اللَّهُمَّ ارْزُقْنِي فِيهِ رَحْمَةَ الْأَيْتَامِ، وَ إِطْعَامَ الطَّعَامِ، وَ إِفْشَاءَ السَّلامِ، وَ صُحْبَةَ الْكِرَامِ، بِطَوْلِكَ يَا مَلْجَأَ الْآمِلِينَ
al-lâhumma-r zuqnî fîhi rahmatal aitâm ua it’âma-t ta’âmi ua ifshâ’a-s salâmi ua suhbatal kirâm bitaulika iâ malÿa al-‘amilîn
¡Oh, Dios mío, agráciame en este día para ser compasivo con los huérfanos, ofrecer alimento a los hambrientos (ayunantes), extender el saludo (entre los musulmanes) y la compañía de los nobles. Por tu Merced, ¡Oh, refugio de los esperanzados! [1]
Los principales puntos de la súplica del octavo día del mes de Ramadán son los siguientes:
- Expresar misericordia y hospitalidad a los huérfanos,
- La virtud y la recompensa de dar de comer a los demás,
- El concepto del saludo islámico “Salam”,
- Seleccionar cuidadosamente a los amigos y los compañeros.
Honrar a los huérfanos, según el Corán y las narraciones
El Sagrado Corán ha dado gran importancia a los huérfanos, y en más de 20 versículos habla de este tema, entre ellos, los versículos que dicen:
“Y no os aproximéis a las propiedades de los huérfanos, excepto de la mejor manera posible, hasta que ellos lleguen a la edad adulta.”[2]
"En verdad, aquellos que devoran injustamente los bienes de los huérfanos, solamente introducen fuego en sus vientres y pronto arderán en el Fuego abrasador.”[3]
“¡Pero no! Lo que sucede es que no sois generosos con el huérfano, ni os estimuláis unos a otros a alimentar al necesitado” [4]
En estas aleyas se ha hecho hincapié en honrar a los huérfanos y tratarlos con cautela y precaución.[5]
También las narraciones islámicas están llenas de recomendaciones con respecto a los huérfanos. Se ha narrado que el Profeta Muhammad (PBD) dijo: "Quien cuida de los huérfanos y cubre sus gastos, estará a mi lado en el paraíso, como el dedo índice y el dedo medio de una mano". [6]
La necesidad de atención emocional a los huérfanos.
Sin lugar a dudas, las necesidades de un niño huérfano no se limitan en la comida y la ropa, sino que también es importante atender sus necesidades emocionales y responder a sus sentimientos del corazón. Tal actitud con respecto a los huérfanos es extremadamente eficaz en la construcción de su futuro, ya que el mayor sufrimiento del huérfano es la pérdida del centro de afecto y alimento del alma, mientras que sus necesidades físicas está en segundo lugar.
Dar de comer a los creyentes y los necesitados
En esta súplica, la frase que dice “Oh Dios agráciame en este día para ofrecer alimento a los hambrientos” muestra que en el mes de Ramadán, el hecho de prestar atención a los necesitados, a los huérfanos y a los pobres es una de las instrucciones islámicas y se ha considerado como una de las características de los justos. [9] [10]
El concepto del saludo islámico “Salam”
Salam es el mejor saludo islámico que, en esencia, significa “La paz y la bendición de Dios sean con usted”. Salam es una súplica a través de la cual pedimos a Dios que de salud, tranquilidad y paz a otra persona, por lo tanto, saludar es una especie de declaración de amistad y paz y dejar el conflicto con los demás. [11] [12]
En los Hadices islámicos, se ha recomendado a los creyentes que se adelanten en saludarse el uno al otro. Según los hadices, es recomendable que aquellos que están montados en algún medio de transporte se adelanten en saludar a los peatones, y que aquellos que tienen vehículos más lujosos saluden a los que tienen vehículos de bajo costo. Al parecer, esta orden es una especie de lucha contra la diferencia de clases debido a la riqueza y a las posiciones sociales. [13]
Tu compañero debe ser mejor que tú
Leemos en una parte de la súplica del octavo día del mes de Ramadán: “Oh Dios agráciame en este día la compañía de los nobles” [14] Esta frase quiere decir que cualquier creyente que se busca un amigo o compañero, debe elegir a alguien que su compañía aumente su bondad, su fe, su piedad y su conocimiento. [15]
El refugio de los esperanzados
Al final de esta súplica, nos dirigimos a Dios diciendo: "¡Oh Dios! Te ruego Por Tu Merced, ¡Oh, refugio de los esperanzados!".[16] Esta súplica confirma el concepto de la aleya coránica que dice: “Nadie puede protegerme de Dios y no encuentro refugio en otro que Él.” [18]
Por lo tanto, nadie puede darnos refugio y nada puede protegernos contra la ira de nuestro creador. A través de estas palabras, el hombre confiesa su completa obediencia, sumisión y humildad ante Dios. [19]
Notas
[1] Mafatih Nowin, p. 814.
[2] Sura al-An’am; versículo 152.
[3] Sura Nisa, versículo 10.
[4] Sura al-Fayr, versículos 17 y 18.
[5]Te preguntan, pág. 118.
[6] Safinat al-Bihar, volumen 8, página 740.
[7] Tafsir Nemune; tomo 3; p. 278.
[8] Ibíd; tomo 27; p. 359.
[9] Las declaraciones del Gran Ayatullah Makarem Shirazi, 29/3/1395 S.
[10] Selección de Tafsir Nemune, tomo 5, p. 356.
[11] Tafsir Nemune; tomo 4; p. 43.
[12] Ibíd.
[13] Ibíd; tomo 4; p. 45.
[14] Mafatih Nowin, página 814
[15] Anwar Hedayat, página 426.
[16] Mafatih Nowin, p. 814.
[18] Sura al-Yinn, Versículo 22
[19] Tafsir Nemune; tomo 25; P. 131
Publicado por la Oficina del Ayatolá Makarem Shirazi
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