Cada año, en muchos países islámicos, se celebra el aniversario del nacimiento de la señora Fátima Zahra (P) como el 'Día de la Madre'. La honorable señora Fátima (P) no solo es un modelo a seguir para todos los creyentes, tanto hombres como mujeres, sino que también es considerada una madre ejemplar en la historia del Islam. En este artículo, exploraremos la historia del nacimiento de la honorable señora Fátima (P) y algunas de las valiosas lecciones y enseñanzas que nos ofrece para toda la comunidad islámica.
El nacimiento de la señora Fátima al-Zahra (P): un regalo de la Ascensión del Profeta del Islam (PBD)
La honorable señora Fátima (P) nació en el quin to año después del surgimiento del Islam (1), específicamente el día 20 del mes de Yumadi al-Zani (2). En un hadiz, el Imam Sadiq (P) mencionó: "Fátima (P) nació el 20 de Yumadi al-Zani, cuarenta y cinco años después del nacimiento del Profeta (PBD)." (3)
Antes de la concepción de la señora Fátima al-Zahra (P), tuvo lugar un evento trascendental en la vida del Profeta (PBD), conocido como el viaje de Mi’ray. En este viaje, por orden de Dios, el Profeta (PBD) ascendió a los cielos para contemplar la grandeza del poder divino. Según el versículo 1 de la Sura Isra, pudo observar los grandes signos de Dios en la inmensidad del cielo con sus propios ojos, y su noble alma estaba preparada para aceptar una misión significativa. Durante este viaje celestial, al pasar por el Paraíso, el ángel Gabriel le ofreció el fruto del árbol paradisíaco de Tuba. Al regresar a la tierra, Fátima (P) fue concebida a partir de la esencia de esa fruta celestial. (4) Por esta razón, se narra en un hadiz que el Profeta (PBD) solía besar a Fátima (P) con frecuencia. Un día, Aisha, sintiéndose celosa, le preguntó: "¿Por qué besas tanto a tu hija?" El Profeta (PBD) respondió: "Cada vez que beso a Fátima, percibo la fragancia del Paraíso en ella." (5)
Apodos de la señora Fátima al-Zahra
La honorable señora Fátima (P) poseía diez nombres, cada uno de los cuales refleja sus atributos y virtudes celestiales. Entre estos nombres y apodos, se destacan:
Fátima (alejada del infierno)
Zahra (luminosa)
Siddiqa (honesta)
Shahida (mártir)
Tahirah (pura)
Radhiah (contenta)
Marziah (la que complace a Dios)
Mubarakah (bendita)
Batul (purificada de impureza)
Sayyeda Nisa' al-'Alamin (Señora de las mujeres del universo)
El nombre "Fátima" encierra una gran buena noticia para sus seguidores, ya que, según un hadiz narrado por el Imam Ali (la paz sea con él), "Fátima" significa que Dios ha salvado a sus seguidores del fuego del infierno. (8)
El nombre "Zahra" también tiene un significado especial. Al Imam Sadiq (la paz sea con él) le preguntaron: "¿Por qué Fátima se llama 'Zahra'?" Él respondió: "Porque Zahra significa brillante, y Fátima era tal que, cuando estaba en el altar de adoración, su luz resplandecía para la gente de los cielos, así como la luz de las estrellas brilla para los habitantes de la tierra. Por eso es llamada Zahra." (9)
El gran amor del Profeta (PBD) hacia Fátima (P)
Una de las virtudes más destacadas de Fátima (P) es que todos los imames (P) pertenecen a su linaje. Además, fue la esposa del gran líder del Islam, el Imam Ali (la paz sea con él).
Existen numerosas declaraciones del Santo Profeta (PBD) que reflejan su profundo amor por su hija Fátima Zahra (P). Este amor además que trasciende la amorosa relación entre padre e hija; es evidencia que él veneraba a Fátima (P) como una mujer santa y divina. (10) En un hadiz, se relata que el Santo Profeta (PBD) dijo: "Cuando siento el deseo del paraíso en mi corazón, beso el cuello de Fátima". (11) En otro hadiz, ampliamente narrado por eruditos tanto shiítas como suníes, se menciona que él afirmó: "Fátima es parte de mi cuerpo; quien la ofende, me ofende a mí; quien la enoja, me ha hecho enojar; y quien la alegra, me alegra a mí". (12)
Con estas palabras, el Profeta (PBD) no solo resaltaba las virtudes de Fátima (P), sino que también buscaba transmitir una verdad fundamental sobre la visión del Islam respecto a la mujer. El Profeta (PBD) solía besar la mano de su hija, la trataba con gran amor y respeto, y deseaba mostrar que una niña es una bendición de Dios, un regalo divino. Una niña tiene el potencial de avanzar en el camino de la perfección y acercarse a Dios. De esta manera, el Profeta (PBD) restauró la dignidad de la mujer en un contexto donde predominaba la oscuridad de la cultura árabe pagana. (13)
La infalibilidad y el conocimiento de la señora Fátima al-Zahra (P)
Según la creencia shiíta, Fátima (P), la hija del Profeta (PBD), posee un estatus de infalibilidad, lo que significa que está libre de pecado y error. Las evidencias que respaldan esta infalibilidad incluyen la aleya de Tathir, (14) el Hadiz al-Baz’a y varios hadices que subrayan la infalibilidad de Ahlul-Bait (P), como el hadiz de Zaqalain y el hadiz de Safina.
La Aleya de Tathir (15) es un versículo que describe la pureza absoluta de los Ahlul-Bait (la familia del Profeta), a la que pertenece Fátima (P). Los eruditos shiítas citan este versículo para demostrar la infalibilidad de Fátima (P). Según narraciones transmitidas por shiítas [16] y sunitas [17], este versículo fue revelado en honor a los Compañeros del Manto (Ashab al-Kisa). Por lo tanto, el término Ahlul-Bait mencionado en el versículo se refiere a cinco personas: el Profeta Muhammad (P), el Imam Ali (P), la Señora Zahra (P), el Imam Hasan (P) y el Imam Husain (P) [16]. Se narra que cada vez que el Profeta (P) llegaba a la puerta de la casa de Fátima (P) durante la oración del alba, la saludaba diciendo: “Oh Ahlul-Bait, ¡la Oración!”, y luego recitaba la Aleya de Tathir.
Además, al haber sido criada en el regazo de un padre como el Santo Profeta (PBD), Fátima (P) poseía un conocimiento excepcional. En las fuentes islámicas confiables, se encuentran narraciones que revelan su elevado estatus de conocimiento.
Abu Na’im relata que en una ocasión, el Santo Profeta (PBD) se dirigió a sus compañeros y preguntó: "¿Qué es lo mejor para las mujeres?" Los compañeros no supieron qué responder. El Imam Ali (la paz sea con él) fue a consultar con Fátima (P), quien respondió: "¿Por qué no dijiste que lo mejor para ellas es no ver a los hombres no-Mahrams, y no ser vistas por los hombres no-Mahrams?" El Imam Ali (P) llevó esta respuesta al Profeta (PBD), quien preguntó: "¿Quién te enseñó esta respuesta?" El Imam (P) respondió: "Fátima". El Profeta (PBD) exclamó: "En verdad, ella es parte de mí". (18)
Este relato del Profeta (PBD) subraya que Fátima al-Zahra (P) no solo era parte de su cuerpo, sino que también era parte de su alma. Su conocimiento, moral, fe y virtudes emanaban del alma del Profeta (PBD), considerándola un rayo de ese sol y una llama de esa luz iluminadora.
Su conexión con el mundo oculto
La fuente del conocimiento ilimitado de la señora Fátima (P), además de las enseñanzas del Santo Profeta (PBD), fue también el resultado de su conexión con el mundo invisible. Por esta razón, se le conoce como Muhaddaza. Este apodo, que significa “la mujer con quien hablan los ángeles”, es uno de los títulos honorables de la señora Fátima (P) y también se utiliza en relatos sobre otras mujeres, como Maryam (P) y Sara. Se ha narrada que los ángeles se comunicaban con la honorable señora Zahra (P), brindándole noticias sobre los creyentes y el futuro.
Qurtubi escribe al respecto: “Muhaddaza es una persona inspirada, cuyas ideas y pensamientos son verdaderos. Lleva en su corazón una forma de inspiración o revelación del mundo superior, y las palabras de la verdad fluyen de su lengua. Los ángeles le hablan, aunque no haya alcanzado el estatus de profeta. Esta es la dignidad que Dios otorga a algunos de Sus siervos.” (19)
El Imam Sadiq (la paz sea con él) menciona sobre la señora Fátima al-Zahra (P): “Fátima, la hija del Mensajero de Dios, era Muhaddaza, pero no era un profeta. Se le llamó Muhaddaza porque los ángeles solían descender sobre ella desde el cielo y conversaban con ella, como lo hacían con María (P), diciéndole: Oh Fátima, en verdad, Dios te ha escogido, purificado y te ha elegido entre todas las mujeres. En una ocasión, la señora Fátima (P) le preguntó a los ángeles: ¿No es María superior a todas las mujeres del mundo? Ellos respondieron: No, porque María fue solo la señora de las mujeres de su tiempo, pero Dios Todopoderoso te ha hecho la señora de las mujeres del mundo, desde las primeras hasta las últimas.” (21)
Además, en algunos hadices se menciona que Gabriel habló con la señora Fátima (P). Las narraciones sobre este tema indican claramente que, tras el fallecimiento del Santo Profeta (P), Dios Todopoderoso envió a los ángeles para consolar a la señora Fátima al-Zahra (P). En este sentido, el Imam Sadiq (la paz sea con él) dice: "Fátima no vivió más de 75 días después de la muerte del Santo Profeta (PBD), y el dolor por la pérdida de su padre llenó su corazón. Por esta razón, Gabriel descendió a ella repetidamente para consolarla. A veces le hablaba sobre la posición y dignidad de su honorable padre, y otras veces le informaba sobre los acontecimientos que les sucederían a sus descendientes tras su fallecimiento. El Imam Alí (P) escribía lo que dictaba Gabriel, y esta colección de palabras llegó a conocerse como el Mus-haf de Fátima." (22)
El Hiyab y la castidad en la vida de la señora Fátima al-Zahra (P)
En un consejo educativo dirigido a las mujeres, la señora Fátima al-Zahra (P) expresó: "Lo mejor para una mujer es no ver a los hombres no-Mahram y no ser vista por los hombres no-Mahrams”. (23)
Se ha narrado que la honorable señora Fátima (P) fue un ejemplo excepcional en la observación de las normas del Hiyab islámico. En este sentido, el Imam Baqir (la paz sea con él) relata que el pañuelo de Fátima (P) llegaba hasta la mitad de su brazo. (24) Este pañuelo era solo una parte de su hiyab, ya que su vestimenta era mucho más completa cuando salía de casa y asistía a reu n i o nes públicas. En la descripción de su vestimenta durante los tristes acontecimientos posteriores al fallecimiento del Santo Profeta (P), se menciona que: "Se colocó el velo sobre la cabeza y se cubrió completamente desde la cabeza hasta los pies con su túnica larga. Salió junto a un grupo de mujeres, mientras que la cola de su túnica tocaba el suelo." (25)
El ascetismo de la señora Fátima al-Zahra (P)
Una de las características más notables de la señora Fátima al-Zahra (P) era su desapego por la riqueza mundana, llevando una vida sencilla y austera. Esta sencillez se reflejó claramente en su dote. Según fuentes históricas, cuando la señora Fátima al-Zahra (P) se trasladó a la casa del Imam Ali (P), su dote era sumamente modesta. Las narraciones indican que la lista de su dote, adquirida con el dinero del Imam Ali (P), incluía:
Una camisa valorada en 7 dírhams.
Una tela valorada en 4 dírhams.
Una toalla grande.
Una estera tejida de hojas de palma.
Dos colchones con coberturas de lana gruesa: uno relleno de fibra de palma y el otro de lana de oveja.
Cuatro almohadillas.
Cortinas de lana.
Una estera.
Un molino manual.
Una palangana de cobre.
Un almizclero de cuero.
Un recipiente de madera.
Cuencos para ordeñar leche.
Un almizclero para agua.
Un aguamanil de recubierto hosco.
Una jarra verde.
Varios vasos de barro.
Se relata que, al ver la dote tan sencilla de su hija Fátima, el Profeta Muhammad (PBD) se emocionó y conmovió hasta derramar lágrimas y exclamó: "Oh Dios, bendice a la gente cuyos utensilios son mayormente de barro". (27)
En otra narración, se cuenta que cuando se le enviaron a Fátima (P) una cortina, un brazalete y un par de pendientes de plata, ella decidió enviarlos a su padre para que los utilizara en el camino de Dios. Al ver esto, el Profeta (PBD) repitió tres veces: "Fátima hizo lo que yo esperaba; que su padre sea sacrificado por ella". (28) Además, Fátima (P) asumía las tareas del hogar del Imam Ali (P) con tanto compromiso que, mientras molía trigo para hacer pan, sostenía a su bebé con la otra mano. (29)
La señora Fátima al-Zahra (P), una madre ejemplar
Una de las enseñanzas más valiosas de la señora Fátima al-Zahra (P) es su enfoque en la crianza de sus hijos, que puede servir de modelo para todas las madres. Fátima (P) disfrutaba jugar con sus hijos, utilizando esos momentos para desarrollar su carácter y ofrecerles un ejemplo positivo en la vida a través de palabras y frases adecuadas. Por ejemplo, al jugar con su hijo Imam Hasan (P), lo levantaba y le recitaba un poema que decía: "Hijo mío Hasan, sé como tu padre; rompe la cuerda de opresión. Adora a Dios, el dueño de bendiciones, y nunca te hagas amigo de los opresores". (30)
La justicia en el trato con los niños y la construcción de su confianza tienen un impacto profundamente positivo en su desarrollo. En la relación de Fátima (P) con sus hijos, se pueden observar ejemplos de este importante principio educativo.
La posición de "la madre" en las enseñanzas islámicas
En el Sagrado Corán, la posición y el estatus de la "madre" se mencionan cuatro veces después de la doctrina del "monoteísmo". (33) Los versículos y hadices reflejan expresiones que destacan la dignidad y el valor de la madre. Por ejemplo, en el versículo 14 de la Sura Luqman y el versículo 15 de la Sura Ahqaf, se enfatiza el sufrimiento y los esfuerzos de la madre durante el embarazo, subrayando la importancia de su labor y la necesidad de ser agradecidos por ello. Este énfasis se debe a que las madres dedican su vida al desarrollo de sus hijos. (36) En una declaración profética se dice: "El paraíso está bajo los pies de las madres". (37) Además, se narra que cuando un hombre le preguntó al Profeta (PBD) ¿a quién es mejor hacer el bien? el Mensajero de Dios (PBD) le aconsejó ser amable con su madre. Al repetir la pregunta, recibió la misma respuesta tres veces. (38) Asimismo, el Santo Profeta (PBD) consideró que hacer el bien a la madre y obtener su satisfacción es un paso crucial hacia el arrepentimiento y la búsqueda del perdón de los pecados, así como para alcanzar un buen destino. (41) Por otro lado, el descontento de la madre se considera uno de los cuatro factores que pueden obstaculizar la misericordia de Dios hacia el ser humano. (42)
¿Por qué el Islam enfatiza la posición de la madre?
El énfasis del Islam en la posición de las "madres" no solo se relaciona con aspectos espirituales, sino que también responde a una realidad social innegable. La influencia de la madre en la formación de la familia, la institución social más importante, es innegable. La sociedad está compuesta por un conjunto de pequeñas familias que se unen para formar un sistema social único. Para construir una sociedad exitosa, es fundamental transmitir valores como el sacrificio, el afecto, el amor, las costumbres y la cultura a través de la familia, preparando así a las futuras generaciones. (43)
En este proceso, aunque tanto las madres como los padres participan, son las madres quienes desempeñan un papel fundamental debido a la profundidad de su interacción y comunicación con sus hijos. Aquellos que subestiman el papel de la "madre" y limitan el concepto de "mujeres exitosas" a roles laborales en el ámbito público, ponen en riesgo el bienestar de las generaciones futuras. En la actualidad, en muchos países desarrollados, la educación de los niños se ha delegado a maestras de "guarderías" y otros, quienes a menudo tienen una visión laboral de esta importante responsabilidad y pueden no prestar la atención necesaria a sus deberes educativos. Además, la falta de presencia de la madre en el hogar y el tiempo insuficiente dedicado a la crianza pueden resultar en deficiencias mentales y emocionales en los niños. Estos niños pueden desarrollar tendencias agresivas y complejas, quedando vulnerables ante las influencias negativas de la sociedad. Así, se revela la razón del énfasis del Islam en el papel de "la madre".
Notas:
(1). Al-Kafi, Kulaini, Muhammad Ibn Ya’qub Ibn Is-haq, investigador/corrector: Qafari, Ali Akbar, Ajundi, Muhammad, Dar al-Kutub al-Islami, Teherán, 1407 H, cuarta edición, volumen 1, página 458; Dalail al-Imamah, Tabari Amli Saqir, Muhammad Ibn Yarir Ibn Rostam, Qom, 1413 H, primera edición, página 79; Rawda al-Waazin, Fatal Neishabouri, Mohammad Ibn Ahmad, Razi, Qom, 1375 H, primera edición, volumen 1, página 143.
(2). Masar al-Shi'a, Mofid, Muhammad Ibn Muhammad, Najaf, Mahdi, Dar al-Mofid, Qom, 1413 H, primera edición, página 54; Al-Misbah, Kafami, Ibrahim Ibn Ali Aamili, Dar al-Radi, Qom, 1405 H, segunda edición, página 512.
(3). Al-Imamah, Tabari Amli Saqir, Muhammad Ibn Yarir Ibn Rostam, Qom, 1413 H, primera edición, página 79.
(4). Tafsir de Furat al-Kufi, Kufi, Furat Ibn Ibrahim.
(5). Bihar al-Anwar, Maylesi, Muhammad Baqir Ibn Muhammad Taqi, Beirut, 1403 H, segunda edición, volumen 43, página 6.
(6). Zahra (P) la mejor dama del mundo, Makarem Shirazi, Nasser, editorial: autor, Qom, primera edición, página 21.
(7). Kitab al-Ain, Farahidi, Jalil Ibn Ahmad, Qom, 1409 H, segunda edición, volumen 7, página 442.
(8). Bihar al-Anwar, Ibíd. Volumen 42, página 16.
(9). Bihar al-Anwar, ibíd., vol. 42, página 12.
(10). Zahra (P), la mejor dama del mundo, ibid, página 25.
(11). Tabari, Mohibeddin Ahmad Ibn Abdullah, Zaja’ir al-Uqba, Biblioteca Al-Qudsi, El Cairo, 1356 H, página 36.
(12). Creencias de Imamiyyah, Ibn Babiwaih, Muhammad Ibn Ali, Congreso Sheij Mufid, Qom, 1414 H, página 105.
(13). Zahra (P), la mejor dama del mundo, Ibíd. página 28.
(14). Sura Ahzab, versículo 33.
(15). Al-Shafi fi Al-Imamah, Sayyed Murtaza, Ali Ibn Hossein, Investigación: Hosseini, Seyyed Abdul Zahra, Publicaciones Ismailian, Qom, 1410 H, Volumen 4, página 95.
(16). Por ejemplo, ver: Al-Ihtiyay, Tabarsi, Ahmad Ibn Ali, Investigación: Jirsan, Mohammad Baqer, Dar al-Numan, Najaf, 1386 H, Volumen 1, página 215; Al-Dur Al-Manthur , Suyuti, Yalaluddin, Biblioteca Marashi Najafi, Qom, 1404 H, Volumen 5, página 198.
(17). Al-Dur al-Manthur , ibíd., volumen 5, página 305; Manaqib Ali Ibn Abi Talib, Ibn Mardiwaih Esfahani, Ahmad Ibn Musa, investigación: Abdul Razzaq, Mohammad Hossein, Publicaciones Dar al-Hadith, Qom, 1424 H, página 305.
(18). Da'aim al-Islam, Ibn Hayyun, Nu'man Ibn Muhammad Maqribi, investigador/corrector: Fayzi, Asif, Fundación Alul-Bayt, Qom, 1385 H, segunda edición, volumen 2, página 215.
(19). Fayz al-Qadir fi Sharh al-Yame al-Saqir, al-Manawi, Muhammad Abd al-Raouf, Egipto, 1356 H, primera edición, volumen 4, página 507.
(20). Al-Kafi, Ibíd. volumen 1, página 270.
(21). El libro de Sulaim Ibn Qais al-Hilali, Hilali, Salim Ibn Qais, investigador/corrector: Ansari Zanjani, Muhammad, publicación Al-Hadi, Qom, 1405 H, primera edición, volumen 2, página 824.
(22). Bihar al-Anwar, ibíd., volumen 26, página 41.
(23). Wasa’il Al-Shia, Sheij Hurr Amli, Muhammad Ibn Hassan, investigador/corrector: Fundación Alul-Bayt, Qom, 1409 H, primera edición, volumen 20, página 67.
(24). Makarem al-Ajlaq, Tabarsi, Hasan Ibn Fazl, publicación Al-Sharif al-Radhi, Qom, 1412 H, cuarta edición, página 93.
(25). Bihar al-Anwar, ibíd., volumen 29, página 216.
(26). Zaja’ir al-Uqba, Tabari, Mohibuddin, Qom, 1528 H, primera edición, volumen 1, página 222.
(27). Kashf Al-Qumma, Al-Irbili, Bahauddin Ali Ibn Isa, Sharif Razi, Qom, Volumen 1, página 359.
(28). Bihar al-Anwar, ibíd., vol. 43, página 20.
(29). Haliya al-Awliya y Taqabat al-Asfia, Al-Asbahani, Ahmad Ibn Abdullah, Editorial Al-Saada, Egipto, 2014 H, Volumen 2, página 41.
(30). Al-Mayalis al-Sunniah, Al-Amin, Seyyed Mohsen, volumen 1, página 18.
(31). Bihar al-Anwar, ibíd., vol. 43, página 283.
(32). Ibíd. tomo 41, página 34.
(33). Referencia: versículo 83 de la Sura Baqarah, versículo 36 de Sura Nisa, versículo 151 de Sura An'am, versículo 23 de Sura Isra'.
(36). Tafsir Nemune, Makarem Shirazi., Nasser, Dar al Kitab al-Islamiya, Teherán, 1371 H, décima edición, volumen 17, página 40.
(37). Mustadrak al-Wasail, Nuri, Hossein Ibn Muhammad Taqi, Fundación Alul-Bayt, Qom, 1408 H, primera edición, volumen 15, página 180.
(38). Al-Kafi, ibíd, volumen 2, página 159.
(41). Al-Kafi, tomo 71, página 82.
(42). Ibíd. tomo 21, página 71.
(43). Ver: Rawanshenasi Arshad, Niyabati, Instituto Mehshad, Teherán, 1371 H, página 67.