El épico sermón de la honorable señora Fatima (P) y sus sabias palabras fueron derivadas de su devoto y persistente carácter en el camino de Dios. El martirio de aquella mujer tan sabia a la edad de 18 años fue en verdad una gran pérdida para la comunidad islámica. Si ella, por ejemplo, hubiera tenido una vida de 60 años nos habría dejado un gran tesoro de conocimiento y sabiduría.