Súplica del segundo día de Ramadán comentada por el Ayatolá Makarem Shirazi

mayo 6, 2019
2002

¡Oh, Dios mío! Acércame en este día a Tu satisfacción, y aléjame en este día de Tu ira y Tu cólera, y hazme exitoso en este día para recitar Tus aleyas. ¡Por tu Misericordia, oh, el más Misericordioso de los Misericordiosos!‌

اللَّهُمَّ قَرِّبْنِي فِيهِ إِلَى مَرْضَاتِكَ، وَ جَنِّبْنِي فِيهِ مِنْ سَخَطِكَ وَ نَقِمَاتِكَ، وَ وَفِّقْنِي فِيهِ لِقِرَاءَةِ آيَاتِكَ، بِرَحْمَتِكَ يَا أَرْحَمَ الرَّاحِمِينَ

al·lâhumma qarribnî fîhi ilâ mardâtika ua ÿannibnî fîhi min sajatika ua naqimâtika ua uaffiqnî fîhi liqirâ’ati âiâtika birahmatika iâ arham-ar râhimîn

¡Oh, Dios mío! Acércame en este día a Tu satisfacción, y aléjame en este día de Tu ira y Tu cólera, y hazme exitoso en este día para recitar Tus aleyas. ¡Por tu Misericordia, oh, el más Misericordioso de los Misericordiosos! [1]

Esta súplica, en resumen, alude a los siguientes puntos:

La complacencia de Dios es más importante que la complacencia de la gente,
La importancia de Dios-centrismo en las sociedades humanas,
El reconocimiento del concepto de la ira de Dios,
La importancia de la recitación del Corán.

¿Cuál nos importa más? ¿La satisfacción de Dios o la satisfacción de las personas?

A veces el hombre se encuentra a sí mismo en una encrucijada, entre la satisfacción de Dios y la satisfacción de las personas. A veces ocurre que buscar la satisfacción de Dios, causa la ira de la gente, y al revés, buscar la satisfacción de la gente, causa la ira de Dios. En estas condiciones ¿Cuál nos importa más? ¿La satisfacción de Dios o la satisfacción de las personas?

En respuesta a esta pregunta, el Imam Sadiq (P) dijo en un hadiz: "Quien prefiere la satisfacción de Dios sobre la ira de la gente, Dios atraerá los corazones de la gente hacia él, y cualquiera que prefiera la satisfacción de la gente sobre la satisfacción de Dios, Dios lo deja y remite sus asuntos a la gente." [3] [4] Es claro que si Dios deja a un ser humano, su destino será miseria y fracaso en este mundo y en el más allá. [5]

¿Dios-centrismo o humanismo?

En el mundo de hoy, las teorías occidentales y el humanismo forman el pensamiento de muchas personas. Según el humanismo, el interés del ser humano es el eje de todas las cosas y, por lo tanto, el criterio de todos los valores es el interés personal. El humanismo ha tenido efectos tan adversos en todo el mundo hasta tal punto que ahora muchos de los vicios morales, e incluso la homosexualidad, se han convertido en normas legales en las comunidades occidentales, mientras que, por otra parte, la castidad, el Hiyab y la moral son descartados como conceptos sin sentido y obsoletos.[6]

El humanismo es una cuestión dominante en las sociedades materiales, mientras que, de hecho, los seres humanos están bajo la ley de Dios, y las leyes modernas son válidas siempre y cuando no contradigan la ley de Dios. [7]

En muchos casos, las leyes que las personas regulan para sus comunidades, están en conflicto entre sí, ya que los intereses materiales de los individuos generalmente están en conflicto entre sí. [8] A veces, los intereses del 51% de la población están en un lado y los del 49% de la población están en el otro. En estos casos, aunque se toma la opinión del 51%, la opinión del 49% se deja de lado.

Pero si en lugar del humanismo, la Justicia se toma como el principio, el interés de todos los individuos será proporcionado en la sociedad. [9]

¿Cuál es el significado de la ira de Dios?

En muchos versículos del Corán, se habla de la ira de Dios, pero debe entenderse que la ira de Dios no es como la ira de los seres humanos. La ira de los seres humanos es una excitación interna que se provoca para tomar venganza. Este sentimiento puede afectar el tono de la cara y la presión de sangre en las venas del cuello. Sin embargo, con respecto a Dios, que no es un ser corporal, el cambio no tiene sentido, [10] por lo tanto, el significado de la ira de Dios es el castigo justo que se prescribe para compensar los hechos de los seres humanos. [11]

Verdadera recitación del Corán

A menudo, nuestra comprensión de la recitación del Corán es que cuanto más leemos, mayor es nuestra recompensa. [12] Pero no nos damos cuenta de que la lectura del Corán debe ser acompañada con las acciones que se realizan de acuerdo a él.

Por lo tanto, además de la lectura del Corán, es necesario que reflexionemos en su significado, y actuemos de acuerdo a sus mandatos. [13]