Una reflexión sobre las enseñanzas de la Escuela del Imam Hadi (P) desde el punto de vista del Ayatolá Makarem Shirazi

Una reflexión sobre las enseñanzas de la Escuela del Imam Hadi (P) desde el punto de vista del Ayatolá Makarem Shirazi


El aniversario del nacimiento del Imam Hadi (P) es una buena oportunidad para familiarizarse con sus enseñanzas y conocer su conducta. El Imam Hadi (P) alcanzó el Imamato en una época en donde las dificultades y la presión sobre los shiítas iban en aumento más que nunca.‌

El Imam (P) no tuvo la suficiente libertad de acción para difundir sus actividades culturales. Sin embargo; a pesar de todas estas dificultades y las duras condiciones de aquel entonces, logró instruir a varios alumnos y realizar notables esfuerzos en los campos de la Doctrina del Islam, la Jurisprudencia y los Hadices. Es de hacer notar; que los mensajes que fueron enviados por el Imam (P) a los musulmanes en oportunidades adecuadas y sus respuestas a las preguntas religiosas de la gente mostraron su gran posición científica.

Cabe destacar, que entre los alumnos y discípulos del Imam Hadi (P) se encuentran personalidades destacadas tales como Ayyub Ibn Nuh, Uzman Ibn Saiid Ahwazi y ‘Abdul Azim Hasani. Algunos de los discípulos del Imam (P) tienen obras valiosas en el campo de la Jurisprudencia y la Doctrina del Islam. Este artículo va a explicar en resumen algunas de las más importantes enseñanzas de la Escuela del Imam Hadi (P) desde el punto de vista del Ayatolá Makarem Shirazi y tiene como objetivo presentar un modelo islámico de vida basado en la conducta del Imam (P).

 

El concepto de la vida mundanal desde el punto de vista del Imam Hadi (P)

El Mundo es un mercado para el Más Allá

Una de las principales enseñanzas de la Escuela del Imam Hadi (P) es considerar el Mundo como un medio para alcanzar la perfección y la prosperidad eterna en el Más Allá. Refiriéndose a un hadiz del Imam Hadi (P) el Ayatolá Makarem Shirazi dijo acerca de la posición de la vida mundanal:

Se ha narrado del Imam Hadi (P) que dijo: “El Mundo es un mercado, donde un grupo gana y otros pierden.” Esta narración declara el hecho de que los seres humanos no deben considerar este mundo como el objetivo principal de la vida; sino como un medio para obtener conocimiento y virtudes para alcanzar la prosperidad en la vida eterna.

Explicando esta valiosa narración del Imam Hadi (P), el Ayatolá Makarem Shirazi añadió:

Este mundo no es la patria original del hombre, ni su morada permanente; sino que es un gran mercado donde el hombre comercializa con los grandes tesoros que se le han otorgado, es decir; los momentos de su vida, su fuerza corporal, su pensamiento y razonamiento, con el fin de ganar la propiedad eterna y la vida permanente (en el más allá). De hecho, aquellos que son inteligentes, están alertas y activos conocen las reglas de este comercio. No paran de trabajar ni siquiera un momento; sino que se esfuerzan continuamente para poder ganar una mercancía más preciosa y eterna, y un futuro más brillante para sí mismos y para su sociedad. Ellos no pierden su patrimonio en boliches y vicios, y no abandonan este mundo con las manos vacías.

 

El concepto del Mundo en la cosmovisión materialista del Occidente y en la cosmovisión islámica

Refiriéndose a la diferencia del concepto del “mundo” en la cosmovisión occidental y en la cosmovisión islámica, el Ayatolá Makarem Shirazi declaró: “

Según la cosmovisión materialista del Occidente, tras la muerte, toda la existencia del ser humano será aniquilada. Por lo tanto, la ética y la moralidad no tienen ningún sentido en las Escuelas Materialistas. En cambio, desde el punto de vista coránico, este mundo es un campo de competencia para ganar las altas posiciones en el más allá.

Este mundo está lleno de pruebas y dificultades; mientras que el Más Allá es la morada eterna para la tranquilidad del ser humano. Si consideramos este mundo como una finca donde la gente labra y obtiene sus frutos más tarde, las dificultades de este mundo y los esfuerzos que hacemos en él tendrán un notable sentido; caso contrario, la vida en el mundo material será vana y sin propósito.

Desde el punto de vista de las Escuelas Monoteístas, para poder llevar una vida sana y pura hay que hacer muchos esfuerzos. Sin esfuerzos, no podemos lograr lo que buscamos.

 

Dios-centrismo, el único estilo de vida que impide la perdición en este mundo

El Ayatolá Makarem Shirazi calificó la Sura al-‘Asr como una alarma para avisarnos acerca de la gran pérdida que nos amenaza en este mundo y dijo a este respecto:

El ejemplo de la perdición en este mundo es como el de un hombre que vende hielos. Uno de los Sabios Islámicos narra: “Vi a un vendedor de hielos que gritaba: ¡Por favor compren mis hielos porque toda mi propiedad se está derritiendo! En aquel momento, yo entendí el significado de la aleya que dice: “En verdad, el ser humano está en la perdición”; ya que el tiempo pasa continuamente, y la vida del ser humano se termina sin que gane virtudes y recompensas. En este caso, tal hombre se encuentra en la perdición.

Según el Corán, la única vía para evitar tal perdición es creer en Dios, realizar obras buenas y aconsejar con la verdad y con la paciencia: “En verdad, el ser humano está en la perdición; excepto aquellos que creen y realizan buenas acciones y se aconsejan unos a otros la Verdad y se aconsejan unos a otros la paciencia.”[1]

En otras palabras, el ser humano, en vez de perder los momentos valiosos de su vida, debe ganar algo más beneficioso. De hecho, lo mencionado en esta aleya, es cien o mil veces más valioso que los momentos de nuestra vida.

Sin duda, cada vez que nosotros respiramos y con cada latido del corazón, nos acercamos un paso más a nuestra muerte. Por lo tanto, tenemos que hacer algo para compensar e indemnizar esta pérdida definitiva.

El Ayatolá Makarem Shirazi clasifica a la gente en tres grupos, basado en el hecho de cómo ellos manejan su propia vida en este mundo:

1- Un grupo de personas pierde el gran patrimonio de la vida gastándolo para obtener una riqueza insignificante, una casa o un palacio.

2- Algunas personas pierden toda su vida para obtener una posición o un puesto oficial.

3- Otros se dedican al ocio, la diversión y los goces temporales de este mundo material durante toda su vida.

4- Un grupo de la gente pasa los valiosos momentos de su vida en acercarse a Dios y obtener Su complacencia.

Según el Sagrado Corán, uno de los nombres del Día de la Resurrección es el “Día del Desengaño”; ya que en aquel día, la gente se dará cuenta de su gran pérdida en este mundo: “El día que Él os reúna para el Día de la Asamblea, ese será el Día del Desengaño[2].

Sin embargo; si una persona dedica su vida a obtener la complacencia de Dios, Él le dará la recompensa para cualquier momento de su vida: “En verdad, Dios ha comprado a los creyentes sus personas y sus bienes porque para ellos es el Jardín.”[3]

Dios es El que nos compra a nosotros nuestras obras, aunque sean muy insignificantes: “Quien haya realizado una obra de bien, tan pequeña como un átomo, la encontrará registrada.[4]

Él, Exaltado sea, otorga una recompensa inmensa a cambio de nuestras obras buenas: “El ejemplo de quienes contribuyen con su dinero por la causa de Dios es como el de un grano que produce siete espigas, cada espiga contiene cien granos. Así Dios multiplica [la recompensa] de quien Él quiere.”[5]

Es de hacer notar; que Dios es el que ha puesto a nuestra disposición toda la fuerza y capacidad para realizar obras buenas y Él mismo nos compra a nosotros estas obras a un precio mayor.

 

La Razonabilidad, un elemento clave para lograr la prosperidad en este mundo y en el más allá

Relatando un hadiz del Imam Hadi (P), el Ayatolá Makarem Shirazi calificó la razonabilidad como la más importante solución para evitar la pérdida en este mundo y en el más allá. Su Eminencia dijo a este respecto: Es muy razonable y lógico pensar en el final de la vida y tomar previsiones para el viaje del más allá. En verdad, tales pensamientos evitan muchas desobediencias de los seres humanos.

En un mundo que está lleno de eventos y fenómenos diferentes, si el ser humano no olvida su otra vida en el más allá, siempre estará cuidadoso con respecto a sus acciones. De hecho, las personas pecadoras y opresoras nunca piensan en el mundo después de la muerte. Si pensasen en el otro mundo, nunca cometerían crímenes y opresiones.

Hay que afirmar que este mundo está lleno de pruebas y dificultades para la gente, y el mundo del más allá es la morada eterna. De acuerdo con el hadiz antes mencionado que fue narrado por el Imam Hadi (P), si nosotros consideramos este mundo como una finca o un mercado donde debemos trabajar para ganar la próspera vida del más allá, alcanzaremos una vida plena y con sentido.

 

El autoconocimiento, un principio elemental para la auto-purificación

En la Escuela Científica del Imam Hadi (P) se da mucho hincapié en la cuestión del autoconocimiento y la conciencia del ser humano sobre sus propias capacidades para alcanzar la proximidad de Dios. El Ayatolá Makarem Shirazi dijo a este respecto:

El autoconocimiento es uno de los pilares importantes de la auto-purificación y de la perfección del ser humano en todos los aspectos de su existencia, y en particular en los aspectos morales. Por otro lado, la ignorancia del ser humano en cuanto a su valor y posición lo aleja de su Creador; y es por lo tanto que el Imam Hadi (P) dice en un hadiz: “Aquel que no se respeta a sí mismo, su maldad puede alcanzar a los demás.

Explicando el significado de esta valiosa narración del Imam Hadi (P), el Ayatolá Makarem Shirazi dijo:

En realidad, uno de los factores que impide la maldad y la corrupción es la reputación que el hombre considera para sí mismo. Las personas de alta personalidad y aquellos que se respetan a sí mismos, a pesar de que la gente no los respete, se abstienen de cometer muchas faltas y crímenes por lo menos para preservar su propia reputación. Sin embargo; si piensan que no tienen reputación, prestigio o respeto, no tendrán miedo de cometer cualquier falta que quieran. Por lo tanto, el Imam (P) nos recomienda alejarnos de estas personas.

 

La auto-purificación, el primer paso en la lucha contra el ego (Yihad al-Akbar)

Explicando un hadiz narrado por el Imam Hadi (P) sobre la lucha contra el ego, el Ayatola Makarem Shirazi consideró esta lucha como un factor principal para lograr las virtudes morales, y añadió:

Como se sabe, la lucha contra los deseos rebeldes que son el origen de todos los pecados es conocida en el Islam como el “Yihad al-Akbar” (la Gran Lucha). Esta lucha es más importante que la lucha militar con los enemigos del Islam; ya que es un medio para lograr la auto-purificación. Si el hombre no puede purificarse a sí mismo de los pecados y maldades, no podrá triunfar en esta lucha, y cabe destacar que la mayoría de los fracasos en la vida se deben a estas maldades que se consideran como un punto de debilidad para el hombre.

De hecho, la lucha contra el ego será más valiosa e importante en los ámbitos y sociedades donde se encuentran cualquier tipo de pecados; ya que puede traer efectos más notables para la persona.

 

El valor incalculable del carácter humano

El Ayatola Makarem Shirazi dijo acerca de un hadiz del Imam Hadi (P) acerca del valor del carácter humano:

Una de las cuestiones más importantes de cada religión es cómo desarrollar un adecuado sistema de valores en la comunidad humana. Cualquier cosa en este mundo tiene un valor material y un valor espiritual. Algunas cosas son más preciosas que otras cosas, y es obvio que la gente no tenga el miedo de perder las cosas que considera menos valiosas. Más, por otro lado, a nadie le gusta perder las cosas que considera valiosas. Por ejemplo, si una joya preciosa se le da a un niño, el niño la considera como un juguete y es probable que la pierda fácilmente.

Lo mismo sucede con el carácter del ser humano. Si el hombre considera valioso su carácter humano, nunca lo venderá a cambio de cosas insignificantes. Según el Sagrado Corán, el ser humano es la criatura más valiosa en este universo; ya que Dios ha creado todas las cosas para el ser humano: “Él es quien creó para vosotros todo lo que hay en la Tierra.”[6]

También, se ha narrado en un hadiz que Dios, el Altísimo dijo al ser humano: “He creado para ti todas las cosas y te he creado para Mí mismo.

Según el Sagrado Corán, la posición del ser humano puede ser más alta que la de los ángeles; ya que ellos fueron ordenados a prosternarse ante el ser humano: “[Recuerda] Cuando tu Señor dijo a los ángeles: «En verdad, crearé un ser humano de barro. Así pues, cuando le haya dado forma y sople en él de Mi espíritu, prosternaos ante él.» Así que todos los ángeles se prosternaron.”[7]

Estas aleyas muestran la alta posición del ser humano entre todas las criaturas. Ahora, si nosotros conocemos bien el valor de nuestro carácter humano, no lo vamos a perder frente a los deseos temporales y posiciones insignificantes de este mundo. Sin embargo; si el hombre no conoce su propio valor, se venderá a sí mismo por cualquier cosa despreciable. Incluso, estas personas pueden ser muy peligrosas para la comunidad; ya que pueden matar a los demás por poco dinero, y de acuerdo con los consejos del Imam Hadi (P), hay que alejarse seriamente de tales personas.

 

Consejos del Imam Hadi (P) acerca del agradecimiento a Dios por Sus bendiciones

Una de las cuestiones importantes que generalmente el ser humano olvida es el agradecimiento a Dios por Sus bendiciones. Al respecto, el Ayatola Makarem Shirazi relató una narración del Imam Hadi (P) donde el Imam (P) dijo que el beneficio del agradecimiento de las personas que agradecen a Dios es mucho mayor que las bendiciones otorgadas a ellas; ya que las bendiciones de Dios en este mundo son beneficiosas para esta vida temporal; mientras que el agradecimiento por las bendiciones de Dios tendrá recompensas en la vida eterna del más allá.

El Ayatola Makarem Shirazi dijo acerca de los protocolos del agradecimiento a Dios:

Según las enseñanzas del Imam Hadi (P), el agradecimiento a Dios no debe ser solamente un agradecimiento verbal, sino que el hombre le debe agradecer en forma práctica. El agradecimiento práctico por las bendiciones de Dios significa utilizar cualquier bendición en forma debida y correcta. Si el hombre consume las bendiciones de Dios para Su complacencia y para servir a Sus siervos, alcanzará los beneficios de estas bendiciones tanto en este mundo como en el más allá. De esta manera, incluso las bendiciones materiales pueden tener recompensas y beneficios espirituales para nosotros. Por lo tanto el Imam (P) dice que el agradecimiento por las bendiciones es más importante.

Es de hacer notar; que el agradecimiento puede ser de tres tipos; el agradecimiento cordial, el agradecimiento verbal y el agradecimiento práctico.

El Ayatolá Makarem Shirazi consideró la fe, la paciencia y el conocimiento como los resultados del agradecimiento verdadero a Dios e hizo hincapié en el hecho de que Dios no tiene ninguna necesidad de nuestro agradecimiento, y que en verdad, nosotros somos los que necesitamos agradecerle a Él. Al respecto, el Ayatola Makarem Shirazi narró el siguiente relato de la historia del Imam Hadi (P):

Una vez uno de los compañeros del Imam Hadi (P) llamado “Abu Hashim Ya’fari” vino ante el Imam (P) con el fin de quejarse de las dificultades de su vida. Sin embargo; antes de que empezase a hablar el Imam (P) le dijo: “Oh Abu Hashim, ¿Por cuál de las bendiciones de Dios quieres agradecerle?” Abu Hashim no entendió el significado de la pregunta del Imam (P), y no dijo nada. Entonces, el Imam Hadi (P) continuó: “Dios te ha otorgado una fe por la que tu cuerpo no se quemará en el fuego del Infierno. Dios te ha dado salud y sanidad, y te ayudó para que Lo obedecieses. Dios te dejó complacido con lo que te ha otorgado para que no perdieses tu valor frente a la gente. Oh Abu Hashim! Yo empecé a hablar (antes de que tu dijeras algo) porque sabía que tú ibas a quejarte de Aquel que te ha otorgado tantas bendiciones. He ordenado que te dieran cien dinares, tómalos (y soluciona tus problemas).”

Tras este buen comportamiento y la generosidad del Imam Hadi (P), Abu Hashim volvió a su casa estando muy contento sin que tuviese que quejarse de los problemas de su vida.

El Ayatola Makarem Shirazi consideró la ingratitud como una característica negativa y reprochable, y dijo a este respecto:

La ingratitud por las bendiciones de Dios puede tener formas diferentes. Por ejemplo, Si Dios otorga un niño a una familia pero los padres no le prestan la atención debida a su educación, en verdad han sido ingratos ante Dios por esta bendición; ya que cuando este niño crece, será un individuo inútil en la sociedad.

A veces, las bendiciones de Dios pueden manifestarse en forma de problemas y dificultades. Por ejemplo, es posible que una persona, a causa de una enfermedad, permanezca en casa y quede a salvo de un accidente que lo amenazaba en las afueras.

 

Conclusión

El hombre siempre debe agradecer a Dios por Sus bendiciones en forma práctica, en otras palabras, debe utilizar las bendiciones de Dios en forma debida y no debe ser como los hipócritas quienes sólo agradecen verbalmente sin demostrar su agradecimiento en forma práctica.

Sin lugar a dudas, los consejos del Imam Hadi (P) pueden guiarnos hacia nuestra felicidad en este mundo y en el más allá y es obligatorio para todos nosotros difundir sus enseñanzas en todo el mundo.

 

[1] Traducción de las aleyas 2 y 3 de la Sura 103

[2] Traducción de la aleya 9 de la Sura 64

[3] Traducción de la aleya 111 de la Sura 9

[4] Traducción de la aleya 7 de la Sura 99

[5] Traducción de la aleya 261 de la Sura 2

[6] Traducción de la aleya 29 de la Sura 2

[7] Traducción de las aleyas 71, 72 y 73 de la Sura 38

Palabras clave :
captcha