اللَّهُمَّ لا تَخْذُلْنِي فِيهِ لِتَعَرُّضِ مَعْصِيَتِكَ، وَ لا تَضْرِبْنِي بِسِيَاطِ نَقِمَتِكَ، وَ زَحْزِحْنِي فِيهِ مِنْ مُوجِبَاتِ سَخَطِكَ، بِمَنِّكَ وَ أَيَادِيكَ، يَا مُنْتَهَى رَغْبَةِ الرَّاغِبِينَ
al-lâhumma lâ tajdhulnî fîhi lita‘arrudi ma’siiatika ua lâ tadribnî bisiâti naqimatika ua zahzihnî fîhi min mûÿibâti sajatika bimannika ua aiâdîka iâ muntahâ ragbat-ir râgibîn
¡Oh, Dios mío, no me humilles en este día por mis desobediencias y no me azotes en este día con el látigo de Tu cólera, y aléjame en este día de todo aquello que atraiga Tu ira! Por tu Bondad y Gracia. ¡Oh, el máximo deseo de quienes te desean fervorosamente! [1]
En resumen, esta súplica alude a los siguientes puntos:
- Las vías para obtener respeto y reputación
- Efectos de la súplica para alejarse de la ira de Dios y de Su castigo
La humillación y la reputación
Adherirse a las tentaciones y los vicios morales, además de crear grandes errores en la vida, provoca humillación y falta de respeto, porque si Dios deja de ayudar a alguien, esta persona será humillada (por su desobediencia). [2] [3]
Ahora, si un hombre es sabio, se dedica a la obediencia de Dios, y esto le traerá honor y dignidad en el mundo y la salvación en el más allá. En verdad, nadie ha sido humillado debido a la adoración, y nadie ha alcanzado la dignidad debido al pecado. [4]
Por lo tanto, nosotros debemos tratar de volver a Dios y dejar el pecado y la corrupción, a través del arrepentimiento y así podremos quitar el castigo divino que es la verdadera humillación para el ser humano. [5]
El papel de la súplica en la eliminación del castigo divino.
Cuando una persona comete un pecado, tendrá una de las siguientes características:
En algunos casos, la misma persona se da cuenta de su error, se arrepiente y pide perdón a Dios. [6]
A veces el pecado contamina tanto la vida de la persona hasta tal punto que destruye el espíritu de su fe, en este caso, la persona no tendrá más finalidad que la desgracia y el severo dolor del castigo divino. [7]
En otros casos, la persona que comete pecados y desobedece a Dios, no tendrá ninguna de estas dos características, pero Dios le dará más riqueza y comodidad en este mundo para que se ahogue en sus pecados. Tal persona, debido a que está contenta con los placeres temporales de este mundo, no tendrá oportunidad para darse cuenta de la verdadera felicidad, hasta que le llega la muerte antes de que haya realizado algo para el más allá. [9]
De hecho, si nosotros en este mundo estamos preocupados por el castigo del más allá, es posible que a través de la súplica y el arrepentimiento podamos salvarnos del castigo divino.[9]
¿Cómo se puede evitar la ira de Dios?
Sin lugar a dudas, para evitar la ira de Dios el hombre debe abstenerse de hacer todo lo que causa la ira de Dios, por ejemplo, la injusticia, la traición, la mentira, etc. [10] [11]
Se dice que una persona que no puede controlar su ira y no puede perdonar a los demás, no podrá alejar la ira de Dios. [12] Igualmente aquellos que no cumplen con sus compromisos y promesas causaran la ira de Dios en el más allá. [13]
En contraste, la paciencia y la tolerancia son las causas de la satisfacción de Dios. Y también de acuerdo con las narraciones: “Dar limosna en secreto apaga la ira de Dios”. [14] [15] En otras narraciones, se ha narrado que el Imam Alí (P), dijo: "El llanto por temor a Dios apagará el fuego de la ira de Dios". [16] [17]
Por lo tanto, en este mes, debemos tratar de abstenernos de los actos que arrojan al hombre en el abismo de la desgracia y provocan la ira de Dios. [18]
La mejor manera de agradecer por las bendiciones de Dios
La parte final de esta súplica se trata del fortalecimiento del espíritu del agradecimiento en el hombre. Conocer y admitir las bendiciones que Dios nos ha otorgado, es de las mejores maneras de agradecer verdaderamente a Dios. En otras palabras, el solo hecho de que el hombre se dé cuenta y admita que Dios le ha dado bendiciones en abundancia, es una manera de agradecimiento.[19]
Notas
[1] Mafatih Nowin, p. 813.
[2] Ética islámica en Nahj al-Balaghah; tomo 2; p. 225.
[3] La ética en el Corán, tomo 3, p. 133.
[4] Los discursos de los infalibles (P); tomo 2; p. 36.
[5] Mensaje del Corán; tomo 8; p. 335.
[6] Selección de Tafsir Nemune, tomo 3, p. 524.
[7] Ibíd.
[8] Ibíd; tomo 5; p. 254.
[9] Tafsir Nemune, tomo. 21; p. 81.
[10] Mensaje del Imam Amir al-Mu'minin (P); tomo 13; p. 532.
[11] Ibíd. tomo 6; p. 277.
[12] La moralidad en el Corán, tomo 3, p. 393.
[13] Mensaje del Imam Amir al-Mu'minin (P) tomo; 11; p. 133.
[14] Ibíd.
[15] Islam y la asistencia de los pueblos, pág. 91.
[16] Ershad Al Gulub, tomo 1, página 96.
[17] Anwar Hedayat, página 48.
[18] Nahj al-Balaghah; p. 159.
[19] Mensaje del Imam Amir al-Mu'minin (P); 4; tomo p. 47.
Publicado por la Oficina del Ayatolá Makarem Shirazi
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