Una reflexión sobre los efectos y bendiciones del mes de Ramadán

Una reflexión sobre los efectos y bendiciones del mes de Ramadán


Para aprovecharse mejor de los beneficios materiales y espirituales del ayuno, el ayunante además de abstenerse de comer y beber, también debe abstenerse de cometer pecados. El ayunante debe ofrecer sus mejores esfuerzos para purificar su alma durante los días de ayuno purificándose a sí mismo y preparándose para recibir la gracia y la misericordia de Dios. ‌

El bendito mes de Ramadán es el mes de la llegada de grandes bendiciones de Dios, y una de las ocasiones más oportunas para aumentar nuestro conocimiento y sabiduría. El hecho de que el mes de Ramadán ha adquirido superioridad sobre otros meses se debe a que este mes es designado por Dios como el mes de ayuno y que en este mes, el Corán, el criterio para distinguir entre la verdad y la falsedad fue revelado al Profeta Muhammad (PBD). [1] [2]

Con respecto a los propósitos y las filosofías del mes de ayuno, Dios dice en el sagrado Corán:

“El mes de Ramadán, en el cual fue hecho descender el Corán, como una guía para la gente, como indicaciones claras de la Guía y del Discernimiento. Por tanto, quien de vosotros esté presente ese mes, que ayune en él. Y quien esté enfermo o de viaje, que ayune un número igual de días en otro momento. Quiere Dios para vosotros la facilidad y no quiere para vosotros la dificultad y quiere que completéis el número de días y que ensalcéis a Dios por haberos guiado y así, quizás, seáis de los que agradecen.” (Corán, 2: 185)

En esta aleya, la frase “completar el número de días” [3] se refiere a la obligación del ayuno durante todos los días de este mes, significando que es obligatorio para todos los musulmanes maduros, cuerdos y saludables realizar el ayuno durante todos los días del mes de Ramadán. Es por lo tanto que incluso aquellos que pierden el ayuno del mes de Ramadán debido a la enfermedad o la menstruación, tienen que recuperar los ayunos perdidos después de este mes. [4]

El mes de Ramadán es el mes de súplica y adoración. El Imam Sadiq (P) dice en un hadiz: “En el mes de Ramadán, las puertas del cielo están abiertas, los demonios están encarcelados y las obras de la gente son aceptadas por Dios.” [5] [6] [7]

En otra narración, el Profeta Muhammad (PBD) recomienda a los musulmanes seguir las siguientes instrucciones durante el mes de Ramadán: “Den de caridad a los pobres y necesitados, respeten a los ancianos, honren a los niños, mantengan sus relaciones familiares, protejan sus lenguas [del pecado], cierren los ojos frente a las escenas ilícitas, protejan sus oídos de palabras y sonidos prohibidos, sean amables con los huérfanos, arrepiéntanse de sus pecados, y levanten las manos hacia los cielos para orar y suplicar a Dios.” [8] [9]

Esta narración profética consta de cinco instrucciones sociales y cinco instrucciones personales que se tratan de las relaciones de la gente con Dios y también sus relaciones con los demás. [10] Según este hadiz, uno de los actos preferibles en el mes de Ramadán es visitar a los parientes y mantener las relaciones familiares. Aunque este acto es obligatorio durante todo el año, adquiere más importancia en el mes de Ramadán. [11]

Entre otros actos recomendables del mes de Ramadán es la recitación coránica. Al respecto, cabe señalar que además de recitar las aleyas del Corán, se recomienda que los creyentes que reflexionen en el significado de las aleyas y que tomen lección de los relatos coránicos tales como los de Faraón, Nemrod, Abu Lahab, Salomón (P), Moisés (P) y David (P). De esta manera, el que lee el Corán recibe más beneficios y recompensas por su recitación. [12] [13]

 

Virtudes del Mes de Ramadán en las palabras del Profeta del Islam (PBD)

Se ha narrado que en los últimos días del mes de Sha’ban, el Profeta del Islam (PBD) reunió a sus compañeros y les dio un discurso con el fin de prepararlos para el mes de Ramadán. El Profeta (PBD) dijo en este discurso:

"¡Oh gentes! Ciertamente que ha venido hacia vosotros el bendito mes de Dios. Un mes de bendiciones, misericordia y perdón. Un mes que, es el mejor de los meses; sus días, los mejores días; sus noches, las mejores noches; y sus horas, las mejores horas. [14] En este mes vosotros sois invitados a ser los huéspedes de Dios y os invita a estar entre los que se encuentran cerca de Él. Cada respiro que hacéis tiene la recompensa de glorificar a Dios; y vuestro sueño se cuenta como una adoración. vuestros actos son aceptados y vuestras súplicas son respondidas. [15] Así pues, pedidle a Dios, vuestro Señor, que os dé un cuerpo sólido y una mente brillante para que podáis ayunar y recitar Su Libro, ya que en verdad es miserable quien priva a si mismo del perdón de Dios durante este gran mes.” [16]

“Con vuestra hambre y vuestra sed en este mes, recordad el hambre y la sed del Día de la Resurrección. Ayudad a los necesitados y los pobres; honrad a vuestros ancianos; seáis amables con los niños; y mantened las relaciones con vuestros familiares.” [17]

“Controlad vuestras lenguas; cerrad vuestros ojos a las cosas que no os está permitido ver; alejad vuestros oídos de lo que no os está permitido escuchar; mostrad vuestra compasión hacia los huérfanos de otros, para que sea mostrada compasión hacia los vuestros.” [18]

 

El ayuno, una de las mejores prácticas islámicas para acercarse a Dios

El ayuno es una de las más importantes prácticas islámicas que se obliga a los musulmanes durante el mes de Ramadán. Esta práctica es uno de los más eficientes métodos de auto-purificación. [19] En la Escuela Shia, el ayuno constituye una de las diez prácticas fundamentales del Islam. [20] Se dice que el fingimiento no puede infiltrar en el ayuno porque la persona que ayuna por Dios no va a perder su recompensa para gustar a la gente. De hecho, si alguien tuviera la intención de ayunar para gustar a la gente, no necesita ayunar realmente, sino que puede fingir sin ninguna dificultad. [21]

El ayuno es uno de los cinco pilares del Islam, un escudo contra el castigo en el más allá, un medicamento que trae la salud para el cuerpo y es una de las mejores vías para obtener piedad y acercarse a Dios. [22]

Puesto que el ayuno es una obligación categórica en el Islam, su realización es un deber para cualquier musulmán, a la luz de esto, los musulmanes tienen que seguir a un Muytahid (sabio jurisprudente) para conocer las leyes del ayuno en detalle y realizarlos correctamente. [23] [24]

 

Ramadán, mes de obediencia

El mes de Ramadán es como una primavera para el alma y el cuerpo en la que el cuerpo y el alma pueden encontrar una vida nueva. Para que los creyentes puedan aprovecharse de los beneficios de esta ocasión tan oportuna deben prepararse a sí mismos antes de la llegada del mes de Ramadán, y como el primer paso que toman, tienen que arrepentirse por los pecados que han cometido. [25] En las fuentes islámicas hay muchos hadices que recomiendan a los musulmanes pedir perdón a Dios en los últimos días del mes de Sha’ban y que tengan cuidado de que no coman nada ilícito o cuestionable para que logren un buen estado de espiritualidad durante el mes de Ramadán. [26]

Es por lo tanto que cada año, el Profeta Muhammad (PBD) advertía a los musulmanes que se preparasen para este mes y ha referido al mes de Ramadán como la Fiesta de Dios. Como la gente se prepara a si misma antes de asistir a una fiesta, vistiéndose las mejores y las más limpias ropas, los creyentes tienen que prepararse a sí mismos para a asistir a la fiesta de Ramadán purificándose los corazones y las almas de cualquier maldad tales como el rencor, la envidia y el engaño.

Los musulmanes que carecen de fe en la importancia de la adoración, rezan y ayunan sin tener ganas de realizar estas prácticas. De hecho, uno de los factores que priva al hombre de que tenga ganas de realizar el ayuno y la oración es el pecado. [27] [28] Al respecto, el Profeta del Islam (PBD) nos recomienda un remedio para liberarnos de los pecados que hemos cometido. Él dice en un hadiz: “Ustedes cargan el peso de sus pecados sobre sus espaldas, pues, traten de liberarse de este peso mediante las prosternaciones largas que realizáis.” [29] [30]

 

El mes de Ramadán, la primavera de la piedad y la auto-purificación

Sin lugar a dudas, el mes de Ramadán es la mejor oportunidad para la auto-purificación y ganar la proximidad de Dios. [32] Generalmente, si alguien está invitado por una personalidad importante, trata de visitarlo en la forma más cordial y respetuosa, vistiendo las ropas más bonitas y limpias en su reunión con esta personalidad. De la misma manera, cuando una persona está invitada a la fiesta de Dios, debe purificarse de la contaminación de los pecados. [33]

Según la aleya coránica que dice: “¡Oh, los que creéis! Se os ha ordenado que ayunéis, de la misma manera que fue ordenado a quienes os precedieron. Quizás así seáis temerosos de Dios.” [34] Una de las filosofías del ayuno es alcanzar la piedad. Es por lo tanto que vemos en las estadísticas, que durante el mes de Ramadán se reducen los crímenes sociales significativamente en los países musulmanes. [35]

De hecho, para aprovecharse mejor de los beneficios materiales y espirituales del ayuno, el ayunante además de abstenerse de comer y beber, también debe abstenerse de cometer pecados. El ayunante debe ofrecer sus mejores esfuerzos para purificar su alma durante los días de ayuno purificándose a sí mismo y preparándose para recibir la gracia y la misericordia de Dios. [36]

El mes de Ramadán se caracteriza por cuatro acciones que siembran las semillas de la piedad en el corazón de los creyentes. Estas particularidades son el ayuno, el arrepentimiento, la vigila durante la noche y las súplicas especiales. [40] [41] [42] En realidad, aquellos que conocen las virtudes del mes de Ramadán se aprovechan de los beneficios materiales y espirituales de este mes realizando las prácticas antes mencionadas y de esta manera se hacen dignos de recibir el perdón y la misericordia de Dios. [46]

 

Notas

[1] Juramentos del Corán, página 30.

[2] Tafsir Nemune, tomo 1, página 634.

[3] Tafsir Nemune, tomo 1, página 627.

[4] Tafsir Nemune, tomo 1, página 628.

[5] Bihar al-Anwar, tomo 90, página 348, hadiz 15.

[6] Nur al-Saqalain, tomo 5, página 626, hadiz 58.

[7] Tafsir Nemune, tomo 27, página 191.

[8] Luz de Guia, página 108.

[9] Ibíd. Página 107.

[10] Ibíd. Página 108.

[11] Ibíd. Página 109.

[12] Los bellos ejemplos coránicos, tomo 1, página 249.

[13] Ibíd. tomo 1, Página 250.

[14] Tafsir Nemune, tomo 27, página 191.

[15] Ibíd.

[16] Ibíd. Página 636.

[17] Ibíd.

[18] Wasa’il al-Shi’a, tomo 7, hadiz 20.

[19] Leyes Prácticas acerca de las Mujeres, página 117.

[20] Asl al-Shi’a, página 195.

[21] Leyes Prácticas acerca de las Mujeres, página 117.

[22] Leyes Prácticas acerca de los jóvenes, página 115.

[23] Asl al-Shi’a, página 196.

[25] Palabras de los Infalibles (P), tomo 2, página 123.

[26] Ibíd.

[27] Ibíd. tomo 2, Página 122.

[28] Ibíd.

[29] al-Rasa’il, tomo 4, página 227.

[30] Ética Islámica en Nahyul Balaga, tomo 2, página 14.

[31] Ibíd.

[32] Mafatih Nowin, página 695.

[33] Luces de Guia, página 98.

[34] Sura al-Bagara, aleya 183.

[35] Payame Emam (Exégesis del Nahyul Balaga), tomo 7, página 683.

[36] Mafatih Nowin, página 696.

[40] Los bellos ejemplos coránicos, tomo 1, página 195.

[41] Juramentos del Corán, página 479.

[42] Los bellos ejemplos coránicos, tomo 1, página 195.

[46] Ibíd.

Palabras clave : Ramad?n
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