Vivimos en una época denominada por algunas personas como la época de la libertad sexual, en la que los seguidores de la cultura occidental consideran la desnudez como parte de la libertad de la mujer, y por otro lado califican al Hiyab y el cubrimiento de la mujer como costumbres desagradables y obsoletas de los pueblos anteriores. Sin embargo, a pesar de toda la propaganda existente contra el Hiyab, los graves problemas (sociales) que han surgido en las diferentes regiones debido a la libertad sexual ilimitada, han causado que la gente piense más acerca de esta necesidad del Hiyab en la sociedad. [1]
Es de hacer notar; que en las comunidades islámicas, como en la República Islámica de Irán, el asunto del Hiyab no es tan controversial como en los países no-musulmanes, ya que la mayoría de las dudas a este respecto han sido respondidas por los Sabios Islámicos. Este artículo, va a presentar un análisis sobre algunos de los más importantes y controversiales temas con respecto al asunto del Hiyab. [2]
El Hiyab y la Vestimenta Islámica, una necesidad fundamental en el Islam
Sin lugar a dudas, el cubrimiento con el Hiyab constituye una de las reglas fundamentales del Islam; sobre la cual no surge ninguna diferencia de opinión entre los Sabios Islámicos; ya que en todas las Escuelas Islámicas, cualquier tipo de desnudez o semi-desnudez es rechazado fuertemente por las leyes del Islam.[3] En el Islam, se ha prestado una especial atención al tema del cubrimiento de la mujer y existen numerosas aleyas coránicas que hablan sobre este tema; a tal punto que no dejan ninguna duda acerca de la necesidad de este asunto. [4]
Es obvio; que la filosofía del Hiyab consiste en preservar la castidad de la mujer y prevenir la corrupción moral de los jóvenes en la sociedad. [5] Tomando en consideración las filosofías de este asunto, llegamos a concluir que el Hiyab, como un factor protector para la mujer, no contradice el asunto de la libertad de los seres humanos. [6]
El Hiyab es una ley categórica derivada de las aleyas del Sagrado Corán, y es por tal razón que esta ley existe en todas las Escuelas Islámicas. En otras palabras, el Hiyab es una ley que todos los musulmanes tienen en común. Esta ley es respetada y observada por cualquier musulmán(a) aunque la desconozca o tenga poco conocimiento acerca del Islam. Por eso, la ley del Hiyab se considera entre las leyes fundamentales del Islam. [8]
El Sagrado Corán ha hecho mucho hincapié en la importancia del Hiyab para las mujeres. Entre las aleyas que hablan sobre este tema, se destacan las aleyas 31 y 60 de la Sura al-Nur y también las aleyas 33, 53, y 59 de la Sura al-Ahzab. Estas aleyas, han elaborado detalladamente las leyes del Hiyab para las mujeres creyentes; incluyendo las esposas del Profeta Muhammad (PBD), y también han explicado las reglas acerca de las personas exceptuadas de esta ley, incluyendo las ancianas que no tienen cabida para casarse. [9]
Filosofía del Hiyab y la Vestimenta Islámica
A diferencia de la cultura moderna del mundo occidental, el Islam rechaza fuertemente la exhibición de la mujer en la sociedad como una mercancía destinada a la explotación sexual y la provocación de los deseos e instintos sexuales del hombre. El Hiyab es un programa sugerido por el Islam con el fin de defender a la mujer contra la explotación sexual. Según las leyes del Islam, no está permitido para el hombre disfrutar de los encantos sexuales de la mujer; salvo que sea su cónyuge legal. Por lo tanto, el placer sexual entre hombres y mujeres no-Mahrams (no-familiares) es considerado un pecado que puede dar lugar a la corrupción moral de la sociedad. [10]
Hay que afirmar, que la filosofía del Hiyab es obvia para todos; ya que todos saben que la desnudez de la mujer provoca los deseos sexuales de los jóvenes. Por otro lado, la estimulación de los deseos y pasiones de los jóvenes sin que se satisfagan en forma debida les causan muchos desórdenes psicológicos e incluso puede dar lugar a permanentes enfermedades mentales. El Islam quiere que todos los individuos en la sociedad se encuentren en una salud mental óptima; y es por lo tanto que les sugiere preservar sus oídos y sus miradas de las cosas y escenas que interrumpen su tranquilidad. Esta es una de las más importantes filosofías del Hiyab.
Según las estadísticas, a medida que aumenta la desnudez de la mujer en la sociedad, aumentan los casos del divorcio y el colapso de las estructuras familiares en el mundo. Pero, en las comunidades donde se observa y se respeta la práctica de la ley del Hiyab, la estructura de la familia queda más firme y estable; ya que los conyugues permanecen leales uno al otro y no comparten su amor conyugal con otras personas.
Por el contrario, en el mercado de la libertad sexual de las comunidades no-musulmanas, las mujeres se han convertido en mercancías de las que cualquier hombre puede aprovecharse. En estas condiciones, la familia y el matrimonio pierden su respeto y santidad, y el compromiso entre las parejas queda sin sentido. [11]
La propagación de la corrupción moral y el aumento de los hijos ilegítimos se encuentran entre las más desagradables consecuencias de no observar las normas del Hiyab en la sociedad, y pueden dar lugar a otros problemas sociales más peligrosos. [12]
Al respecto, no se debe subestimar la relación entre el asunto del Hiyab y la reputación de la mujer. En las sociedades que utilizan a la mujer como un medio para atraer clientes, turistas o para publicar productos ante consumidores y compradores, el carácter de la mujer es considerado tan despreciable como una muñeca o una mercancía. En tales condiciones, los únicos honores de la mujer son su belleza, su juventud y la exhibición de su cuerpo; mientras que se olvidan los altos valores de su carácter humano. [13]
En estas sociedades, la mujer se convierte en un medio para satisfacer los instintos y deseos rebeldes de un grupo de hombres que solo piensan en codiciarla y explotarla sexualmente. Si la mujer es considerada como un juguete sexual, sus características éticas, su conocimiento y sus altos valores humanos serán olvidados en la sociedad.
Los límites del Hiyab obligatorio para la mujer
En las fuentes islámicas, hay numerosos hadices auténticos que demuestran la obligación del Hiyab para las mujeres. Estas narraciones consideran el Hiyab como una de las leyes fundamentales del Islam; y mayormente hablan acerca de los detalles de la misma. [14]
Según las leyes del Islam, es obligatorio para la mujer cubrir todo el cuerpo frente a los hombres no-Mahrams, a excepción de la cara y las manos hasta las muñecas. Así mismo; la mujer no debe vestirse con ropas ajustadas u ornamentales frente a los hombres no-Mahrams.[15] El uso de las ropas ornamentales para la mujer frente a los hombres no-Mahrams está prohibido, porque tales ropas llaman la atención de los hombres y se consideran parte de la belleza y la atracción de la mujer. [16] [17]
Además, el Islam no aprueba para hombres y mujeres el uso de ropas inapropiadas pertenecientes a la cultura occidental; las cuales provocan los instintos sexuales de los no-Mahrams. Es obligatorio para los hombres y mujeres observar los códigos de la vestimenta islámica con el fin de preservar su pudor y castidad, y alcanzar la prosperidad tanto en este mundo como en el más allá. [18]
Según las leyes prácticas del Islam, no se permite para la mujer vestir medias trasparentes a través de las cuales se vea la piel. [19] Además, aunque la mujer no necesita cubrir la cara y las manos hasta las muñecas frente a los no-Mahrams, debe cubrirlas en algunas circunstancias, en caso de haber alguna posibilidad de provocar tentación y corrupción. [20]
Es de hacer notar; que no se debe obligar a las mujeres a cubrirse la cara y las manos, ni se debe obligarlas a vestirse con un tipo particular de vestimenta. La mujer es libre de elegir su propia vestimenta; salvo que su vestimenta no cumpla con los códigos y reglas del Hiyab. [22]
El tipo de la vestimenta y su color no cuentan en la ley del Hiyab. Lo que es importante en esta ley es cubrir frente a los hombres no-Mahrams las partes del cuerpo que se deben cubrir. [23] [24] Los mantos largos que cubren todo el cuerpo desde la cabeza hasta los pies son un buen ejemplo de la vestimenta islámica para la mujer. [25]
El cubrimiento de la mujer frente a los hombres familiares (Mahrams)
La mujer no necesita cubrir su cabeza, su cuello, sus brazos y sus piernas frente a los hombres Mahrams (por ejemplo: hermano, padre, tío e hijo, etc.). Sin embargo; debe cubrir el resto de su cuerpo, y no debe estar semidesnuda frente a ellos. Es de hacer notar; que en el caso del esposo y la esposa pueden mirarse todo el cuerpo. [26]
El cubrimiento de la mujer frente a los hombres no-Mahrams
Es obligatorio para la mujer cubrir todo el cuerpo frente a los hombres no-Mahrams, a excepción de la cara y las manos hasta las muñecas. Es mejor para la mujer usar mantos largos del color negro o de otros colores que no llamen la atención. [28] Un buen ejemplo de la vestimenta islámica para la mujer es el Chador, conocido también como “‘Abaya” o “Yilbab”; un tipo de manto largo que cubre a la mujer desde la cabeza hasta los pies. [29] [30]
El Hiyab de los hombres
El hombre debe cubrirse el cuerpo a excepción de la cabeza, el cuello, los brazos y las piernas frente a las mujeres no-Mahrams. [31] Está permitido para el hombre vestirse con camisas manga corta; a condición de que su vestimenta no provoque tentación o corrupción. [32] Por lo tanto, no está prohibido para la mujer mirar (sin intención de deseo sexual), aquellas partes del cuerpo de un hombre no-Mahram que no están normalmente cubiertas, como la cabeza, la cara, el cuello. [33]
Casos exceptuados de la ley del Hiyab
No hay ninguna duda en cuanto a la obligación de la ley del Hiyab y su universalidad. Sin embargo, esta ley tiene algunas excepciones. [34]
Entre los Sabios Islámicos, hay diferentes opiniones sobre el hecho de que ¿acaso las aleyas del Hiyab implican la necesidad de cubrir el rostro y las manos? Al respecto, algunos Sabios Islámicos han emitido Fatwas acerca de que sí es necesario cubrir estas partes del cuerpo. Por otro lado, otros creen que no es obligatorio para la mujer cubrir la cara y las manos hasta las muñecas; siempre y cuando no provoque tentación y corrupción. [35]
La aleya 31 de la Sura al-Nur tiene implicaciones que aprueban esta última opinión. En esta aleya se dice:
“Dile a las creyentes que recaten sus miradas, se abstengan de cometer obscenidades, no muestren de sus atractivos (en público) más de lo que es obvio, y que dejen caer el velo sobre su escote”. [36]
Esta aleya excluye de la ley del Hiyab aquellas partes del cuerpo de la mujer (o de sus adornos) que generalmente no están cubiertas. Estas partes pueden ser la cara y las manos (hasta las muñecas). [37] Igualmente, hay otra implicación en esta aleya que permite al hombre mirar las partes antes mencionadas (cara y las manos) sin tener malas intenciones. [38]
Además, en la parte de la aleya que dice “y que dejen caer el velo sobre su escote” no se ha mencionado la necesidad de cubrir la cara. [39]
Es de hacer notar; que con respecto a los detalles del Hiyab de la mujer, hay varios hadices que aprueban la opinión de que no es necesario para la mujer cubrir la cara. [40] Sin embargo, hay otros hadices que le sugieren a las mujeres cubrir la cara como un acto recomendable con el fin de llevar un Hiyab completo. Cabe destacar que de acuerdo con todas estas narraciones, cuando hay la posibilidad de algún abuso sexual o miradas con intenciones malas por los hombres, es obligatorio cubrir la cara. [41]
Según los registros históricos, durante los tempranos tiempos islámicos, el uso de la burka (velo integral que cubre toda la cara) no era una tradición común entre todos los musulmanes. [42] Sin embargo, este tipo del Hiyab se llevaba por algunas mujeres con el fin de evitar cualquier abuso o corrupción moral. [43]
Aunque es mejor para la mujer cubrir la cara, el Islam no lo ha obligado con el fin de facilitar esta ley en la vida diaria de la mujer. [44]
Mujeres ancianas que están exentas de la ley del Hiyab
Los Sabios Islámicos están de acuerdo en el hecho de que algunas mujeres ancianas están exentas de la ley del Hiyab. Esta Fatwa se debe a la aleya que dice: “Y las mujeres de edad avanzada, [que no sienten ya deseo sexual] y no tienen esperanza de contraer matrimonio, pueden aligerar sus vestimentas, siempre que no sea para exhibirse y provocar. Pero, es mejor para ellas que se recaten. Y Dios todo lo oye, es Sabio.” [45] [46]
Según esta aleya, las mujeres ancianas están exentas de la ley del Hiyab; siempre y cuando cumplan con las siguientes condiciones:
1- A condición de que hubiesen llegado a la edad avanzada, es decir la edad de menopausia en donde la mujer pierde su deseo sexual. [47]
2- A condición de que no muestren sus adornos y que no hubiesen aligerado sus ropas interiores. [48]
Dudas propagadas por los oponentes sobre el Hiyab
Los oponentes de la ley del Hiyab consideran la vestimenta islámica como un factor que aisla a las mujeres de las actividades sociales en la sociedad. [49] Como respuesta, hay que pedirles a esta personas observar la condición de la mujer en las comunidades musulmanas. Hoy en día, somos testigos de que las mujeres musulmanas que llevan Hiyab toman parte en todas las actividades sociales y laborales, tales como: en organizaciones, talleres, manifestaciones religiosas y políticas, programas de televisión, hospitales, centros culturales y universidades.
Además de ello, la mujer musulmana, se encarga de unas de las más importantes tareas en la comunidad islámica. Estas tareas son administrar la casa, criar y educar a los niños; así como formar a personas cualificadas para dirigir el futuro de la sociedad. [50] [51]
Otra duda planteada por los oponentes del Hiyab, es el hecho de que el Hiyab es un tipo de vestimenta incómoda para la mujer y no le permite participar con facilidad en las actividades sociales y laborales. De hecho, aquellos que plantean esta duda no se dan cuenta de que el Hiyab no se limita en un tipo particular de vestimenta y puede tener formas diferentes. En otras palabras, el Hiyab puede ser cualquier vestimenta que cumpla con los códigos de la vestimenta islámica, aunque no sea en forma de Chador, ‘Abaye o Yilbab. [52]
Algunos sostienen que el Hiyab tiene efectos negativos en los hombres; ya que psicológicamente, “el hombre está ansioso de probar lo prohibido”. [53] La respuesta a esta duda se aclara cuando echamos un vistazo a las sociedades occidentales y las comparamos con las sociedades islámicas donde se observa la ley del Hiyab. [54]
Esta comparación nos muestra que en las sociedades donde los hombres acceden fácilmente a los centros de corrupción para satisfacer sus deseos sexuales, la estructura de la familia y la sociedad son abatidos por varios problemas y terribles condiciones. [55] Sin embargo, a pesar de que tales problemas no se han erradicado completamente en las sociedades islámicas, se puede afirmar que por lo menos, se han reducido significativamente. Como resultado, en estas comunidades, la mujer es respetada y se han preservado sus altos valores como un ser humano. [56]
Observaciones finales
Al final, cabe mencionar el hecho de que algunas personas argumenten que la ley del Hiyab debe ser aprobada por un voto afirmativo de la mayoría de las personas en la sociedad; ya que tal vez esta ley pudiera ser desagradable para algunas mujeres que no quieren seguirla. [55] [56]
Con respecto a esta duda hay que destacar, que cuando se establece que la ley del Hiyab es un mandato categórico de la religión que es aprobado por todas las Escuelas Islámicas, no se puede cuestionar su legitimidad a través del voto de la mayoría de personas. Pero, sí se puede referir a la opinión de la gente para decidir acerca de cómo implementar esta ley en la sociedad. [59]
Es de hacer notar; que en el mundo de hoy, el asunto del Hiyab, además de ser un tema religioso, ha adquirido un sentido político; ya que los enemigos del Islam, especialmente en los países occidentales, han llegado a la conclusión de que si pueden disminuir el uso del Hiyab entre las mujeres musulmanas, lograrían destruir a las comunidades islámicas desde el interior a través de la cultura occidental. [60]
De hecho, la ley del Hiyab, la cual se está cuestionando continuamente por los enemigos del Islam, es un mandato divino que debe ser obedecido y respetado. [61] Es por lo tanto; que el Hiyab se debe convertir en una costumbre en las sociedades musulmanas. [62]
Lamentablemente, hoy en día, se encuentran algunos musulmanes que menosprecian el asunto del Hiyab, haciendo caso omiso al hecho de que la finalidad de este asunto, es la protección de la sociedad. [63] En otras palabras, el Hiyab no es solamente un mandato obligatorio; sino también un asunto que garantiza el destino y la prosperidad de la sociedad. Por otro lado, en la ausencia de esta ley en las comunidades, hay aumentos de las relaciones ilegales, los crímenes sexuales, la inseguridad y otros problemas que amenazan la sanidad y la estructura de la familia. [64]
Notas
[1] Tafsir Nemune, tomo 14, página 442.
[2] Ibíd. 443.
[3] Reglas acerca de la familia, página 34.
[4] Discurso del Ayatolá Makarem Shirazi, Qom, 4/3/1390 hégira solar.
[5] Reglas acerca de la mujer, página 187.
[6] Reglas acerca de la familia, página 33.
[7] Ibíd.
[8] Preguntas y respuestas religiosas, tomo 3, página 383.
[9] Ética Islámica en el Corán, tomo 2, página 319.
[10] Selección de Tafsir Nemune, tomo3, Página 292.
[11] Ibíd.
[12] Ibíd.
[13] Tafsir Nemune, tomo 14, página 446.
[14] Kitab al-Nikah (Matrimonio), tomo 1, página 57.
[15] Libro de las leyes prácticas del Islam (Persa), página 397.
[16] Reglas acerca de la familia, página 42.
[17] Ibíd.
[18] Ibíd. página 183
[19] Ibíd. página 35
[20] Ibíd. página 182
[21] Reglas acerca de la mujer, página 182.
[22] Reglas acerca de la familia, página 211.
[23] Libro de las leyes prácticas del Islam (Persa), página 484.
[24] Ibíd. página 483
[25] Reglas acerca de la familia, página 211.
[26] Reglas acerca de las jóvenes, página 171.
[27] Ibíd.
[28] Reglas acerca de la familia, página 40.
[29] Reglas acerca de la mujer, página 103.
[30] Discurso del Ayatolá Makarem Shirazi, Qom, 23/4/1391 hégira solar.
[31] Reglas acerca de los jóvenes, página 163.
[32] Reglas acerca de la familia, página 42.
[33] Preguntas y respuestas religiosas, tomo 1, página 228.
[34] Kitab al-Nikah (Matrimonio), tomo 1, página 55.
[35] Tafsir Nemune, tomo 14, página 449.
[36] Ibíd. página 439.
[37] Ibíd. página 450.
[38] Kitab al-Nikah (Matrimonio), tomo 1, página 27.
[39] Tafsir Nemune, tomo 14, página 450.
[40] Wasa’il al-Shi’a, tomo 14, página 145, Capítulo 109.
[41] Tafsir Nemune, tomo 14, página 450.
[42] Ibíd.
[43] Ibíd.
[44] Ibíd. página 451.
[45] Corán, 24: 60.
[46] Tafsir Nemune, tomo 14, página 546.
[47] Selección de Tafsir Nemune, tomo 3, página 312.
[48] Ibíd.
[49] Tafsir Nemune, tomo 14, página 447.
[50] Ibíd.
[51] Ibíd.
[52] Tafsir Nemune, tomo 14, página 448.
[53] Mizan al-Hikma, tomo 1, página 589.
[54] Tafsir Nemune, tomo 14, página 449.
[55] Ibíd.
[56] Ibíd.
[57] Payame Emam (Exégesis del Nahyul Balaga), tomo 8, página 93.
[58] Ibíd. página 94.
[59] Ibíd.
[60] Discurso del Ayatolá Makarem Shirazi, Qom, 6/3/1395 hégira solar.
[61] Discurso del Ayatolá Makarem Shirazi, Qom, 29/5/1390 hégira solar.
[62] Discurso del Ayatolá Makarem Shirazi, Qom, 6/3/1395 hégira solar.
[63] Discurso del Ayatolá Makarem Shirazi, Mash-had, 8/4/1391 hégira solar.
[64] Discurso del Ayatolá Makarem Shirazi, Qom, 4/3/1390 hégira solar.