El noveno día del mes de Dhul Hiyyah marca el virtuoso día de ‘Arafat en donde es recomendable recitar la súplica que el Imam Husain (P) recitó en esta ocasión. Esta súplica es conocida como la Súplica de ‘Arafat y contiene las más auténticas enseñanzas islámicas y los más bellos conceptos espirituales de la Escuela Shia.
Cabe destacar que en la República Islámica de Irán se ha hecho costumbre recitar esta súplica en forma colectiva. Sin embargo; además de recitar verbalmente esta súplica, es muy importante y necesario tomar en cuenta los profundos conceptos de la misma. Este artículo trata de presentar en breve las virtudes y los beneficios espirituales de la súplica de ‘Arafat, basado en el pensamiento del Ayatolá Makarem Shirazi. Según el Ayatolá Makarem Shirazi, la súplica de ‘Arafat es un medio para alcanzar la proximidad a Dios y las altas posiciones espirituales, y ayuda a los creyentes a que se arrepientan de sus pecados y pidan perdón a Dios por sus desobediencias.
El Día de ‘Arafat y sus virtudes
En primer lugar, hay que afirmar que el día de ‘Arafat, según algunas narraciones, es una de las festividades islámicas. A pesar de que este día coincide con el martirio del compañero del Imam Husain (P), Muslim Ibn ‘Aqil (P), los creyentes que celebran este día, al mismo tiempo conmemoran el martirio de Muslim (P).
Este es el día en que Dios ha invitado a Sus siervos a la adoración y obediencia, y ha extendido Sus bendiciones para ellos. En este día, Satanás estará humillado y enojado; ya que Dios ha prestado una atención especial a la gente.
Importancia de la Súplica de ‘Arafat
Sin duda, la súplica de ‘Arafat es una súplica por la que Dios perdona los pecados de Sus siervos. El Ayatolá Makarem Shirazi dijo a este respecto:
Las narraciones trasmitidas en relación con la importancia de la súplica de ‘Arafat son muy interesantes. Estas narraciones describen las bendiciones de Dios en el día de ‘Arafat como una lluvia que lava los pecados de las personas y les trae el perdón y la misericordia de Dios.
La Súplica de ‘Arafat, un símbolo de la veracidad de Ahlul-Bait (P)
La súplica de ‘Arafat es un símbolo que muestra la veracidad y la alta posición de Ahlul-Bait (P). Al respecto, el Ayatolá Makarem Shirazi dijo:
Una de las evidencias que prueban la veracidad de la Escuela de Ahlul-Bait (P) son las súplicas trasmitidas por ellos, tales como la súplica de Kumail, la súplica de ‘Arafat y las súplicas de Sahifa Sayyadiya. De hecho, tales súplicas con contenidos tan profundos no se encuentran en ninguna otra religión. Entre estas súplicas, la súplica de ‘Arafat tiene una belleza especial; ya que son las invocaciones y las palabras del Imam Husain (P) con su Amado Creador en el desierto de ‘Arafat.
Sin lugar a dudas, la súplica es un medio para acercarse a Dios y alejarse de las tentaciones satánicas. La súplica purifica el espíritu del ser humano, fortalece los pilares de su fe y crea en él las virtudes morales.
Una de las características especiales de estas súplicas es que su origen proviene de las palabras de los Imames Infalibles (P) y de su conocimiento acerca del ser humano y Su Creador.
La Súplica de ‘Arafat una lección del Monoteísmo
Desde el punto de vista del Ayatolá Makarem Shirazi, el monoteísmo y el conocimiento acerca de Dios se encuentran entre los principales conceptos de la Súplica de ‘Arafat. Su eminencia dijo al respecto:
La súplica por sí puede tener muchos beneficios y efectos positivos para el crecimiento moral del ser humano; especialmente las súplicas narradas por los Imames Infalibles (P). Por ejemplo, la súplica de ‘Arafat contiene una serie completa de enseñanzas acerca de la Doctrina Islámica y el Monoteísmo. La creencia en la Unicidad de Dios se describe de la mejor manera en esta súplica. Tales completas enseñanzas no se encuentran en otras súplicas islámicas.
La Súplica de ‘Arafat, un curso completo de la Teología
El Ayatolá Makarem Shirazi calificó la Súplica de ‘Arafat como un curso completo de enseñanzas islámicas; incluyendo el Misticismo Islámico, la Teología, la creencia en los Profetas (P), el Wilayat y la Ética Islámica. Su Eminencia añadió:
La súplica de ‘Arafat que se nos ha trasmitido por el Imam Husain (P) explica detalladamente las altas enseñanzas del Islam. El Imam (P) dice en una parte de esta súplica:
“Oh Dios! Tú iniciaste mi creación de un esperma eyaculado, luego me hospedaste en una oscuridad entre tres cosas; la carne, la sangre y la piel. En aquel momento, no revelaste mi cuerpo y continuaste perfeccionando mi creación y no dejaste nada incompleto en ella. Luego me sacaste a este mundo cuando ya estaba perfecto y completo.”
Invocación a Dios con humildad, un factor clave para aumentar la creencia en Él
Es uno de los importantes protocolos de la Súplica de ‘Arafat recitarla en forma humilde y sometida a Dios. El Ayatolá Makarem Shirazi dijo a este respecto:
El Día de ‘Arafat es el mejor día para invocar a Dios y expresarle nuestra humildad ante Su grandeza. De hecho, el hombre debe preguntarse a sí mismo ¿Cómo puedo ser orgulloso y arrogante; mientras que el sistema de la creación del universo es más grande que mi creación? Es muy extraño que el hombre se enorgullezca durante su vida; mientras que su creación inicia con un esperma y termina con una carroña, y en el período de la vida, el cuerpo del hombre produce y porta excrementos e impurezas. Hay que afirmar que el ser humano es como un átomo insignificante en comparación con la grandeza del universo. El Imam Husain (P) nos enseña una lección de humildad ante Dios en la Súplica de ‘Arafat. El Imam (P) dice a Dios mientras derrama lágrimas: “Oh Dios, yo estoy siempre dependiendo de Ti, pues ¿Cómo puedo estar independiente de Ti durante mi pobreza y necesidad? Oh Dios! las obras buenas que presento ante Ti son nada más que errores y faltas, pues ¿Cómo es que mis obras malas no se consideren pecados?”
Estas palabras se originan del conocimiento y la humildad del Imam Husain (P) frente a Dios, lo que condujo al Imam (P) a su gran abnegación en el día de Ashûra.
El orgullo y la arrogancia son una enfermedad moral que se deben a la ignorancia del ser humano hacia la posición de Dios. Esta enfermedad se cura a través del aprendizaje y el aumento del conocimiento acerca de la grandeza del Creador del universo. Según un dicho del Imam Husain (P), este conocimiento tiene una relación directa con la humildad frente a la grandeza de Dios, en otras palabras; mientras más se aumenta el conocimiento del ser humano hacia Dios, mayor será su humildad ante Él.
Agradecimiento a Dios, una de las particularidades principales de la Súplica de ‘Arafat
La cuestión de agradecimiento a Dios se ve muy destacada en la Súplica de ‘Arafat. Al respecto, el Ayatolá Makarem Shirazi dijo: El Imam Husain (P) dice en una parte de esta súplica: “Oh Dios, si yo decidiera agradecerte por Tus bendiciones, e hiciera todo mi esfuerzo durante mi vida por este agradecimiento, no podría darte las gracias a Ti; ni incluso por una sola bendición, aunque viviera durante todos los tiempos y épocas.”
El día de ‘Arafat en el Sagrado Corán
Día de ‘Arafat, el día testimoniado
Explicando la aleya que dice: “Y por un testigo y lo testimoniado”[1] el Ayatolá Makarem Shirazi dijo que según algunas interpretaciones, esta aleya puede referirse al día de ‘Arafat. Según esta interpretación, “El testigo” mencionado en esta aleya es el Eid al-Adha y “Lo testimoniado” es el día de ‘Arafat. Esto significa que el día de ‘Arafat es testigo de los actos de los musulmanes y dará testimonio de ello en el Día del Juicio. La gran asamblea de los musulmanes en este día es en verdad un ejemplo del día del juicio final.
La Súplica de ‘Arafat y el hecho de la presencia de Dios
Aquellos que recitan la Súplica de ‘Arafat, en verdad confiesan el hecho de que Dios siempre está presente y vigila las obras de la gente. Al respecto, el Ayatolá Makarem Shirazi se refirió a una parte de esta súplica donde el Imam Husain (P) dijo: “¡Están ciegos los ojos que no Te ven vigilando sus obras y acciones!”
El tema de la pobreza y la riqueza en la Súplica de ‘Arafat
El Ayatolá Makarem Shirazi dijo en la exégesis de una parte de la Súplica de ‘Arafat:
Sin lugar a dudas, cada persona debe empezar su día con las luces del Guía Divino y debe terminarlo con el triunfo sobre los factores internos y externos que quieren desviarlo. Este triunfo no se logra sin la ayuda del Guía Divino; ya que todos los logros del ser humano son dependientes al favor y a la guía de Dios. Por ejemplo, con respecto a la riqueza, leemos en una parte de la Súplica de ‘Arafat: “¡Oh, Dios! pon mi riqueza en mi alma”. Esta frase indica que la riqueza no se adquiere a través de ahorrar dinero y construir palacios; sino que es un sentimiento interno que Dios pone en el alma del ser humano.
También, acerca del tema de la pobreza, el Ayatolá Makarem Shirazi dijo:
En la famosa súplica del Imam Husain (P) en el día de ‘Arafat, que es una de las más valiosas y profundas súplicas narradas por los Imames infalibles (P), leemos unas palabras del Imam (P) con este contenido: “¡Oh Dios! Los seres que son creados por Ti y están dependientes a Tu pura esencia ¿Con cuál evidencia pueden conocerte, mientras que nada es más claro y más obvio que Tu existencia?”
De acuerdo con esta súplica, el ser humano siempre está en el estado de pobreza y necesidad hacia su Creador. Sin embargo; Dios siempre está presente y cumple con las necesidades de Sus siervos. En otra parte de esta súplica leemos: “Oh Dios! Tú nunca has estado ausente y no se necesita ninguna evidencia para probar Tu presencia. Nunca has estado lejos para que necesitemos una señal que nos dirija hacia Ti. ¡Están ciegos aquellos que no Te ven vigilando sus obras y acciones!”
El día de ‘Arafat y el auto-conocimiento
El auto-conocimiento es una de las enseñanzas principales de la Súplica de ‘Arafat; ya que en esta aleya el hombre confiesa sus debilidades y se da cuenta de la necesidad de aprender y ampliar su conocimiento acerca de Dios. Al respecto, el Ayatolá Makarem Shirazi dijo:
El hombre, con tanta debilidad que tiene, debe ser humilde y sometido frente a su Señor. Sin embargo; si no conoce correctamente a su Creador, será miserable y desafortunado. Cuando prestamos atención al valioso contenido de la Súplica de ‘Arafat, vemos que el Imam Husain (P) quien mostró tantas abnegaciones en el día de Ashûra, tiene un alto nivel de conocimiento acerca de Dios. En otras palabras, las obras y las abnegaciones del Imam (P) se originaron de su alto nivel de conocimiento y fe en Dios. El Imam (P) dice en una parte de esta súplica: “Oh Dios! las obras buenas que presento ante Ti son nada más que errores y faltas, pues ¿Cómo es que mis obras malas no se consideren pecados?” De hecho, el Imam (P) quiere decir que si analizamos las obras y el conocimiento del ser humano, encontramos que el hombre aún tiene mucha debilidad e ignorancia.
Cuando el Imam (P) dice: “Oh Dios! Nunca has estado lejos para que necesitemos una señal que nos dirija hacia Ti. ¡Están ciegos los ojos que no Te ven vigilando sus obras y acciones, y son miserables aquellos que no tienen Tu amor en sus corazones.” quiere decir que la mayoría de las personas que buscan a Dios, creen que Él está muy lejos; y por lo tanto buscan señales que les dirijan hacia Él; mientras que Dios está muy cerca, pero aquellos que no sienten esta cercanía y no ven la belleza de Su presencia, están en verdad ciegos.
Conclusión
Haciendo hincapié en la importancia de la recitación de la súplica de ‘Arafat, el Ayatolá Makarem Shirazi recomendó a los creyentes reflexionar sobre el contenido de esta súplica junto con su recitación verbal. Su Eminencia dijo al respecto:
El día de ‘Arafat es el día de la súplica y adoración en donde todos los creyentes deben suplicar por la solución de los problemas del mundo musulmán. Es mejor que aquellos que participen en la súplica de ‘Arafat oren por los demás; especialmente por sus cercanos y familiares. En las narraciones islámicas se ha recomendado que los creyentes supliquen por los fallecidos, y también pidan la solución de los problemas de la Comunidad Islámica.
En este día que coincide también con el martirio de Muslim Ibn ‘Aqil (P), el emisario del Imam Husain (P) a Kufa, esperamos que Dios nos bendiga a nosotros por los mártires de este día y que cada día nos brinde la fuerza para poder servir a Sus siervos.
[1] Traducción de la aleya 3 de la Sura 85