El aniversario del nacimiento del Imam Hasan al-Muytaba (P), es una buena oportunidad para analizar su conducta y aprender de sus actos de caridad. El presente artículo refleja el pensamiento del Ayatolá Makarem Shirazi basado en la conducta del Imam Hasan (P), con respecto a las características y condiciones de los actos de caridad.
Una reflexión sobre la conducta del Imam Hasan (P) basada en la caridad
Desde el punto de vista del Ayatolá Makarem Shirazi, la caridad en la causa de Dios es considerada como uno de los grandes actos de adoración. Aquellos que no hacen uso de las bendiciones que Dios les ha otorgado, ni gastan en la causa de Dios, son en verdad personas miserables y tacañas que no creen en que Dios es el Proveedor. Las personas tacañas, quienes no dan de las bendiciones otorgadas por Dios a los pobres y necesitados, en primer lugar son injustas consigo mismas; ya que se han privado a sí mismas de la gran virtud de la caridad. En segundo lugar, han sido injustas con los pobres por privarlos de estas bendiciones.
Hay que aprender el significado de la caridad y la generosidad de la Escuela de Ahlul-Bait (P). Aunque, es admirado expresar amor y afecto por los Imames Infalibles (P), este amor no es suficiente; sin adoptar prácticamente la conducta de ellos. Este artículo es un resumen del discurso del Ayatolá Makarem sobre los factores y condiciones de la caridad en la conducta del Imam Hasan (P), y trata de mostrar los grandes esfuerzos del Imam (P) para ayudar a los pobres y necesitados. El Ayatolá Makarem dijo en una parte de su discurso: “El Imam Hasan (P) se dedicaba tanto a ayudar a las personas necesitadas, que su casa se había convertido en un refugio para los pobres. Durante su tiempo, cualquier persona oprimida y necesitada que entraba a Kufa, preguntaba por la casa del nieto mayor del Profeta (PBD), el Imam Hasan (P) y se dirigía hacia allá.”
El concepto de la caridad en el Sagrado Corán
La aleya coránica “وَأَمَّا السَّائِلَ فَلَا تَنْهَرْ” (y al que busca [tu] ayuda no le rechaces) hace referencia a la segunda tarea del Profeta Muhammad (PBD). Esta tarea se trata de la ayuda a los pobres y necesitados con un buen comportamiento. Dios dice a Su Profeta (PBD) que no se aleje de las personas necesitadas, no hable con ellas en voz alta, no las grite y que no sea severo con estas personas. Al respecto, leemos en la aleya 263 de la Sura al-Bagara:
قَوْلٌ مَّعْرُوفٌ وَمَغْفِرَةٌ خَيْرٌ مِّن صَدَقَةٍ يَتْبَعُهَا أَذًى وَاللَّـهُ غَنِيٌّ حَلِيم
“Una palabra amable y un perdón son mejores que una caridad seguida de una ofensa. Dios se basta a Sí mismo, es Indulgente.”
Si una persona no es capaz de ayudar financieramente a los demás, o no quiere dar ayuda financiera por cualquier otro motivo, no debe hablar con la persona necesitada en forma humillante; sino que debe disculparse con respeto. Si no podemos ayudar al pobre o solucionarle su problema, no debemos humillarlo o causarle molestias.
Unos ejemplos de la caridad, en la vida del Imam Hasan (P)
Un estudio sobre la conducta de los Imames Infalibles (P), indica claramente que ellos observaban estos códigos morales durante toda su vida. Al respecto, cabe mencionar una historia de la vida del Imam Hasan (P):
Un mendigo llamó a la puerta de la casa del Imam Hasan (P), y le dijo al Imam (P): “No me ha quedado nada para vender a cambio de un dírham. Mi rostro y mi apariencia muestran claramente mi miseria. La única cosa que tengo es el poco prestigio que he tratado de mantener. Ahora, se lo ofrezco a usted porque veo que usted es digno de ello.”
El Imam Hasan (P) convocó a su agente, y le preguntó: “¿Cuánto dinero tengo ante usted?” Respondió: “12.000 dírhams.” El Imam (P) le dijo: “Dáselo todo a este hombre”. Luego se dirigió a aquel hombre y le dijo: “Nosotros no te dimos lo que merecías, sólo te dimos lo que teníamos.” Entonces, el Imam (P) recitó unos versos con este contenido: “Toma esta escasa ayuda, como si tú no nos hubieras vendido nada [de tu prestigio] y nosotros no lo hubiéramos comprado”. Este poema, quería decir que el Imam (P) no había mirado a la cara de aquel hombre para que su prestigio y honor fuera protegido.
Esta es la mejor manera de dar limosna. Si una persona no quiere ayudar a quien le pide ayuda, debe disculparse con él con respeto. Si quiere ayudarle, no debe humillarlo, como dice el Sagrado Corán:
لَا تُبْطِلُوا صَدَقَاتِكُم بِالْمَنِّ وَالْأَذَىٰ
“No arruinéis vuestros actos de caridad con reproches y ofensas” (Corán, 2: 264)
Los factores y las condiciones de la caridad en la conducta del Imam Hasan (P)
Organizando el tema de la caridad basada en la conducta del Imam Hasan (P), el Ayatolá Makarem Shirazi dijo:
El Imam Hasan al-Muytaba (P) fue conocido como el Imam generoso de Ahlul-Bait (P). Una persona le preguntó al Imam (P) sobre la generosidad, y él le respondió:
1-“Una persona generosa es quien otorga antes de que le pidan.” Esta narración, quiere decir que la persona generosa, al ver las señales de la necesidad en alguien, le ayuda antes de que se dé la oportunidad de que le soliciten la ayuda. Mientras, que es también un acto admirado; ayudar a quien pide limosna. Dios, Sus ángeles y Sus profetas todos son generosos. Nosotros, también debemos contar con la misma característica para poder recibir mejor la Misericordia de Dios, El Generoso.
2- “Una persona generosa es quien da de comer en el mismo lugar.” Esta parte de la narración puede tener dos significados. Primero, es que la persona generosa da de comer a quienes lo necesitan. Por ejemplo, durante el Califato del Imam Alí (P), uno de sus agentes llamado Uzman Ibn Hunaif dio una fiesta e invitó a los ricos de la ciudad. El Imam (P), al informarse de ello, lo reprochó por invitar a los ricos e ignorar a los pobres. Una de las particularidades de las personas generosas es el dar de comer a los pobres y necesitados, no a los ricos o quienes no lo necesitan.
El segundo significado de esta narración, es que hoy en día, la gente generalmente prefiere invitar a los demás a un lugar fuera de su propia casa, por ejemplo en un restaurante. Esta narración puede indicar que las personas generosas invitan a los demás en su casa, y les dan de comer en el mismo lugar. Este acto trae muchas bendiciones para el dueño de la casa y repele muchas calamidades y enfermedades de aquella casa.
Es de hacer notar; que esta narración puede tener otros significados y su exégesis no se puede limitar en lo que fue explicado arriba.
Recompensar servicios con grandes premios
La historia de los Imames Infalibles (P) muestra que ellos recompensaban cualquier pequeño favor con grandes premios. Por ejemplo, se ha narrado que durante un viaje, el Imam Hasan (P), el Imam Husain (P) y Abdul-lah Ibn Ya’far perdieron su caravana y quedaron sedientos en el desierto. Después de un tiempo, encontraron una tienda desde lejos, y cuando llegaron allá, la dueña de la tienda que era una anciana les dio de beber y les ofreció una comida. Aquella mujer no tuvo nada más que una pequeña oveja y degolló la misma para preparar una comida para sus huéspedes. Ellos le dijeron a la anciana: “Cuando viaje a Medina no se olvide de darnos una visita para que podamos recompensar su favor”. Después de un período, debido al hambre y la sequía que habían ocurrido en las zonas alrededor de Medina, los árabes que vivían en aquellos desiertos se refulgieron en la ciudad, y pidieron ayuda a la gente. Un día, el Imam Hasan (P) se encontró con la misma anciana en uno de los callejones de Medina pidiendo limosna a la gente. El Imam (P) le dijo: ¿Se acuerda de aquel día en que mi hermano, mi primo y yo vinimos ante usted en el desierto y usted nos hizo mucho favor? La anciana no pudo recordar nada, pero el Imam (P) le dijo: “Si usted no se acuerda, yo recuerdo bien”. Entonces, le dio mucho dinero y le otorgó un rebaño de ovejas. Luego, la envió ante su hermano, el Imam Husain (P), y él (P) le otorgó muchas cosas. Después, la envió ante Abdul-lah Ibn Ya’far y él le otorgó muchos bienes, hasta que aquella mujer quedó muy rica.
Conclusión
Es un acto admirado expresar amor y afecto por los Imames Infalibles (P), pero esto no es suficiente; ya que además de este amor, tenemos que adoptar la misma conducta de ellos. Tenemos que ayudar a nuestros familiares, parientes, amigos y vecinos. Aquellos que tienen la posibilidad deben ayudar a los prisioneros, enfermos, estudiantes necesitados y a las personas que necesitan casarse, pero no tienen suficiente dinero. Esperamos que Dios nos ayude en aquel día en que nada puede ayudar al hombre; excepto sus propias buenas obras.
