Ruqayyah (P) hija del Imam Husain (P), una mártir de tres años

Ruqayyah (P) hija del Imam Husain (P), una mártir de tres años


Ruqayyah bint al-Husain fue una de las hijas del Imam Husain (P) que estuvo presente en Karbala y alcanzó el martirio poco después del suceso de Ashûra, a la edad de 3 años. Ella se encontraba entre los cautivos que fueron llevados a Sham (Siria) y alcanzó el martirio en una de las ruinas de esta ciudad durante este cautiverio, cuando contaba con tan sólo tres años de edad.‌

Según algunos informes, la honorable Ruqayyah (P) nació en el año 57 de la hégira. Hay muchas narraciones sobre la fecha de nacimiento de la honorable Ruqayyah (P) en diferentes fuentes. En algunas narraciones se ha mencionado que la fecha de nacimiento de la honorable Ruqayyah (P) es el 17 de Sha’ban y en otros se ha dicho que es el 23 de Sha’ban.

 

Ruqayyah, una de las hijas del Imam Husain (P)

Se ha narrado que el Imam Husain (la paz sea con él) tuvo 10 hijos: seis varones y cuatro hembras. [1] El nombre de la honorable Ruqayyah (P) se ha mencionado varias veces en los libros de historia. Por ejemplo, Muhammad Ibn Talha al-Shafe’i menciona que el Imam Husain (P) tenía cuatro hijas; y entre ellas se encontraba Ruqayyah.[2]

También, en el libro de Lubab al-Ansab se escribe: “Después del suceso de Ashûra, no quedaron con vida los hijos del Imam Husain (P), a excepción del Imam Sayyad (P), Fátima, Sukainah y Ruqayyah." [3]

Se ha mencionado en el libro de al-Luhuf que cuando el Imam Husain (P) quiso despedirse de sus familiares en el día de Ashûra, llamó a las mujeres de su familia, mencionando los nombres de Zainab (P), Umm Kulzum (P), Ruqayyah (P), Fátima bint al-Husain (P) y Rubab (P). [4]

Ruqayyah (P) era la hija de tres años del Imam Husain (P) quien estuvo presente en Karbala el día de Ashura. Ella fue tomada cautiva después de la tragedia de Ashura, y alcanzó el martirio 25 días después, en el quin to día del mes de Safar.

En el libro "Muntajab Al-Tawarij" se afirma: Una de las tumbas ubicadas en Siria es la tumba de la honorable Ruqayyah bint al-Husain (P). El Sheij Muhammad Ali Shami narra:

Mi abuelo Seyyed Ibrahim Damashqi tuvo tres hijas. Una noche su hija mayor soñó con la honorable Ruqiyyah (P) y ella le dijo en el sueño: “Dile a tu padre que informe al Gobernador de Sham que venga a reparar mi tumba ya que ha caído agua en ella.” La niña le contó a su padre sobre el sueño, pero su padre no le prestó atención. En la segunda noche, la segunda hija del Sayyed y en la tercera noche, la tercera hija del Sayyed tuvieron el mismo sueño, y en la cuarta noche, el propio Seyyed Ibrahim soñó con el Profeta (PBD) y él le dijo en el sueño: “¿Por qué no informas al gobernador?”

El día siguiente, el Sayyed fue ante el gobernador de Sham y le contó la historia. El gobernador ordenó que se reunieran los eruditos shiítas y suníes y finalmente decidieron abrir la tumba. El mismo Sayyed cavó la tumba, y sacó el cuerpo de la niña, mientras que estaba sana e intacta. Ellos repararon la tumba y la colocaron en ella de nuevo. Se ha narrado que después de terminar el trabajo, Seyyed le pidió a Dios que le concediera un hijo, y su súplica fue respondida. El gobernador de Sham le escribió esta historia al sultán del imperio otomano de aquel entonces, y el sultán Abdul Hamid nombró a Seyyed Ibrahim como el guardián del mausoleo. [5]

Esta historia parece haber sucedido en el año 1280 de la hégira, es decir 1200 años después del martirio de la honorable Ruqayyah (P).

 

Una niña sedienta en el suceso de Karbala

Hilal Ibn Nafi’ narra:

Yo estaba entre dos filas del ejército de los kufanos en el día de Ashûra y vi a una niña salir del campamento del Imam Husain (la paz sea con él) cuando el Imam (P) iba a dirigirse al campo de batalla. La niña corrió temblando con sus pasos pequeños hasta que alcanzó al Imam Husain (P), tomó la ropa del Imam (P) y dijo: “¡Oh padre, Mírame que tengo mucha sed!

Esta escena fue como la sal rociada sobre las heridas del Imam (P), sus lágrimas brotaron de sus ojos y dijo:

“Hija mía, sé que estas sedienta. Que Dios sacie tu sed, ya que él es mi guardián y refugio.”

Hilal le preguntó a la gente quién era esta niña y cuál era su relación con el Imam Husain (la paz sea con él). Dijeron: “Ella es Ruqayyah, la hija del Imam Husain (P)”. [6]

 

La honorable Ruqayyah (P) en la tarde de Ashura

En la tarde del día de Ashura, cuando los enemigos asaltaron las tiendas para saquearlas, encontraron un total de 23 niños de la familia del Imam (P) dentro de las tiendas.

Le Informaron a Umar Ibn Saad, el comandante del ejército del enemigo, que estos 23 niños estaban en peligro de morir a causa de una sed intensa. Cuando llevaron agua para los niños, Ruqayyah (P) no tomó agua sino que corrió hacia el lugar del martirio del Imam Husain (P) con el vaso de agua en su mano. Uno de los soldados enemigos le preguntó, ¿a dónde vas?

Ella dijo: “Mi padre tenía sed, quiero encontrarlo y darle agua.”

El soldado le dijo: “Toma el agua tú misma, ya que tu padre fue martirizado con labios sedientos.” [7]

 

La alfombra del rezo del Imam Husain (P)

Se ha narrado que la honorable Ruqayyah (P) siempre extendía la alfombra de rezo de su padre en los horarios de la oración y el Imam rezaba sobre esta alfombra. En la tarde de Ashura, según su costumbre, extendió una estera para su padre y se sentó esperando a su padre, pero después de un rato, vio a Shimr (el asesino del Imam Husain) entrar en la tienda. Al ver a la niña junto a la estera de su padre, Shimr le dijo a su esclavo: "¡Golpea a esta niña!" El esclavo no siguió esta orden y fue entonces que el mismo Shimr (que la maldición de Dios sea sobre él) se adelantó y abofeteó la pequeña cara de la niña del Imam Husain (P). [8]

 

Los méritos y milagros de la honorable Ruqayyah (P)

A lo largo de la historia, la honorable Ruqayyah ha realizado numerosos milagros. En este texto, bastamos con mencionar una selección de estas historias.

El difunto Mirza Ali Muhaddiz zadeh, hijo del Sheij Abbas Qomi (autor del libro de Mafatih al Yinan), narra:

Durante un año sufrí de enfermedad laríngea, hasta que no me fue posible subir al púlpito y hablar. Acudí a un médico especialista y después del tratamiento, resultó que mi enfermedad era tan grave que algunas de las cuerdas vocales quedaron discapacitadas y paralizadas, y mi enfermedad parecía incurable. Además de la prescripción que me hizo, el médico me ordenó reposo y me dijo que debía abstenerme de dar discursos o hablar durante unos meses.

En tal situación, no tuve más remedio que recurrir a los favores del Imam Husain (la paz sea con él). Un día, después de las oraciones del mediodía y de la tarde, derramé muchas lágrimas y me dirigí al señor de los mártires, el Imam Husain (P) y dije: “Oh hijo del Mensajero de Dios (PBD), soportar esta enfermedad es difícil para mí. Además, soy un clérigo y debo dar discursos para la gente y la gente espera escuchar mis charlas en la mezquita. Esto ha sido mi trabajo desde el comienzo de mi vida hasta ahora, y soy uno de los sirvientes de Ahlul-Bait (P). ¿Qué pasó ahora que tengo que dejar esta tarea tan importante debido a una enfermedad? Además, el bendito mes del Ramadán está cerca, ¿qué debo hacer con la gente que me invita (para dar discursos)? Señor, por favor ayúdeme para que Dios me sane.”

Luego, dormí poco a poco como de costumbre. En mi sueño, me vi en una gran habitación, la mitad de la cual estaba iluminada y la otra parte estaba oscura. En la parte que estaba iluminada, vi al Imam Husain (P) sentado. Me sentí muy feliz. Intenté suplicarle diciéndole que el bendito mes de Ramadán estaba cerca y las personas me habían invitado a muchas mezquitas, pero ¿cómo iba a dar un discurso con esta laringe dañada?

El Imam (P) me señaló y dijo: “Dile a este Sayyed que está sentado en la puerta, que mencione la historia del martirio de mi hija. Entonces derrama algunas lágrimas, y si Dios quiere, te sanarás.”

El Sayyed que estaba a la puerta comenzó a mencionar la historia del martirio de la honorable Ruqayyah (P) y yo estaba llorando y derramando lágrimas, y fue entonces que mis hijos me despertaron. Inmediatamente fui al médico y tras un examen se reveló  que no hubo ninguna señal de la enfermedad en mi garganta. El médico se sorprendió mucho y me preguntó ¿qué medicinas tomaste para obtener resultados tan rápidos y eficientes?

Le expliqué lo sucedido. El médico se sentó detrás de su mesa mientras sus lágrimas caían sobre sus mejillas. Entonces me dijo: "Señor, no había otra manera de curar su problema excepto con  un milagro." [9]

 

Una mujer cristiana se convirtió en musulmana después de ver un milagro de la honorable Ruqayyah

El Sayyed Askar Haidari, uno de los eruditos de Siria narra:

Una mujer cristiana trajo a una niña incapacitada del Líbano a Siria, porque los médicos libaneses no habían podido curarla. Ella se instaló en una casa cerca del santuario de la honorable Ruqayyah (P) para visitar a los doctores de Siria y encontrar el tratamiento de su hija. Llegó el día de Ashura y ella vio a la gente acudiendo en multitudes al santuario sagrado de Ruqayyah (P). Preguntó “¿qué está pasando aquí?” Le dijeron que este lugar es el santuario de la hija del Imam Husain (P).

Ella dejó sola en casa a su hija enferma, cerró la puerta de la habitación y se dirigió al santuario de la honorable Ruqayyah (P) y lloró hasta tal punto que se desmayó. En ese momento alguien le dijo que se levantara y que se fuera a su casa, ya que Dios había sanado a su hija. Ella se levantó y fue a la casa y vio a su hija jugando. Entonces, la niña le dijo a su madre:

Cuando te fuiste, una niña llamada Ruqayyah (P) entró al cuarto y me dijo que me levantara para poder jugar juntas. Esa niña me dijo: Di “Bismil-lah al-Rahman al-Rahim” (En el nombre de Allah, el compasivo, el misericordioso), para que puedas levantarte.” Luego tomó mi mano y me levanté, y vi que todo mi cuerpo estaba sano.

Esta mujer cristiana se hizo musulmana después de ver este milagro de la hija del Imam Husain (la paz sea con él). [10]

 

Historia de su martirio

El difunto Muhaddiz Qoumi narra que las mujeres de la familia del Profeta (PBD) solían ocultar el martirio de sus padres a sus hijos pequeños y decían: “Vuestros padres se han ido de viaje”. Esta historia continuó hasta que Yazid llevó a los cautivos de Karbala a Sham y ellos se instalaron en unas ruinas cerca del palacio de Yazid. En la noche, una de las hijas del Imam Husain (la paz sea con él) que tenía casi cuatro años, se despertó preocupada y perturbada y dijo: “¿Dónde está mi padre?

Cuando las mujeres escucharon estas palabras, lloraron y alzaron la voz hasta que Yazid las escuchó y preguntó: ¿Qué ha pasado?

Cuando le informaron sobre la niña del Imam (P), él ordenó que le llevaran la bendita cabeza de su padre. Cuando le llevaron la cabeza del Imam Husain (la paz sea con él) a esa niña, ella preguntó: ¿Qué es esto? Dijeron: “Es la cabeza de tu padre” La niña al ver la cabeza de su padre, la abrazó y gritó, hasta que de repente quedó en silencio y entonces todos se dieron cuenta de que su alma había salido de este mundo.

En algunos libros se menciona esta historia con más detalles y se dice que le pusieron una manta a esa cabeza y dijeron: Esta es la cabeza de tu padre. Esa niña tomó la cabeza y la puso en su regazo y dijo: “Oh padre, ¿quién me dejó huérfana cuando era niña?” La niña continuó hablando con la cabeza de su padre, la besó y lloró tanto hasta que se desmayó. Cuando la movieron, se dieron cuenta de que había fallecido. [11]

Se ha narrado que en el momento de sus rituales fúnebres, cuando una mujer de Siria estaba dándole el baño completo fúnebre, de repente dejó de trabajar y dijo: ¿Quién es el guardián de estos cautivos?

La honorable señora Zainab (P) dijo: "¿Qué quieres?"

La mujer dijo: ¿Qué enfermedad padece esta niña que tiene el cuerpo magullado?

La honorable Zainab (P) respondió:

“Ella no estaba enferma; Estos moretones son efectos de los latigazos y golpes de los enemigos.” [12]

En la actualidad hay un magnífico santuario en Damasco que se atribuye a la honorable Ruqayyah (P), hija del Imam Husain (P), y cada año miles de devotos de Ahlul-Bait (P) van a visitarlo.

El difunto Seyyed Mohsen Amin menciona a Ruqayyah bint Al-Husayn en los su libro A’yan al-Shia y dice que hay una tumba en Damasco que se le atribuye a ella. [13]

El martirio de la hija de tres o cuatro años del Imam Husain (la paz sea con él) en las ruinas de Sham en esa situación desgarradora y luego la construcción de ese magnífico santuario sobre su tumba, se ha convertido en una lección muy importante para todos. Ya que todos vieron cómo aquellos magníficos palacios de los omeyas fueron destruidos y no quedó ni un rastro de ellos, pero esa ruina fue bendecida por la bendición de una niña de la familia del Santo Profeta (PBD) y este tema se ha convertido en un tema candente para los escritores y poetas, y algunos han escrito hermosos poemas al respecto; Entre ellos, un poeta persa ha dedicado los siguientes versos en nombre de la honorable Ruqayyah (P):

¡Oh peregrinos de mi tumba! Mi historia en Sham es una lección para todos.

Mi tumba se ha convertido en un santuario y el palacio de mi enemigo se ha convertido en ruinas.

Yo era una niña de tres años, huérfana y en cautiverio, y mi enemigo era un sultán cruel y poderoso.

 Se jactaba de estar en un palacio lujoso, y el orgullo lo había vuelto loco.

Pero su reino desapareció, mientras que mi nombre quedó vivo para siempre.

Para él quedó una humillación eterna, y para mí un honor eterno. [14]

 

Referencias

[1] Kashf al-Gumma, volumen 2, primera edición, Tabriz, 1381, p.38.

[2] Tabasi, Ruqiyyah Bint Al-Husain, 2013, págs. 8-9.

[3] Beihagi, Lubab al-Ansab, p. 355

[4] Sayyed Ibn Tawus, al-Luhuf. p. 141

[5] Muntajab Al-Tawarij, página 388, primera edición.

[6] Sogname Ale Muhammad, página 340.

[7] Samrat al-Hiyat, vol. 2, página 38.

[8] Las estrellas brillantes de Sham, página 203.

[9] Las estrellas brillantes de Sham, página 264.

[10] La estrella brillantes de Sham, página 270; Sahab Rahmat página 777.

[11]. Nafas al-Mahmum, págs. 259 y 260

[12] Waqaye’ al-Hawadiz, volumen 5, página 81.

[13] A’yan al-Shia, volumen 7, página 34.

[14] Ashura, raíces, motivaciones, eventos, consecuencias, escrito por Saeed Davoudi y Mahdi Rostamneyad, (bajo la supervisión del Gran Ayatolá Nasser Makarem Shirazi), pág.614.

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