اللهُمَّ غَشِّنى فيهِ بِالرَّحْمَةِ، وَارْزُقْنى فيهِ التَّوْفيقَ وَالْعِصْمَةَ، وَطَهِّرْ قَلْبى مِنْ غَياهِبِ التُّهَمَةِ، يا رَحيماً بِعِبادِهِ الْمُؤْمِنينَ
al-lâhumma gashshinî fîhi birahmati ua-rzuqnî fîhi-t taufîqa ual ‘ismah ua tahhir qalbî min gaiâhib-it tuhmati iâ rahîmam bi’ibâdihil mu’minîn
¡Oh, Dios mío, cúbreme en este día con tu Misericordia! ¡Y agráciame en este día con el éxito y la indemnidad, y limpia mi corazón de las tinieblas de las vacilaciones y los pecados! ¡Oh Quien es Misericordioso con sus siervos creyentes! [1]
Entre los más importantes puntos de la súplica del vigésimo noveno día del mes de Ramadán se encuentran los siguientes:
- La Misericordia Divina.
- El éxito (Tawfiq).
- La contaminación del corazón.
La lluvia de Misericordia divina en el mes de Ramadán
¡Oh, Dios mío, cúbreme en este día con tu Misericordia!
El mes de Ramadán es el mes de la misericordia, [2] el mes en el que incluso los actos ordinarios del hombre, como dormir y respirar, tienen la recompensa de adoración. [3]
Se ha narrado un hadiz atribuido al Imam Alí (P), que dice: “La esperanza en la misericordia de Dios ha llevado a los creyentes a soportar la sed durante los calurosos días de ayuno” [4]
La misericordia inmortal de Dios requiere que los siervos no sean abandonados sin programa y enseñanzas, y es por lo tanto que Dios les envió un plan y una guía para guiarlos en el camino del desarrollo y la prosperidad. En realidad, todo el mundo y todas las criaturas se benefician de la misericordia de Dios, pero Él les otorga a los seres humanos mucho más de esta misericordia. [5] [6]
La misericordia divina es universal y amplia, pero se les otorga a las personas según las cualificaciones y las capacidades de cada uno. [7]
Dios otorga sus bendiciones tanto a aquellos que Lo invocan como a los que no Lo invocan y no Le piden. Incluso los que no han conocido a Dios en toda su vida estarán sujetos a Su gran misericordia. El Misericordiosisimo es Dios, cuya misericordia abarca todo, y no priva a nadie de Sus bendiciones.[8]
¿Qué es el Tawfiq (éxito)?
¡Oh, Dios! ¡Agráciame en este día con el éxito y la indemnidad!
Cuando pedimos a Dios que nos de éxito para realizar algo, queremos decir que nos proporcione los medios para lograrlo, tanto los medios espirituales como los medios físicos. [9]
Si no fuera por la gracia de Dios y el éxito que Él nos otorga, nunca podríamos hacer el bien en este mundo, porque nuestro éxito para realizar estas obras depende del poder y la voluntad de Dios. [11]
Es por lo tanto que incluso después de realizar las obras buenas no debemos sentirnos orgullosos de nosotros mismos, sino que debemos agradecerle a Dios por darnos el éxito de realizar estas obras. [12]
De la misma manera, debemos pedir el éxito a Dios para que podamos abandonar los pecados. De hecho, si no fuera por la ayuda de Dios, la mayoría de nosotros habríamos seguido a Satanás y estaríamos extraviados en este mundo. [13]
El pecado contamina el corazón humano
Leemos en esta súplica: “¡Oh, Dios limpia mi corazón de las tinieblas de las vacilaciones y los pecados!”
La comisión de cada pecado es un punto negro que contamina nuestros corazones. Si la persona repite un pecado, este punto se vuelve cada vez más grande hasta que cubre todo el corazón. El Corán dice a este respecto: “Quien haya cometido un pecado, y esté cercado por su pecado, (ellos) serán los moradores del Fuego, en el que permanecerán eternamente." [14]
Como resultado, la contaminación del corazón llega a un punto donde el efecto de las malas acciones evita que el hombre se arrepienta, y en este momento, ya no habrá ningún entusiasmo en él para hacer buenas obras. [15]
Notas
[1] Mafatih Nowin, p. 817.
[2] Tafsir Nemune, tomo 11, p. 467.
[3] Los bellos ejemplos del Corán; 1; p. 7.
[4] Nahyul Balaga (traducción Persa) tomo 1, p. 191.
[5] Tafsir Nemune; tomo 21; p. 153.
[6] Ibíd. p. 154.
[7] Ibíd; tomo 4; p. 528.
[8] Anwar Hedayat, página 244.
[9] Mensaje del Imam Amir al-Mu'minin (P); 13; p. 628.
[10] Ibíd, p. 629.
[11] Tafsir Nemune; tomo 21; p. 214.
[12] Meshkate Hedayat, pág. 133.
[13] Mensaje del Imam Amir al-Mu'minin (P), página 7, página 600
[14] Sura Baqara, verso 81
[15] Anwar Hedayat, página 567.
Publicado por la Oficina del Ayatolá Makarem Shirazi
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