El Imam Hasan al-Askari (P), hijo del Imam Ali al-Naqi al-Hadi (P), es el undécimo Imam Infalible (P) y el padre del Imam Mahdi (P). [1] El Imam (P) nació en Medina el octavo día del mes de Rabi' al-Zani del año 232 de la hégira, según las narraciones más fidedignas, su vida estuvo marcada por la sabiduría, la resistencia y la preparación para la era de ocultación del Imam Mahdi (P). [2], [3]
Milagros y virtudes del Imam Hasan Askari (P)
Dios Altísimo ha dotado a los profetas y sus sucesores con milagros, manifestaciones de poder divino que superan la capacidad humana ordinaria. Estos prodigios sirven como testimonios irrefutables de la veracidad de la guía y el mensaje que han transmitido a la humanidad. Entre estas manifestaciones de poder, se incluye el conocimiento de lo que reside en el interior de las personas, incluyendo sus pensamientos y sentimientos más profundos, así como la capacidad de prever eventos futuros. Dios Altísimo concedió este don divino a los Imames Infalibles (P), entre ellos el Imam Hasan Askari (P). A continuación, presentamos algunos ejemplos de los milagros atribuidos al Imam Askari (P):
Dominar todos los idiomas
Abu Hamza, el sirviente del Imam (P), relata: En numerosas ocasiones, fui testigo de cómo mi Maestro, el Imam Hasan al-Askari (P), se comunicaba con fluidez en diversas lenguas. Lo escuché hablar en romano con los romanos, en eslavo con aquellos provenientes de las tierras entre Bulgaria y Estambul, y en turco con los turcos.
La diversidad lingüística del Imam me causaba asombro. Me preguntaba internamente: “El Imam al-Askari nació en Medina y, hasta la partida de su venerado padre, su contacto con el mundo exterior fue limitado. ¿Cómo y cuándo pudo adquirir el dominio de tantos idiomas?”
En ese momento, percibí que el Imam se dirigía a mí, respondiendo a mis pensamientos: “Dios Altísimo provee a Su Huyyah (Imam) con el conocimiento de todas las lenguas. Le concede el saber de los linajes y le informa de los sucesos del mundo. De lo contrario, ¿en qué se distinguiría el Huyyah de Dios del resto de la humanidad?”
[Mas'udi, Ithbat al-Wasiyya, p. 251]
La Profecía de Imam Askari (P) en la Prisión:
Narrado por Abu Hashim:
Me encontré con el Imam Hasan al-Askari (la paz sea con él) en la prisión del califa abasí. En ese lugar de cautiverio, el Imam (P) me confió: "Este hombre opresor (refiriéndose al califa) perecerá esta misma noche. Dios cortará el hilo de su vida y su lugar será ocupado por otro."
Al amanecer, la profecía se cumplió. Los turcos se lanzaron al ataque contra el califa abasí, y el pueblo se unió a ellos en su rebelión, acabando con su vida. En su lugar, fue proclamado al-Mu'tamid, a quien juraron lealtad.
[Mas'udi, Ithbat al-Wasiyya, p. 254]
El Milagro de Samarra: Cuando la Fe se Enfrentó a la Sequía
En la ciudad de Samarra, bajo el reinado del califa abasí al-Mu'tamid, una sombra de desesperación se extendió sobre la tierra: una sequía implacable y una sed que se convirtió en un tormento omnipresente. En un intento desesperado, al-Mu'tamid ordenó plegarias públicas por la lluvia. Durante tres días, la ciudad resonó con súplicas fervorosas, pero el cielo permaneció impasible.
La desesperación crecía, y la esperanza flaqueaba. Fue entonces cuando el arzobispo católico, líder de la comunidad cristiana, lideró una procesión de monjes y discípulos hacia el desierto. Allí, en medio de la inmensidad y el silencio, elevaron sus plegarias. Para asombro de todos, cada vez que un monje elevaba su voz, el cielo respondía con lluvia. La sequía se rompió, la tierra respiró aliviada, y la fe de los musulmanes se tambaleó. La creencia en el poder del cristianismo se extendió como un reguero de pólvora, amenazando los cimientos del califato.
Ante la inminente crisis, al-Mu'tamid, con el temor recorriéndole las venas, recurrió a una figura clave: el Imam Hasan al-Askari, un hombre de inmenso conocimiento y sabiduría, que en aquel momento se encontraba encarcelado. Reconociendo su única esperanza, el califa ordenó su liberación y le imploró ayuda: "Salva a la comunidad de tu abuelo Muhammad de la perdición, pues los cristianos nos superan y arrastran a la gente consigo."
El Imam (P) propuso un nuevo desafío. Al día siguiente, el arzobispo y los monjes debían volver al desierto para demostrar la verdadera fuente de su poder.
Así, un día martes, una multitud expectante se reunió. Los monjes rezaron, y la lluvia volvió a caer, confirmando su influencia. Pero el Imam (P) ordenó que inspeccionaran a uno de los monjes. Entre sus dedos, encontraron un hueso oscuro, un secreto que desvelaría la verdad. El Imam (P) lo tomó, lo envolvió en un paño y desafió al monje a rezar de nuevo. Esta vez, el cielo respondió de manera diferente: las nubes se dispersaron, y el sol refulgió con fuerza.
El asombro se apoderó de todos. Al-Mu'tamid, perplejo, preguntó sobre el significado del hueso. El Imam (P) reveló que era el hueso de un profeta, extraído de su tumba, y que su presencia era la clave de la lluvia. La prueba confirmó la palabra del Imam.
El califa, abrumado por la revelación, honró al Imam y lo liberó de la prisión. El respeto por al-Askari se disparó, y la gente, ahora con una fe renovada, se sintió atraída hacia su sabiduría. El Imam, aprovechando la oportunidad, solicitó la liberación de los prisioneros shiítas, quienes fueron encarcelados por los agentes del califato.
[Shablanyi, Nur al-Absar, El Cairo, Maktabat al-Husayni, p. 167]
El Imam (P) en la Jaula de los Animales Salvajes
Encarcelado en la prisión del califa abasí, el Imam Hasan al-'Askari (P) enfrentó la crueldad de un carcelero opresor llmado Nahriz. Aunque Nahriz era ferviente seguidor del califato suní, su esposa, una mujer de profunda fe, se preocupaba por el bienestar del Imam (P). Constantemente advertía a su esposo, instándole a no maltratar ni atormentar al Imam (P). "¡Teme a Dios!", le decía, "¡¿Sabes la valiosa persona que te han encomendado?!". Le explicaba las virtudes del Imam (P) y le advertía de las nefastas consecuencias de sus actos malvados y opresivos.
Sin embargo, Nahriz, aferrado a su propia voluntad y guiado por su carácter implacable, se mantuvo impasible ante las súplicas de su esposa. Las palabras sobre las virtudes del Imam (P) solo alimentaron su envidia y odio. Decidido a cometer un acto de barbarie, Nahriz planeó arrojar al Imam (P) a una jaula llena de animales salvajes, esperando que lo devorasen.
Obteniendo el permiso de los agentes del califa para su atroz plan, Nahriz condujo al Imam (P) hacia la zona de las bestias, y observó cómo el Imam (P) entraba en la jaula, sin dudar de que su objetivo sería cumplido. Pero ante la mirada atónita de todos los presentes, ocurrió un milagro. El Imam (P) comenzó a rezar, y los animales salvajes, en lugar de atacar, se reunieron a su alrededor con humildad y sumisión. Aterrorizado y avergonzado, Nahriz, ante la evidencia palpable del poder divino, ordenó que el Imam (P) fuera retirado de inmediato.
[Al-Jara’iy wa al-Yara’ih, Vol. 1, p. 435]
El dinero enterrado
Ismail Ibn Muhammad narra:
En una ocasión, acudí al Imam Askari (P) para expresar mi necesidad, jurando que no tenía posesiones, ni siquiera un dirham. El Imam (P), con su conocimiento divino, me cuestionó: “¿Juras en vano, cuando has escondido doscientos dinares bajo tierra? Sin embargo, no te niego mi ayuda por ello.” Luego, ordenó a su sirviente: “Dale a este hombre lo que tienes.” El sirviente me entregó cien dinares y el Imam (P) me advirtió: “A pesar de tu gran necesidad, perderás ese dinero que has enterrado.”
Ismail narró: “Tiempo después, al necesitar el dinero escondido, lo busqué desesperadamente, pero no lo hallé. Finalmente, supe que mi hijo lo había encontrado y, aprovechando la oportunidad, lo había robado y huido.”
[Nur al-Absar: 153]
La Profecía que Derrocó al Califa Sunita
Ahmad ibn Muhammad relata: En una época de gran peligro para los shiítas, cuando al-Muhtadi, el califa abasí, desataba una persecución implacable y mataba a los seguidores del Imam (P), escribí una carta al Imam Askari (la paz sea con él). Lleno de preocupación por su seguridad, le expresé: “¡Mi Maestro! Doy gracias a Dios por haber preservado su vida de las garras de este opresor. Había oído decir que Muhtadi amenazaba su vida, diciendo: '¡Por Dios, pronto lo exiliaré!'”
En respuesta, y con su noble caligrafía, el Imam (la paz sea con él) me escribió: “Su vida es más corta de lo que él cree para llevar a cabo sus amenazas. Cuenta cinco días a partir de hoy, y al sexto día, será asesinado, sufriendo humillación y deshonra...”
Ahmad ibn Muhammad añade: "Conté los días, y la profecía del Imam (la paz sea con él) se cumplió a la perfección. El califa fue asesinado tal y como él había predicho."
[I'lam al-Wara: 375]
El milagro de la lluvia
Tabari narra: Un día, estuve presente con el Imam Hasan al-Askari (P). Un grupo de beduinos árabes, afligidos por la escasez de agua y la sequía, se acercaron al Imam (P) en busca de ayuda.
El Imam (P), sin dudarlo, escribió una línea y, en ese mismo instante, comenzó a llover. La lluvia fue tan fuerte que al cabo de unas horas, los beduinos regresaron, alarmados: “¡Oh, hijo del Mensajero de Dios! La lluvia ha arreciado y tememos por nuestra seguridad.”
Ante esta situación, el Imam (P) trazó una señal en el suelo, y la lluvia, milagrosamente, cesó al instante."
[Madinat al-Ma'ayiz: Vol. 7, p. 573, h. 2561, Ithbat al-Huda: Vol. 3, p. 32, h. 125]
El milagro de la alfombra de oración y el pescado del mar
En otro informe, Tabari relata: Un día, en la sagrada presencia del Imam Hasan al-Askari (P), me sentí invadido por un profundo anhelo. Me dirigí a él con humildad y le dije:
"Oh, descendiente elegido del Profeta de Dios, si la Divina Voluntad lo permite, permíteme ser testigo de un milagro, para que mis ojos contemplen la evidencia de tu santidad y mi corazón se llene de fe. Deseo compartir este testimonio con mis hermanos y amigos, para fortalecer sus almas."
El Imam (P) me respondió con una advertencia: "Es posible que la magnitud de tal manifestación sobrepase tu capacidad de comprensión, y que la duda, como una sombra, empañe tu fe."
Para disipar cualquier temor y asegurar mi devoción, juré solemnemente, tres veces, que mi fe permanecería inquebrantable, que mi corazón se mantendría firme ante cualquier prodigio.
El Imam Hasan al-Askari (P), como si la tierra misma lo reclamara, desapareció ante mis ojos, sumiéndose en la profundidad de su propia alfombra.
La espera, aunque breve, fue intensa, un abismo de incertidumbre que se extendía en mi interior. Luego, en un abrir y cerrar de ojos, el Imam (P) reapareció. En su mano, sostenía un pez grande, una criatura que parecía haber sido arrancada de las profundidades del océano. Con voz serena, me dijo: "He traído este pez desde las oscuras profundidades del mar."
Recibí el pescado de sus manos santas, sintiendo la energía palpable que emanaba de él. Con el corazón lleno de asombro y gratitud, compartí el milagro con mis amigos. Juntos, preparamos el pescado y lo consumimos con deleite.
[Nawadir al-Mu’yizat: p. 191, Ithbat al-Huda: Vol. 3, p. 432, h. 127, Madinat al-Ma'ayiz: Vol. 7, p. 574, h. 2565]
El milagro de un Nasibi que se convierte en shiíta
Muhammad Ibn Ayyash narra: "Un día, me encontraba en una reunión donde conversábamos sobre los milagros del Imam al-Askari (la paz sea con él). Entre los presentes, se hallaba un Nasibi, un acérrimo detractor de Ahlul-Bait (la Familia del Profeta). Con un tono desafiante, el Nasibi exclamó: 'Yo escribo sin tinta. Si vuestro Imam (P) es verdaderamente quien dice ser, y puede responder a mis escritos, aceptaré su legitimidad.'
Ante este desafío, preparamos nuestras preguntas por escrito. El Nasibi, sin utilizar tinta, también redactó sus cuestionamientos en una hoja en blanco, que fue enviada junto con nuestras preguntas al Imam al-Askari (P).
En un breve lapso de tiempo, las respuestas del Imam (P) fueron devueltas. A nuestras preguntas, el Imam (P) respondió con claridad. Pero lo que ocurrió con la hoja del Nasibi fue aún más asombroso. En ella, el Imam (P) además de responder a las preguntas invisibles, había escrito el nombre del Nasibi, el nombre de su padre y el de su madre.
Al contemplar esta prueba irrefutable de la sabiduría y el conocimiento divino del Imam (P), y al ver que sus propios datos personales le habían sido revelados, el Nasibi cayó desmayado. Al recobrar el sentido, con lágrimas en los ojos, pronunció la Shahada (el testimonio de fe islámico), y se convirtió en un musulmán shiíta."
[Manaqib Ibn Shahr Ashub, Vol. 4, p. 440]
El Apodo "Askari" y su Significado
Su nombre es Hasan, y su kunya (sobrenombre) es Abu Muhammad. Sus apodos más conocidos son Zaki y, especialmente, Askari. [4] Este último, "Askari," que significa "militar" en árabe, es una designación que refleja la dura realidad de su vida. Los califas abasíes, temerosos de su influencia, mantuvieron al Imam Hasan (P) bajo estricta vigilancia en Samarra, donde residió la mayor parte de su vida, desde los diez años hasta su martirio. [7]
El uso de apodos era común en la cultura árabe como muestra de respeto, y "Askari" describía el lugar de residencia del Imam (P). Además, los shiítas a menudo empleaban este apodo como una forma de cautela, protegiendo su identidad y la del Imam (P) en un contexto de persecución por parte de los califas sunitas. [5], [6], [8]
A pesar de estas restricciones, los shiítas mantuvieron una conexión con el Imam (P), utilizando medidas de seguridad para protegerse y prepararse para la futura ausencia del Imam Mahdi (P). Esto se logró a través de la comunicación con representantes especiales y generales de los Imames (P). [9]
Su Imamato
El Imamato, el liderazgo espiritual de la comunidad islámica, fue una institución crucial para la preservación del Islam. El Profeta Muhammad (PBD) no podía dejar la religión sin un guardián, ya que esta, como un árbol joven, necesitaba cuidado y propagación. [10] Por lo tanto, el Profeta (PBD) previó la sucesión, sabiendo que los sucesores debían poseer cualidades especiales como conocimiento, piedad e infalibilidad, atributos que solo Dios puede discernir. [11], [12]
En numerosos hadices y narraciones, tanto del Profeta (PBD) como de los Imames, se mencionan los nombres y el número de los sucesores, incluyendo a los doce Imames (P). Incluso en algunas fuentes sunitas, se enumeran explícitamente los nombres y características de estos líderes. [13]
Un ejemplo clave es la narración de "Sheij Suleiman Qanduzi," un erudito sunita, en su libro "Yanabi’ al-Mawadda." Relata la historia de un hombre judío llamado Na’sal, quien preguntó al Profeta (PBD) sobre los Imames y sus sucesores. El Profeta (PBD) respondió:
"Ciertamente, mi sucesor es Ali Ibn Abi Talib, y después de él, mis dos hijos, Hasan y Husain, y después de Husain, habrá nueve Imames de su progenie." [14], [15]
El Profeta (PBD) luego nombró a los Imames sucesivos, incluyendo a Hasan al-Askari (P), confirmando su posición en la línea de sucesión. [16], [17], [18], [19] Este hadiz es una fuerte evidencia narrativa que apoya el Imamato de Hasan al-Askari (P). [20], [21]
Las narraciones del Imam Hadi (P) también son fundamentales para probar el Imamato de su hijo, Hasan al-Askari (P). [22] El Imam Hadi (P), ante preguntas sobre el próximo Imam, identificó al Imam Hasan al-Askari (P) como el undécimo Imam Infalible (P), desmintiendo la idea de que su otro hijo, Muhammad, fuera el sucesor. [23] Testamentos, cartas y órdenes del Imam Hadi (P) confirman esta designación. [24], [25] En una carta a AbuBakr Fahfaki, el Imam Hadi (P) describió a Hasan al-Askari (P) como su sucesor, indicando que "él es el califa después de mí, y los asuntos del Imamato después de mí se remitirán a él." [26], [27]
El Imam Hasan al-Askari (P) asumió el Imamato y el Wilayat durante seis años tras el martirio de su padre. [28]
Actividades Científicas y Liderazgo
A pesar de la opresión de los califas, los Imames Infalibles (P) se dedicaron a la educación y guía de la comunidad. El Imam Hasan al-Askari (P) enfrentó mayores presiones que sus predecesores. [29], [30] Sin embargo, continuó promoviendo la escuela de Ahl al-Bayt, la jurisprudencia islámica y los hadices, nombrando estudiantes y representantes en diferentes ciudades. [31]
Compañeros y Alumnos
El Imam Hasan al-Askari (P) contó con numerosos compañeros y alumnos que desempeñaron un papel crucial en la difusión de su conocimiento y en la preparación para la era de la ocultación. Entre ellos destacan:
- 'Aqid, sirviente especial del Imam (P)
- Abu al-Adian, otro sirviente del Imam (P)
- Uzman Ibn Saiid, primer Delegado Especial del Imam Mahdi (P)
- Ahmad Ibn Is-haq Ash'ari Qomi
- Abu Hashim Dawud Ibn Qasim Yafari
- Abdullah Ibn Yafar Himyari
- Ali Ibn Yafar
- Muhammad Ibn Hasan Saffar [32], [33]
La Carta del Imam Hasan al-Askari (P) a la Gente de Qom
La gente de Qom siempre ha sido conocida por su lealtad a la familia del Profeta (PBD). [34] En la época de los Imames (P), dedicaban bienes y recursos a los Imames (P), y Qom se convirtió en un refugio para los descendientes de los Imames (P). [35], [36]
El Imam Hasan al-Askari (P) mostró una especial consideración hacia la gente de Qom. En palabras de Abdulazim Hasani, el Imam (P) dijo: "Los habitantes de Qom... han sido perdonados por Dios, porque han encontrado el éxito de visitar la tumba de mi abuelo, Ali Ibn Musa al-Rida (P), en Tus." [38], [39]
En una carta dirigida a la gente de Qom, el Imam (P) les deseó misericordia, larga vida y guía. En esta carta, el Imam (P) incluyó a la gente de Qom, sus antepasados y sus futuras generaciones en sus súplicas, pidiendo una vida próspera bajo el Imamato de los Imames Infalibles (P). [40], [41], [42]
Preparación para la Ocultación del Imam Mahdi (P)
Ante la opresión de los califas y la necesidad de proteger al Imam Mahdi (P), el Imam Hasan al-Askari (P) fue crucial en la preparación para la ocultación del último Imam. [43] El Imam (P) protegió cuidadosamente la vida de su hijo, limitando las visitas y asegurando su bienestar. [44]
El establecimiento del sistema de representantes de los Imames (P) y la comunicación indirecta con la gente fueron pasos estratégicos para preparar la comunidad para la era de la ocultación. [45] Estos representantes respondían preguntas religiosas y teológicas, y transmitían cartas entre el Imam (P) y la gente. [46] Uzman Ibn Saiid Amri, por ejemplo, fue nombrado representante especial, y el Imam (P) confió en él y en su hijo, declarando que sus palabras eran verdaderas y debían ser escuchadas. [47], [52], [53]
Estas acciones establecieron una cultura de fe en el Imam ausente y de referencia a los representantes de los Imames (P). [54] Tras el martirio del Imam Hasan al-Askari (P) en el año 260 de la hégira, el Imamato pasó a su hijo, el Imam Mahdi (P). Aunque el Imam Mahdi (P) entró en ocultación, los shiítas pudieron comunicarse con él a través de sus cuatro representantes especiales. [55] Después de la finalización de la representación especial, los shiítas se refirieron a los eruditos jurisprudentes para asuntos religiosos y de la vida. [56]
Notas:
[1] Mafatih Nowin; pág. 617.
[2] Muntaha al-Amaal; La historia de vida del Imam Hasan Askari (P), Bihar al-Anwar; tomo 50; página 237; H 8, (Algunos han considerado el día 10 y algunos han considerado el día 14 como el día de su nacimiento. "Bihar al-Anwar; vol. 50; p. 238; h 12").
[3] Mafatih Nowin; pág. 617.
[4] Ibíd.
[5] El mensaje del Imam Amir al-Mu'minin, P; tomo 9; pág. 234.
[6] Ética islámica en Nahy al-Balaqa; tomo 2; pág. 545.
[7] El mensaje del Imam Amir al-Mu'minin, P; tomo 9; pág. 234.
[8] Ibíd.
[9] Ibíd.
[10] Islam en un vistazo; pág. 66.
[11] Ibíd; pág. 67.
[12] Ibíd.
[13] Cincuenta Lecciones para la Juventud sobre los Principios de la Fe; pág. 306.
[14] Ibíd.
[15] Ibíd.
[16] Ibíd.
[17] Ibíd.
[18] Yanabi’ al-Mawadda; pág. 441.
[19] Cincuenta Lecciones para la Juventud sobre los Principios de la Fe, página 307.
[20] Al-Kafi; tomo 2; página 525, Jisal; saduq tomo 1; página 509.
[21] Cincuenta Lecciones para la Juventud sobre los Principios de la Fe, página 307.
[22] Ibíd.
[23] Al-Kafi; tomo 1; pág. 325.
[24] Al-Irshad, Volumen 2; pág. 318.
[25] Cincuenta Lecciones para la Juventud sobre los Principios de la Fe, p.307.
[26]. Kashf al-Qumma, tomo 2; Pág. 912.
[27] Cincuenta Lecciones para la Juventud sobre los Principios de la Fe, página 307.
[28] Islam en un vistazo; pág. 68.
[29] Enciclopedia del Fiqh Muqaran; tomo 1; pág. 106.
[30] Bihar Anwar; tomo 50; pág. 251.
[31] Enciclopedia del Fiqh Muqaran; tomo 1; pág. 104.
[32] Véase: Riyal Kashi; Riyal Nayashi.
[33] Enciclopedia del Fiqh Muqaran; tomo 1; pág. 107.
[34] Junto con los peregrinos de Qom y Yamkaran; pág. 26.
[36] Junto con los peregrinos de Qom y Yamkaran, página: 27.
[38] Bihar Al‑Anwar; tomo 60; página 231; H 63.
[39] Junto con los peregrinos de Qom y Yamkaran; pág. 83.
[40] Bihar al-Anwar, volumen 50; página 317; H 14, Manaqib Ale Abi Talib P; tomo 4; pág. 425, al-Kuna wal alqab, vol. 3; página 71.
[41] Junto con los peregrinos de Qom y Yamkaran; pág. 83.
[42] Ibíd.
[43] Respuestas a preguntas religiosas; pág.221.
[44] Ibíd.
[45] Ibíd.
[46] Ibíd.
[47] Ibíd.
[48] Junto con los peregrinos de Qom y Yamkaran; pág. 41.
[52] al-Kafi, tomo 1, p. 329.
[53] respuestas a preguntas religiosas; pág.221.
[54] Ibíd.
[55] Ibíd, página 218.
[56] Ibíd, página 219.