En el nombre de Dios, el misericordioso, el compasivo
Los crímenes de los grupos Takfiries y las masacres s e l e c tivas en Afganistán y, en particular, el reciente ataque en una escuela que tuvo como resultado el martirio y heridas de un gran número de niñas y estudiantes inocentes en este mes sagrado solo por su devoción y seguimiento de Ahlul-Bait. (P) han causado una vez más un gran dolor y una profunda tristeza. A pesar de que han pasado muchos años desde el inicio de tales inseguridades, lamentablemente ni el gobierno afgano ni las organizaciones judiciales, militares y de seguridad de este país han podido encontrar una solución a esta enorme crisis todavía, y a diario, escuchamos las trágicas noticias de atroces actos de derramamiento de sangre y masacre en este país.
Yo, además de extender mi más sentido pésame al Imam de la época (que Dios adelante su reaparición) y a las afligidas familias de las víctimas y a la noble nación afgana, deseo la plena recuperación de todos los heridos en este incidente y lo condeno en los términos más enérgicos. También exijo urgentemente a los funcionarios del gobierno, figuras nacionales y religiosas de Afganistán, así como a las comunidades musulmanas internacionales, que castiguen severamente a quienes llevaron a cabo este ataque con el objetivo de plantar las semillas de la discordia entre los musulmanes y empañar la imagen divina del Islam.
Si Dios quiere, el tumor maligno del Takfirismo y el terrorismo pronto serán erradicados de las tierras musulmanas.
Qom,
Naser Makarem Shirazi
11 de mayo de 2021