislarlos de la comunidad y negar sus calificaciones para asumir el Califato. Si la gente se hubiera informado de las virtudes de Ahlul-Bait (P), habría cuestionado la legitimidad de los Gobernantes de aquel entonces. Entonces, la pregunta que podría surgir a este respecto sería la siguiente: “Con la presencia de personas cualificadas como Ahlul-Bait (P) ¿Por qué otras personas fuera de ellos asumieron el Califato de los musulmanes?”. [3]
Es de hacer notar; que a pesar de que los Califas y Gobernadores de aquel entonces hicieron todos sus esfuerzos para esconder las virtudes de Ahlul-Bait (P), no lograron eliminar todas aquellas virtudes. Por la voluntad de Dios, en las fuentes islámicas aún existen hadices y narraciones que explican las virtudes de Ahlul-Bait (P). Estos hadices se nos trasmitieron durante los siglos y épocas; donde incluso el mencionar el nombre de “Alí” era considerado como un crimen imperdonable. A pesar de que los enemigos del Islam querían apagar la luz de Ahlul-Bait (P), vemos que por la voluntad de Dios, el nombre de Ahlul-Bait (P) sigue brillando a lo largo de toda la historia del Islam hasta la actualidad. Como dice el Sagrado Corán:
“Quisieran apagar la luz de Dios con sus bocas, pero Dios no quiere sino que Su luz brille plenamente, aunque moleste a los que no creen.” [4]
En las fuentes shiítas y sunitas se han mencionado muchos hadices acerca de las virtudes de la honorable señora Fátima (P) que demuestran su gran posición ante Dios. Es obvio; que no se pueden mencionar todos estos hadices en este artículo; por lo tanto, en este artículo nosotros relataremos una selección de los más importantes:
1- Dijo el Profeta Muhammad (PBD): “Fátima (P) es la dama de las mujeres del Paraíso”. [5]
2- Alusi, uno de los grandes Exégetas Sunitas escribe acerca de la honorable señora Fátima (P): “Fátima al-Batul es la más virtuosa mujer desde el inicio de la creación hasta el fin del mundo. Fue parte del alma del Profeta Muhammad (PBD) y era más virtuosa que la Santa María, y no es comparable con ninguna otra persona.” [6]
3- El Profeta del Islam (PBD) dijo en un hadiz: “Ciertamente, Fátima (P) es parte de mí, todo lo que la molesta, también me molesta mí.”[7]
Según esta narración, quien molesta a Fátima (P) ya ha molestado al Profeta Muhammad (PBD), y las aleyas del Corán han explicado el castigo de aquellos que molestan al Profeta (PBD).
En una aleya coránica se dice:
“En verdad, a quienes molesten a Dios y a Su Mensajero, Dios les maldecirá en esta vida y en la otra, y les tendrá preparado un castigo humillante.” [8]
Y en otra aleya se declara:
“Y para quienes molestan al Profeta (PBD) hay un castigo doloroso.” [9]
4- Cada vez que el Profeta Muhammad (PBD) decidía hacer un viaje, se despedía de su hija Fátima (P) y se quedaba con ella hasta el último momento, y tan pronto como regresaba de sus viajes visitaba a Fátima (P) antes de visitar a otras personas. [10]
5- Se ha narrado un hadiz del Profeta Muhammad (PBD) donde dijo a su hija Fátima (P): “Ciertamente, Dios se enoja con tu enojo y se complace con tu complacencia.” [11]
Vale la pena destacar, que nosotros los musulmanes por lo menos tres veces al día, pedimos a Dios en nuestras oraciones que nos aleje de Su ira:
“Guíanos al camino recto, el camino de aquellos a los que Tú has agraciado; no el de aquellos con los que Tú estás disgustado, ni el de los extraviados.”
Esta narración demuestra claramente que aquellos que molestaron a Fátima (P) han provocado la ira de Dios.
6- Zayd Ibn Arqam, uno de los compañeros del Profeta Muhammad (PBD) narra:
Escuché al Mensajero de Dios (BPD) decirle a Alí, Fátima, Hasan y Husain (P): “Yo tomo como enemigo a aquellos que tienen enemistad con ustedes y tomo como amigo a aquellos que tienen amistad con ustedes.” [12]
7-Aisha, una de las esposas del Profeta (PBD) narra:
No vi a nadie más parecida al Profeta Muhammad que Fátima en cuanto a su manera de hablar. Cada vez que ella iba ante su padre, el Profeta (PBD) le daba la bienvenida en persona y se levantaba de su asiento en señal de respeto. Él (PBD) tomaba la mano de Fátima (P) y la besaba, y luego, le ofrecía sentarse en su propio asiento.” [13]
Esta fue una pequeña selección de las virtudes de la honorable Fátima (P); mientras que las fuentes históricas están llenas de hadices y narraciones acerca de este tema. Incluso, hay Sabios y Eruditos Sunitas que han escrito libros dedicados a la explicación de las virtudes de Fátima (P) y su alta posición ante Dios. [14]
¿Acaso la honorable señora Fátima (P) estaba satisfecha con las acciones del primer Califa Sunita?
Según las evidencias que existen en los más auténticos libros de la Escuela Sunita, se puede afirmar con certeza que Fátima (P) no estaba satisfecha con el primer Califa Sunita. Es obvio; que la ira de Fátima (P) no podía ser ilógica, y definitivamente esta actitud de Fátima (P) tuvo algunas razones importantes.
En este capítulo, se mencionan algunas narraciones que explican las razones de la ira de Fátima (P) por algunas personas y se deja el juicio a los lectores.
1- En los libros Sahih al-Muslim [15] y Sahih al-Bujari [16], unos de los más auténticos libros de hadices sunitas se ha mencionado una narración trasmitida por Aisha donde ella relata:
Fátima (P), la hija del Profeta (PBD) envió a una persona ante Abu Bakr con el fin de solicitarle la herencia que el Profeta Muhammad (PBD) le había dejado de las propiedades de Fadak y el resto del Jums de las tierras de Jaybar. Como respuesta, Abu Bakr le dijo a Fátima (P): "He oído al Profeta Muhammad (PBD) diciendo: Nosotros, los Profetas (P) no dejamos ninguna herencia, y todo lo que dejamos es una limosna.” Luego, Abu Bakr añadió: “La familia del Profeta (PBD) tiene una porción determinada en esta propiedad; [al igual que otros musulmanes] y yo nunca voy a cambiar el uso de la limosna, y voy a hacer con ella lo mismo que hacia el Profeta (PBD) con la limosna en vida.” De esta manera, Abu Bakr se negó a cumplir la petición de Fátima (P). Por lo tanto, Fátima (P) se enfadó con Abu Bakr, se alejó de él y más nunca volvió a hablarle; hasta el momento de su fallecimiento. Fátima (P) vivió sólo 6 meses después de este evento, y cuando falleció, su esposo Alí (P) enterró su cuerpo durante la noche y no le avisó a Abu Bakr para que participase en su funeral.
Esta historia es trasmitida por Aisha en los libros más auténticos de los hadices sunitas. Con respecto a la parte que dice “Abu Bakr se negó a darle la petición de Fátima, y Fátima se enfadó con él y más nunca volvió a hablar con él hasta el momento de su fallecimiento”, hay algunos puntos que se deben destacar:
a- Esta narración demuestra que hubo una disputa y un desacuerdo entre la honorable señora Fátima (P) y Abu Bakr.
b- Esta narración demuestra la ira de Fátima (P) hacia Abu Bakr.
c- Esta historia demuestra que Fátima quedó enfadada con Abu Bakr hasta su martirio.
2- Ibn Qutaiba [17] narra un relato que demuestra el remordimiento de Umar y Abu Bakr por el mal comportamiento que habían tenido con la honorable señora Fátima (P). La historia es como sigue:
Umar Ibn Jattab y Abu Bakr fueron a la casa de Fátima (P); ya que creían que la habían molestado. Cuando llegaron a la puerta de su casa, pidieron permiso para entrar, pero Fátima (P) no les dio el permiso. Entonces, fueron ante Alí (P) y hablaron con él. Alí (P) los dejó entrar en la casa y cuando ellos vinieron ante Fátima (P), ella les dio la espalda y no les respondió sus saludos.
Entonces, Abu Bakr le dijo a ella: “Usted es la amada del Profeta (PBD) y juro por Dios que yo amo a los familiares del Profeta (PBD) más que a mis propios familiares. Yo la amo a usted más que a mi hija Aisha. El día que su padre falleció, yo le pedí a Dios la muerte. ¿Usted cree que yo quiero privarla de su derecho y herencia; mientras que conozco su posición y sus virtudes? Sin embargo, yo he escuchado al Profeta Muhammad (PBD) decir: Nosotros, los Profetas (P) no dejamos ninguna herencia, y todo lo que dejamos es una limosna.”
En este instante, Fátima (P) dijo: “Si yo le cuento un hadiz del Profeta (PBD), ¿acaso lo aceptará y actuará de acuerdo con el mismo?”
Después de la respuesta afirmativa de Abu Bakr, la honorable Fátima (P) continuó:
Les preguntó a ustedes dos que me digan por Dios, ¿acaso no escucharon al Profeta (PBD) decir “La complacencia de Fátima es mi complacencia y su ira es mi ira, quien ama y respeta a mi hija Fátima me ha amado y respetado a mí, quien alegra a Fátima me ha alegrado a mí y quien la enfada me ha enfadado a mí.”?
Abu Bakr y Umar confirmaron las palabras de Fátima (P) y declararon que habían escuchado al Profeta (PBD) decir las mismas palabras.
Entonces, la honorable señora Fátima (P) continuó:
“Pues, yo tomo como testigos a Dios y a los ángeles, y declaro que ustedes me han molestado y no han obtenido mi complacencia. Yo voy a denunciarlos a ustedes ante mi padre cuando me encuentre con él (en el otro mundo).”
En este instante, Abu Bakr dijo: “Yo me refugio en Dios de la ira del Profeta (PBD) y de su ira.” Y Fátima (P) le respondió: “Juro por Dios que después de cada oración, pediré a Dios que caiga Su maldición sobre usted.”
3- Beihaqi, un Historiador Sunita, confirma el hecho de que Fátima (P) estaba enfadada con Abu Bakr y que ella no volvió a hablar con él hasta el final de su vida. Al respecto, él escribe en su libro: “Fátima (P) se enfadó con Abu Bakr y se alejó de él, y más nunca habló con él hasta que falleció, y Alí (P) la enterró durante la noche.” [19]
Después del fallecimiento del Profeta (PBD), la gente tuvo un comportamiento injusto e indebido con la familia del Profeta (PBD), a pesar de que él (PBD) le había recomendado a su comunidad que honrasen a su familia y que sintiesen amor hacia Ahlul-Bait (P); donde además de ello, las aleyas del Corán confirmaban este hecho:
“Esa es la buena nueva que Dios anuncia a Sus siervos que son creyentes y realizan buenas acciones. Di: «No os pido recompensa por ello, excepto el amor a los familiares (del Profeta)»”. [20]
Las amenazas del segundo Califa Sunita contra la familia del Imam Alí (P)
Poco después del fallecimiento del Profeta Muhammad (PBD) un evento muy duro y desagradable le ocurrió a la familia del Profeta (PBD). Este evento fue registrado en la mayoría de las fuentes shiítas y sunitas. En este artículo, se menciona una selección de estos informes.
1- Ibn Shaybe escribe en el libro al-Musannaf:
Después del fallecimiento del Profeta (PBD) cuando la gente le juró lealtad a Abu Bakr, Alí (P) y Zubayr vinieron ante Fátima (P), la hija del Profeta (PBD) y consultaron con ella acerca de su negativa de jurarle lealtad a Abu Bakr. Cuando Umar Ibn Jattab se informó de este hecho, salió a la casa de Fátima (P) y gritó: “Oh hija del Mensajero de Dios! Aunque no hay nadie más amado para nosotros que tu padre y Tú, juro por Dios que este amor nunca me va a impedir que queme esta casa con todos aquellos que se han reunido en ella.”
Entonces, la honorable señora Fátima (P) le dijo a aquellos que se habían reunido en su casa (quienes no le habían jurado lealtad a Abu Bakr): “Ustedes ya oyeron que Umar me ha amenazado con quemar la casa. Juro por Dios que él va a realizar lo que ha dicho.” [21]
Esta historia fue narrada por Suyuti (uno de los más famosos Sabios Sunitas) en el libro Yami’ al-Ahadis. También, Ibn Abi al-Hadid ha mencionado este relato en el libro Sharh Nahyul Balaga. [22]
2- Con respecto a los eventos del decimoprimer año de la hégira, Tabari, un Historiador Sunita, escribe en el libro Tarij al-Umam wa al-Muluk:
Umar vino a la casa de Alí, mientras que Talha, Zubayr y un grupo de los musulmanes emigrantes se habían reunido en ella (en señal de protesta). Entonces, gritó en voz alta: “¡Jurenle lealtad a Abu Bakr! En caso contrario, voy a prenderle fuego a la casa.”[23]
3- Ibn Qutaiba, un Escritor Sunita, hace mención a esta amenaza de Umar en el libro al-Imama wa al-Siyasah. Él narra el evento de la siguiente manera:
Abu Bakr envió a ‘Umar Ibn Jattab a la casa de Alí (P) con el fin de perseguir a aquellos que se habían reunido allá; absteniéndose de jurarle lealtad a él. Cuando ‘Umar llegó a la puerta de la casa de Alí (P), los llamó para que saliesen de la casa. Sin embargo, ellos no salieron. Entonces, ‘Umar Ibn Jattab le ordenó a sus agentes que le trajesen leña, y luego gritó: “¡Juro por Dios, si no salen, quemaré la casa con todos aquellos que están en su interior!”.
La gente le dijo: “¡Oh Abu Hafs! ¿Lo harías aun sabiendo que Fátima (P) estuviera en la casa?” Umar dijo “Lo hago, aunque ella esté en la casa”. [24]
¿Acaso Umar cumplió sus amenazas?
Umm Salamah, una de las esposas del Profeta (PBD) narra:
Después del fallecimiento del Profeta (PBD) una vez que yo había ido a visitar a Fátima (P), le pregunté cómo estaba su salud y ella me respondió:
“Sufro muchas dificultades y aflicciones. Por un lado, he perdido al Profeta Muhammad (que la bendición de Dios sea con él) y por otro, veo la injusticia impuesta a su sucesor (Alí). Juro por Dios que ellos deshonraron a Alí (P) por los rencores que tenían desde las batallas de Badr y Uhud. Estos rencores estaban escondidos en sus hipócritas corazones.”[25]
¡Cuán pronto olvidaron tantas recomendaciones del Profeta (PBD) en cuanto al amor hacia Ahlul-Bait (P)! ¡Qué bien le pagaron la recompensa de los esfuerzos del Profeta! De hecho, esta recompensa (el amor por Ahlul-Bait) estaba por el mayor bien de los creyentes, no por el beneficio personal del Profeta (PBD). Como dice el Corán, esta recompensa fue un medio para guiar a la gente hacia el camino de Dios:
“Di: «No os pido por ello una recompensa; excepto que quien quiera tome un camino hacia su Señor.»” [26]
Sin embargo, los usurpadores de la posición del Califato, en vez de honrar a la familia del Profeta (PBD) la deshonraron e invadieron la casa de la honorable Fátima (P); y de esta manera manifestaron la recompensa de los esfuerzos del Profeta (PBD).
El incidente más amargo y triste fue que a ellos no les bastaron las amenazas, sino que cometieron uno de los más horribles crímenes de la historia del Islam. Un incidente que se ha registrado en la historia como una mancha de humillación para aquellos que oprimieron a Fátima (P) después del fallecimiento del Profeta (PBD). Debido a este evento, la honorable señora Fátima (P) tuvo que quedarse en lecho de enfermedad por el resto de su vida hasta alcanzar el martirio durante su juventud. Aún peor, esta invasión causó el aborto de su bebé, Muhsin Ibn Alí (P).
Es de hacer notar; que algunas de las personalidades sunitas han tratado de negar esta historia considerándola como un mito; ya que si la aceptasen, no serían capaces de justificar los hechos de los Califas de ninguna manera.
Lamentablemente, hay que afirmar que esta historia no es un mito; sino una triste realidad que ocurrió al principio de la historia del Islam. En las fuentes islámicas, ya sean shiítas o sunitas, hay muchas narraciones que han relatado este evento. Estas narraciones se clasifican en tres grupos:
1- Las narraciones que relatan explícitamente todo lo ocurrido en este incidente.
2- Las narraciones que hacen mención al aborto de Muhsin Ibn Alí (P) durante este evento.
3- Las narraciones que hacen referencia al remordimiento de Abu Bakr por lo que había hecho en este evento.
A continuación, se menciona una selección de las narraciones que relatan este evento en forma más explícita:
1- Yuwaini escribe en su libro “Fara’id al-Simtain”: [27]
Un día el Profeta Muhammad (PBD) estaba sentado y el Imam Hasan (P) vino ante él. Los ojos del Profeta (PBD) se llenaron de lágrimas al ver a su nieto Hasan (P). Luego, el Imam Husain (P) vino, y el Profeta (PBD) empezó a llorar nuevamente. Otra vez el Profeta (PBD) lloró cuando Alí (P) y Fátima (P) vinieron ante él. Le preguntaron sobre la causa de su llanto y él (PBD) contestó:
“Cuando vi a Fátima (P), me acordé de lo que le ocurriría después de mí. Como si yo viera que la humillación ha entrado a su casa y las personas la han deshonrado, han usurpado su derecho, la han privado de su herencia y han inducido el aborto de su bebé; mientras que ella llama “¡Ayúdenme por Muhammad (PBD)!” y nadie la ayuda. Ella será la primera persona de mi familia en unirse a mí (en el otro mundo). Entonces, vendrá ante mí luego de ser martirizada y estar triste, muestras de que su derecho fue violado.”
En este instante, el Profeta (PBD) levantó las manos hacia el cielo, y dijo: “¡Oh Dios! maldice a aquellos que oprimieron a Fátima (P) y castiga a los que usurparon su derecho y humilla a aquellos que la humillaron. Ingresa en tu fuego eterno a quien golpeó a Fátima (P) y perpetró el abortó de su hijo.”
Se ha narrado que después de esta súplica, los ángeles del cielo dijeron “Amén”. [28]
2- Ibn Qutaiba, narra esta historia en el libro al-Imama wa al-Siyasah de la siguiente manera: [29]
Umar y un grupo de sus compañeros se dirigieron a la casa de Fátima (P) y llamaron a la puerta. Cuando la honorable Fátima (P) oyó el ruido de aquella multitud, exclamó en voz alta: “¡Padre mío! ¡Oh Mensajero de Dios! Ve cómo tratan con nosotros el hijo de Jattab y el hijo de Abi Quhafa, después de tu fallecimiento.”
Cuando la multitud escuchó la voz del llanto de Fátima (P), algunos de ellos se arrepintieron y volvieron. Sin embargo, otros se quedaron y finalmente obligaron a Alí (P) a que saliese de la casa y fuese ante Abu Bakr. [29]
3- Ibn Teimiyah, uno de los fundadores del Wahabismo, aunque no puede negar el incidente de la invasión a la casa de Fátima (P) trata de justificar este hecho de una manera irrazonable. Con respecto a las narraciones que hacen referencia al remordimiento de Abu Bakr por lo que había hecho en este evento, Ibn Teimiyah [30] comenta:
“Se puede decir que ‘Umar solo quería entrar a la casa de Fátima (P) a ver si ellos habían escondido algo de Beitul-Mal (Tesorería Pública) en su casa. Él quería confiscar esta propiedad y repartirla entre los necesitados.” [31]
El segundo grupo de las narraciones son las que hacen mención al aborto de Muhsin Ibn Alí (P) durante este evento. A continuación, se menciona una selección de las mismas:
Mas’udi, un Historiador Sunita de la Escuela Shafe’i escribe en el libro “Isbat al-Wasiyah”:
Ellos invadieron la casa de Alí (P), quemaron su puerta y forzaron a Alí (P) a que saliese de la casa mientras que le perpetraron un golpe a Fátima (P) detrás de la puerta hasta que abortó a su bebé, Mushin Ibn Alí.
2- Shahrestani, escribe en el libro de al-Milal wa al-Nihal:
En el día del Bai’a (día en que la gente le juró lealtad a Abu-Bakr), el vientre de Fátima (P) fue golpeado hasta que abortó a su bebé; mientras que él (‘Umar Ibn Jattab) gritaba: “¡Quemad su casa con todos aquellos que están en su interior!”. Y en la casa, no hubo nadie más que Alí, Fátima, Hasan y Husain (P). [33]
Al respecto, Ibn Abi al-Hadid narra una historia que ocurrió durante la vida del Profeta Muhammad (PBD). Se ha narrado que un día, un grupo de politeístas, entre ellos Hibar Ibn Aswad, persiguieron al camello de Zaynab, hijastra del Profeta Muhammad (PBD). Cuando Hibar se acercó al camello de Zaynab, tiró una lanza hacia ella, y ésta aunque no la golpeó, la asustó mucho. Zaynab estaba embarazada y cuando llegó a Medina abortó a su bebé debido al pánico generado por el incidente. Fue entonces que el Profeta (PBD) decretó asesinar a Hibar dondequiera que lo encontrasen.
El maestro de Ibn Abi al-Hadid dice acerca de este evento:
El Profeta Muhammad (PBD) decretó la sentencia de muerte para Hibar Ibn Aswad por haber asustado a su hija Zaynab y haber ocasionado el aborto de su bebé. Si el Profeta (PBD) hubiera estado vivo cuando atacaron la casa de Fátima (P), asustándola y perpetrando el aborto de su bebé, definitivamente habría decretado ejecutar a quien molestó a Fátima (P).
El tercer grupo de las narraciones son las que hacen referencia al remordimiento de Abu Bakr por lo que había hecho durante este evento. Según los historiadores sunitas, Abu Bakr finalmente se arrepintió por lo que había hecho con Fátima (P); y por lo tanto, la visitó en su lecho de enfermedad e intentó pedirle perdón. A continuación se mencionan algunas de estas narraciones:
1- Tabari, un famoso Historiador Sunita, escribe en el libro Tarij al-Umam wa al-Muluk:
En los últimos días de su vida, Abu Bakr decía: “No siento remordimiento por nada en este mundo, excepto por tres cosas que he hecho… en primer lugar, me hubiera gustado que no hubiese abierto (por la fuerza) la casa de Fátima (P), aún si hubiese estado cerrada como protesta en mi contra.” [35]
2- En el libro Kanz al-‘Ummal, Muttaqi Hindi narra la misma historia de la siguiente manera:
En el lecho por enfermedad, cuando Abd al-Rahman Ibn Awf estaba sentado al lado de él, Abu Bakr manifestó su pesar por su pasado diciendo: “No siento remordimiento por nada en este mundo, excepto por tres cosas que he hecho… en primer lugar, me hubiera gustado que no hubiese abierto (por la fuerza) la casa de Fátima (P), aún si hubiese estado cerrado como protesta en mi contra. [36]
Esta historia se ha narrado por otros Sabios e Historiadores Sunitas sin ninguna diferencia en su contenido. [37]
Al final, cabe destacar que las narraciones y evidencias acerca del injusto y poco honorable comportamiento de los compañeros del Profeta (PBD) con la honorable señora Fátima (P) son numerosas, y nosotros solo hemos mencionado una selección de ellas en este artículo. Es de hacer notar; que los Sabios e Historiadores Sunitas, a pesar de que han narrado la historia de la invasión a la casa de Fátima (P) no han mencionado los detalles de este evento.
Notas
- Makarem Shirazi, Zahra Bartarin Banuye Yahan, pág. 48
- Traducción de la Aleya 125 de la Sura al-Nahl.
- Makarem Shirazi, Zahra Bartarin Banuye Yahan, pág. 54
- Traducción de la Aleya 32 de la Sura al-Tawba.
- Bujari, Sahih al-Bujarim tomo 3, pág. 1374.
- Alusi, Ruh al-Ma’ani, tomo 2, pág. 150, Comentario de las aleyas 38-47 de la Sura Ale ‘Imran.
- Muslim Ibn Hayyay, Sahih Muslim, tomo 4, pág. 1903, hadiz 94.
- Traducción de la Aleya 57 de la Sura al-Ahzab.
- Traducción de la Aleya 61 de la Sura al-Tawba.
- Abu Dawud, Sunan Abi Dawud, tomo 2, pág. 486; Musnad Ahmad Hanbal, tomo 5, pág. 275.
- Hakim Neyshaburi, al-Mustadrak ‘Ala al-Sahihain, tomo 3, pág. 167.
- Tirmizi, Sunan Tirmizi, tomo 5, pág. 699.
- Hakim Neyshaburi, al-Mustadrak ‘Ala al-Sahihain, tomo 3, pág. 167.
- Ref. Hakim Neyshaburi, al-Mustadrak ‘Ala al-Sahihain, tomo 3, pág. 164; Musnad Ahmad Hanbal, tomo 6, pág. 282, Sunan Tirmizi, tomo 5, pág. 697.
- Bujari, Sahih al-Bujari, tomo 4, pág. 1549, hadiz 3998.
- Muslim Ibn Hayya, Sahih Muslim, tomo 3, pág. 1380, hadiz 52.
- Según Zahabi e Ibn Hayar ‘Asqalani, Ibn Qutaiba es un sunita extremista.
- Ibn Qutaiba Dinewari, al-Imama wa al-Siyasah, tomo 1, pág. 31.
- Beihaqi, al-Sunan al-Kubra, tomo 6, pág. 300.
- Traducción de la Aleya 23 de la Sura al-Shoura.
- Ibn Sheibe al-Kufi, al-Musnaf fi al-Ahadis wa al-Asar Abu Bakr, tomo 9, pág. 323.
- Suyuti, Yami’ al-Ahadis, tomo 26, pág. 395, hadiz 29333; Ibn Abi al-Hadid, Sharh Nahyul Balaga, tomo 2, pág. 45, hadiz al-Saqifah.
- Tabari, Tarij al-Umam wa al-Muluk, tomo 3, pág. 202.
- Ibn Qutaiba Dinewari, al-Imama wa al-Siyasah, tomo 1, pág. 30.
- Ibn Shahr Ashub, Manaqin Ale Abi Talib, tomo 2, pág. 205.
- Traducción de la Aleya 57 de la Sura al-Furqan.
- Zahabi, Tazkirat al-Huffaz, tomo 4, pág. 199.
- Shafe’i, Fara’id al-Simtayn, tomo 2, pág. 35.
- Ibn Qutaiba Dinewari, al-Imama wa al-Siyasah, tomo 1, pág. 30.
- Esta narración se ha mencionado en las fuentes sunitas.
- Ibn Teimiyeh, Minhay al-Sunna al-Nabawiyah, tomo 8, pág. 293.
- Mas’udi, Isbat al-Wasiyah, pág. 146.
- Shahristani, al-Mulal wa al-Nihal, tomo 1, pág. 52.
- Ibn Abi al-Hadid, Sharh Nahyul Balaga, tomo 14, pág. 193.
- Tabari, Tarij al-Umam wa al-Muluk, tomo 3, pág. 430.
- Muttaqi al-Hindi, Kanz al-’Ummal, tomo 5, pág. 631, hadiz 11314.
- Tabarani, al-Mu’yam al-Kabir, tomo 1, pág. 62, hadiz 43.
Bibliografía
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