Las Atracciones de la Oración para los Niños

Las Atracciones de la Oración para los Niños


Una de las mayores preocupaciones de los padres musulmanes es cómo educar islámicamente a sus hijos. De hecho, todos los padres musulmanes saben que la oración es una de las más importantes enseñanzas islámicas, que puede desempeñar una función esencial en el desarrollo del carácter de los hijos. Por eso, buscan métodos efectivos para atraer a los niños a la oración.‌

Prólogo

Los programas educativos que se aplican para educar a los niños deben ser simples y efectivos, especialmente si se trata de la enseñanza de la oración. Hay muchos padres musulmanes que buscan métodos prácticos para atraer a los niños a la oración; ya que saben que la oración es una de las más importantes enseñanzas del Islam, que puede desempeñar una función importante en el desarrollo del carácter de los hijos. Las narraciones transmitidas por los Imames Infalibles (P) ofrecen consejos prácticos acerca de cómo podemos crear una motivación para lograr la participación de los niños y jóvenes en la oración.

Con respecto a la educación de los niños, se ha narrado una narración del Imam Sayyad (P) donde dijo: “Educad bien a vuestros hijos; ya que vosotros sois responsables frente a ellos”. También, se ha narrado del Príncipe de los Creyentes, Alí (P) que dijo: “Honrad a vuestros hijos y educadlos bien”.

Los padres creyentes normalmente no son indiferentes con respecto a la educación de sus hijos, y hay muchos padres que les empiezan a enseñar la oración a sus hijos a partir de su niñez; ya que conocen los importantes efectos de la oración en la educación de los hijos.

 

Importancia de la Oración

En el Sagrado Corán, existen más de 122 aleyas relacionadas con la oración y la importancia de este mandato divino. Igualmente, las narraciones transmitidas por los Imames Infalibles (P) hacen el mismo hincapié en la oración. Hay narraciones que se refieren a la oración como la cabeza de la religión y hay otras narraciones que mencionan la oración entre los cinco pilares del Islam.

El Profeta del Islam (PBD) calificó la oración como la luz de sus propios ojos. También, en otra narración comparó la oración con una compañera; quien endulza al hombre cualquier problema y dificultad.

Según las narraciones, la oración es la luz de los ojos, la cual dirige al hombre para encontrar el camino correcto. La oración es la balanza de las obras, por la cual se evalúan todos los hechos del hombre.

No solo el Profeta del Islam (PBD), sino también los Profetas anteriores (P) recomendaban a sus pueblos realizar la oración. Fue por causa de la oración que el Profeta Abraham (P) dejó a su esposa y a su infante en el desierto seco, y al mismo tiempo, pidió a Dios: “¡Señor mío! ¡Haz que yo y mis descendientes seamos de los que hacen la oración! ¡Señor nuestro! ¡Acepta mi súplica!”.[1]

¡Que bendiciones tiene la oración! Por cierto, que el Profeta Jesús (P) dice: “Y me ha bendecido dondequiera que yo esté y me ha encomendado la oración y el pago del Azaque mientras viva[2].

Igualmente, al Profeta Moisés (P) le fue ordenado realizar la oración; ya que Dios le dijo al inicio de su misión profética: “¡Adórame y haz la oración en recuerdo Mío![3].

También, leemos en el Corán que Luqman aconsejaba a su hijo a que realizase la oración: “¡Oh, hijito mío! ¡Haz la oración y ordena lo que es bueno, prohíbe lo que es malo![4].

Según el Corán, la oración ha sido prescrita a los creyentes para ser realizada en horarios específicos[5], para que se beneficien de esta fuente de bendición y alcancen la proximidad de Dios.

 

Los beneficios de la oración para los niños

1-Tendencia a realizar obras buenas

La oración, como un medio para comunicarse con Dios, el origen de todo bien, motiva a los niños a realizar obras buenas. Las condiciones y los requisitos de la oración se han designado de una manera tal que dirigen a los orantes hacia la bondad. Por ejemplo, las condiciones tales como la licitud de la ropa del orante y el lugar donde reza, el horario determinado de la oración y la realización de la oración en forma colectiva se encuentran entre los factores que dirigen al orante hacia la bondad y la disciplina. La oración es en verdad una serie de instrucciones educativas. Tal vez fue por lo tanto, que los politeístas que debatían con el Profeta Shu’aib (P) le dijeron: “¿Acaso tu oración te ordena que abandonemos lo que nuestros antepasados adoraban o que no podamos hacer con nuestros bienes lo que queramos?[6].

 

2- Alejamiento del pecado

Uno de los resultados de la oración es que protege al orante de los pecados y de todo tipo de maldad. Así como, leemos en el Corán: “En verdad, la oración protege del pecado y de la maldad[7]. Sin embargo; si a veces vemos a algunos orantes que cometen pecados, es porque ellos no han prestado la atención debida a los conceptos profundos de la oración.

Al respecto, hay que tomar en cuenta dos puntos:

1- Cuanto más prestemos atención a los conceptos profundos de la oración, mayor será nuestra protección contra el pecado. Por ejemplo, según una narración trasmitida por la honorable señora Fátima al-Zahra (P), la oración aleja al hombre de la arrogancia.

2- Siempre debemos tener cuidado con que mientras mayores sean nuestros pecados, más perderemos las bendiciones y el placer de la oración. A veces el hombre, por cometer pecados, llega a ser indiferente con respecto a la oración, hasta que abandona la oración y cada día se ahoga más en el pantano de sus pecados.

 

3- Tranquilidad y Sentimiento de seguridad

Cualquier persona busca la tranquilidad y comodidad para sus cercanos y familiares. Los padres siempre se preocupan por sus hijos, y a veces esta preocupación los entristece profundamente. El Sagrado Corán dice que el recuerdo de Dios tranquiliza las almas: “Ciertamente, es con el recuerdo de Dios como se tranquilizan los corazones[8] y en otra parte dice que la Oración es la mejor manera para recordar a Dios: “Haz la oración en recuerdo Mío[9]. Basado en este argumento, si nuestros hijos recuerdan a Dios a través de la oración, colmarán sus corazones del sentimiento de seguridad, y no habrá ningún temor en ellos; ya que el Corán dice: “Ciertamente, aquellos que creen y actúan rectamente, hacen la oración y pagan el Azaque, obtendrán su recompensa junto a su Señor, no tendrán que temer y no estarán tristes.”[10]

 

4- Éxito y Sentimiento de triunfo

Aunque la verdadera prosperidad se encuentra solo en el otro mundo, según el Corán, los orantes creyentes además de lograr la prosperidad en el más allá, pueden obtener la ayuda de Dios en este mundo: “¡Oh vosotros, los que creéis! Buscad ayuda en la paciencia y en la oración.”[11] En otra aleya, Dios ha dicho que no dejará solos a los orantes: “Y Dios dijo: « ¡Estoy con vosotros! Si realizáis la oración…»[12].

Si nosotros ayudamos a nuestros hijos a familiarizarse con la oración y a comunicarse con Dios, en realidad los hemos conectado a una fuente infinita de confianza y esperanza. Las personas que rezan nunca se rinden frente a los problemas y dificultades; sino que siguen adelante con una fuerte voluntad. Como leemos en el Sagrado Corán: “En verdad, el ser humano ha sido creado impaciente. Cuando le alcanza un mal se desespera y cuando le toca un bien, se vuelve mezquino [con los demás]. Salvo los orantes, quienes son perseverantes en la oración.[13]

 

Principios generales de la educación religiosa para los niños

1- Amabilidad y Cariño

La amabilidad es un factor fundamental en la educación islámica de los niños. Cuando los niños quieren a alguien, tratan de tomarlo como ejemplo. Por lo tanto, se comportan como él, se visten como él, hablan como él y siguen sus pasos en cualquier ocasión. La persona que ama a alguien, incluso puede llegar a ser su obediente en cualquier aspecto.

Al respecto, leemos en el Corán, que Dios menciona el concepto del amor como un asunto vinculado con el concepto de la obediencia: “Di: Si verdaderamente amáis a Dios, ¡seguidme! que Dios os amará”.[14]

Las narraciones Islámicas hacen mucho hincapié en el hecho de que los padres no deben privar a sus hijos de su amor y su afecto. Se ha narrado del Príncipe de los Creyentes, Alí (P) que dijo: “Vuestros jóvenes deberían obedecer a sus mayores y, los mayores deberían tratar amablemente a los jóvenes. No volváis a esa cruel in tolerancia que prevaleció antes del Islam en la Época de la Ignorancia.[15]

Este dicho del Imam (P) indica que hay una relación mutua entre la amabilidad y la obediencia, y es por lo tanto que el Imam (P) aconseja a los padres que traten con amabilidad a sus hijos para que obtengan su obediencia.

Sin embargo; la manera de expresar la amabilidad con los niños puede variar según la naturaleza y la cultura de los pueblos. Los Imames Infalibles (P) generalmente expresaban su cariño hacia los niños a través de besos, caricias y maneras semejantes.

Según las narraciones, el Profeta (PBD) todos los días acariciaba la cabeza de su hija y sus nietos. También, recomendaba a los musulmanes que expresasen su cariño hacia sus hijos y decía que la recompensa de este acto es el Paraíso. Una vez una persona vino ante el Profeta (PBD) y le dijo que nunca había besado a ninguno de sus hijos. Entonces, como se ha narrado, el Profeta (PBD) dijo que ese hombre estará en el fuego del Infierno.

Según las narraciones islámicas, quien expresa cariño y amabilidad hacia sus hijos recibirá la misericordia de Dios.

 

2- Motivación y admiración

En el modelo educativo islámico, se hace hincapié en la motivación y admiración como una manera para invitar a la gente a realizar buenas obras.

El Sagrado Corán ha aplicado varios métodos para animar y motivar a la gente. Las aleyas que mencionan las bendiciones y recompensas en el Paraíso son reveladas para este mismo propósito.

El Corán presenta a los Profetas (P) como portadores de buenas noticias. En las aleyas coránicas, existen muchas buenas nuevas para animar a la gente. Algunas de estas aleyas son las siguientes:

Tendrán una recompensa generosa.”[16]

Para ellos hay una recompensa inacabable.”[17]

Dios prometió a quienes creen y actúan rectamente que serán perdonados y obtendrán una recompensa inmensa.”[18]

Obtendrán perdón y una gran recompensa.”[19]

Para ellos es la última morada; los Jardines del Edén[20]

¡Paz sobre vosotros por haber sido pacientes! ¡Qué excelente es la última morada![21]

Aquellos que creen y obran rectamente, esos son la gente del Jardín. En él estarán eternamente.”[22]

Uno de los mejores métodos para atraer a los niños a la religión es animarlos a realizar la oración. Si se les motiva a los niños correctamente, tendrá efectos profundos que incluso pueden cambiar la vida de una persona. Si animamos a alguien antes de realizar una obra buena, habremos creado en él una motivación para realizar esta obra. Igualmente, si los animamos después de realizar una obra buena, habremos creado en él una motivación para repetirla. Por lo tanto, los padres, al invitar a sus hijos a realizar la oración, primero deben animarlos y crear en ellos una motivación. Luego, después de que ellos la realizan, deben admirar su obra. De esta manera, los niños que ven cómo sus obras son admiradas por sus padres, se sienten confiados de poder tener un carácter especial ante sus padres y por lo tanto, siempre tratan de atraer su cariño y atención, y repiten esta obra admirada hasta que forme una parte de su personalidad.

Se pueden admirar las obras de los niños de dos maneras. Algunas veces, los padres admiran a sus hijos con premios, aunque sean pequeños. Por ejemplo, les dan un caramelo, les compran un juguete, van a una excursión, y en general, tratan de divertirlos.

Sin embargo; además de estos premios materiales, los padres no deben olvidar los premios espirituales que pueden dar a sus hijos. A veces, los padres, al decir “¡Excelente!” a sus hijos o a través de una caricia amable, pueden influir más sobre sus hijos. Se ha narrado que una vez un niño estornudó en presencia del Profeta Muhammad (PBD) e inmediatamente dijo “Alhamdu lil-lah” (La alabaza pertenece a Dios). Al ver esta escena, el Profeta (PBD) le dijo “¡Excelente! Que Dios te bendiga”.

Una admiración de esta manera, por lo padres, puede ser la mejor recompensa para sus hijos. Como leemos en el Sagrado Corán, en algunas aleyas, Dios expresa su amor hacia sus siervos como una recompensa divina:

Haced el bien. Ciertamente Dios ama a quienes hacen el bien.[23]

Encomiéndate a Dios. En verdad, Dios ama a los que se encomiendan a Él.”[24]

Sed justos, que Dios ama a quienes establecen la justicia.[25]

¡Sí! Quien sea leal a su compromiso y tema a Dios, sepa que, en verdad, Dios ama a quienes son temerosos.”[26]

Los padres musulmanes deben tomar en cuenta el hecho de que la motivación y la admiración desempeñan una función importante en la educación de los niños. Es de hacer notar; que los niños deben saber por qué han sido admirados, y la admiración debe ser algo correspondiente con la obra del niño, ni menor ni mayor que lo que merece.

 

3- Tomar ejemplos

Una de las características de comportamiento del ser humano, es que el hombre siempre toma ejemplos de los demás y aprende de las personas que están a su alrededor. Algunos creen que esta característica es un comportamiento instintivo; ya que se encuentra casi en todos los seres humanos. Los niños empiezan a tomar ejemplos de sus padres desde su infancia y tratan de imitar sus actos en cualquier aspecto.

Los padres no son el único ejemplo para el comportamiento de los hijos. Ellos también toman ejemplos de todos sus cercanos y familiares, y cada uno de ellos juega un papel en el desarrollo del carácter de los niños. Es por lo tanto; que los hadices acerca del matrimonio, aconsejan mucho al hombre que investigue bien sobre los cercanos y los parientes de la mujer antes de casarse con ella; ya que los hermanos y hermanas de esta mujer serán los tíos y tías de sus hijos, y como un modelo de comportamiento, pueden influir el carácter de los niños.

A veces, los niños, en las relaciones amistosas que tienen con la gente, aceptan cualquier cosa que ven y escuchan, sin tomar en cuenta si es mala o buena. Esta imitación, en algunos casos puede ser peligrosa para ellos. El Profeta Abraham (P) dijo a su pueblo: “¿Acaso os escuchan (los ídolos) si les llamáis u os benefician o perjudican?[27] Y los politeístas le respondieron que sólo imitaban lo que hacían sus padres: “No. Pero encontramos que nuestros padres hacían lo mismo”.[28] De la misma manera, si los niños toman un ejemplo incorrecto de sus predecesores, serán maleducados y extraviados.

Los padres deben tener cuidado con las relaciones que tienen con los familiares y cercanos. Tienen que aconsejar a sus niños sobre sus relaciones amistosas para que no hagan amistan con cualquier persona.

En el Sagrado Corán, hay aleyas que expresan odio hacia personas miserables como Abu-Lahab, pero por otro lado, hay aleyas que invitan a la gente a que tome ejemplo de personas bienaventuradas como el Profeta Abraham, (P) y el Profeta Muhammad (PBD):

Hay para vosotros un buen ejemplo en Abraham[29]

Ciertamente, en el Mensajero de Dios tenéis un buen modelo para quien tiene su esperanza puesta en Dios y en el Último Día y recuerda mucho a Dios.[30]

De la misma manera, los padres deben presentar buenos ejemplos para sus hijos como el de los Profetas (P) y los Imames Infalibles (P). Hay que tomar en cuenta que sólo la conducta de los Imames Infalibles (P) puede ser un ejemplo perfecto para la gente. Si los padres quieren presentar el ejemplo de otras personas para sus hijos, deben decirles que sólo sigan sus buenas obras.

 

Pasos para atraer a los niños a la oración

Cada programa educativo, con el fin de ser útil y exitoso, tiene que pasar por un proceso especial. Igualmente, para atraer a los niños a la oración, hay que pasar por un proceso educativo que consta de las siguientes etapas:

 

1- Enseñanza

Hay muchas narraciones islámicas que hacen hincapié en la enseñanza de la oración para los niños. Se ha narrado del Imam Alí (P) que dijo: “Enseñad la oración a vuestros jóvenes”. También, se ha narrado que el Imam Sadiq (P) dijo: “Cuando un niño aprende a realizar la ablución y la oración, Dios, Exaltado sea, perdona a sus padres”.

Para enseñar la oración a los niños, hay que tomar en consideración varios factores, entre ellos:

1-La edad de los niños.

2-Las habilidades y las capacidades de los niños para aprender.

3-El entusiasmo y las aficiones de los niños.

4-El modelo educativo.

Hoy en día, basado en estos factores, se producen libros especiales para los niños en niveles adecuados a su edad. En la enseñanza de la oración, hay que seguir el mismo modelo tomando en consideración las siguientes preguntas:

¿A qué edad debemos animar a nuestros hijos a realizar la oración?

¿Cuándo es necesario obligarlos a rezar?

¿Desde cuándo debemos empezar a enseñarles la oración?

¿Se debe cambiar el modelo educativo basado en la edad y el crecimiento de los niños?

¿Qué consejos existen en las narraciones islámicas acerca de los pasos para enseñar la oración a los niños?

En una narración, el Imam Baqir (P) da algunos consejos a los padres musulmanes que pueden ser buenas repuestas a las preguntas antes mencionadas. En esta narración, se cita del Imam (P) que dijo:

Cuando el niño llega a la edad de tres años, hay que ensenarle decir “la ilaha il-lal-lah” (No hay más dios que Allah). Cuando lo repite siete veces, hay que dejarlo hasta que llegue a la edad de tres años y siete meses y veinte días. Entonces, hay que enseñarle a decir siete veces “Muhammad Rasulul-lah” (Muhammad es el Mensajero de Dios). Luego, lo deben dejar hasta que cumpla los cuatro años. Entonces deben enseñarle a decir siete veces “sal-lal-lahu ‘Ala Muhammad wa alih” (La paz y las bendiciones de Dios sean con Muhammad y su familia). Luego, lo deben dejar hasta la edad de cinco. Entonces, le deben preguntar cuál es la mano izquierda y cuál es la mano derecha. Si puede distinguir entre ellas, deben pedirle que se oriente hacia la Qibla y realice una prosternación. Luego, lo deben dejar hasta que cumpla los siete años. Después de haber cumplido los siete años, deben pedirle que lave su rostro y sus manos. Después de haberlos lavado, deben pedirle que rece. Luego, lo deben dejar hasta que llegue a los 9 años de edad. Cuando cumple los 9 años, deben enseñarle la ablución y hay que castigarlo (en caso de su desobediencia), también deben ordenarle realizar la oración y se debe castigarlo (en caso de su desobediencia). Entonces, cuando el niño aprende a realizar la ablución y la oración, Dios, Exaltado sea, perdona a sus padres”.

En otra narración, el Imam Sadiq (P) dice a este respecto: “Nosotros los Imames Infalibles (P), ordenamos a nuestros hijos rezar cuando cumplen los cinco años, pero vosotros debéis ordenar a vuestros hijos a que recen a partir de los siete años de edad. Nosotros ordenamos a nuestros hijos a ayunar a partir de los siete años de edad. Ellos ayunan en la medida de su habilidad y continúan el ayuno hasta el mediodía, o más o menos de este tiempo, y rompen el ayuno cuando les domina la sed y el hambre. Esta práctica se realiza para que ellos se acostumbren al ayuno y se preparen para realizarlo. Sin embargo; vosotros debéis ordenar a vuestros hijos a que ayunen a partir de sus nueve años de edad. Los niños deben ayunar en la medida de su habilidad y pueden romper el ayuno tan pronto como tienen sed o hambre.”

En las narraciones antes mencionadas, se encuentran los siguientes consejos educativos:

1- La enseñanza de la oración debe ser un programa paso a paso.

2- Le enseñanza de la oración debe empezar con etapas simples y fáciles, tales como aprender la frase “la ilaha il-lal-lah” (No hay más dios que Allah).

3- Le enseñanza de la oración debe incluir los requisitos y las condiciones necesarias de la oración tales como la orientación hacia la Qibla.

4- Le enseñanza de la oración es un programa gradual que se realiza antes de que los niños lleguen a la edad de la pubertad religiosa.

5- El modelo educativo aplicado en la enseñanza de la oración, debe ser adecuado para la edad y la habilidad de los niños.

6- Le enseñanza de la oración debe ser realizada con entusiasmo y la voluntad de los niños.

 

2- Preparación

Tomando en consideración el hecho de que la fe en Dios se encuentra en nuestra conciencia como una característica instintiva, parece natural que a los niños les guste realizar actos de adoración como la oración. Esta tendencia innata hacia la fe, facilita en mayor medida la educación islámica de los niños.

Los padres musulmanes deben enseñar la oración a sus hijos antes de que lleguen a la edad de la pubertad religiosa, para que se acostumbren a realizarla con entusiasmo y pasión, de una manera tal que nunca puedan dejarla. Como leemos en la narración del Imam Sadiq (P), hay que ordenarles a los niños menores que realicen la oración para que se acostumbren a ella. Sin embargo; los padres no deben olvidar la admiración y la animación para lograr este propósito.

Aunque los niños tienen una tendencia innata hacia los actos de adoración, aún hay la posibilidad de que algunos de ellos no tengan ganas de realizar la oración cuando sean mayores. Este problema tiene su raíz en los factores ambientales que desvían a los niños del camino correcto.

Para facilitar el proceso de la educación, es muy necesario que el ambiente sea compatible con las enseñanzas que se dan a los niños. De esta manera, ellos aceptan más fácilmente las cosas que les enseñan. Para lograr este propósito, aquellos que viven con los niños pueden desempeñar una función importante. Si los niños observan que sus padres, cercanos, amigos y parientes rezan, ellos también tratarán de realizar la oración como todas las personas que están en su alrededor. Es por lo tanto; que en las familias religiosas, apenas se encuentran niños que no rezan.

Los factores ambientales afectan al comportamiento de los niños de manera inconsciente, por eso, los niños se deben familiarizar con ambientes islámicos tales como Mezquitas, Centros Islámicos y reuniones religiosas. Así, la educación islámica de los niños será más fácil.

 

3- Motivación

Dios ha mostrado a la gente la diferencia entre la guía correcta y el desvío, y cada persona es libre de elegir su camino. Cada persona es libre de seguir el camino de los creyentes y si quisiera, puede seguir el camino de la incredulidad. Una fe sana y cordial se origina de la propia voluntad del ser humano. Dios dice en el Sagrado Corán: “Y si tu Señor hubiera querido, todos los que habitan la Tierra habrían tenido fe. ¿Acaso quisieras obligar a las personas a que fueran creyentes?”.[31]

Los padres musulmanes deben preparar el terreno para que sus hijos realicen la oración por su propia voluntad y pasión. La obligación y la coacción no tendrán buenos resultados en los niños; ya que los niños que son obligados a rezar, temen al castigo, pero con el paso de tiempo, cuando no se ven bajo ninguna obligación, es posible que dejaran de rezar y no sigan su comportamiento anterior. Es por lo tanto; que el Islam hace hincapié en la motivación a los niños durante el proceso de educación.

Está claro, que el motivo por el que los niños menores rezan o realizan obras de adoración puede ser atraer la atención de los demás. Sin embargo; este motivo se puede cambiar a lo largo del crecimiento de los niños, y en la medida en que éstos maduran. Para lograr este propósito, los padres, usando una literatura infantil, deben explicarles a sus hijos la importancia del agradecimiento a Dios y la filosofía de la oración. La admiración y los premios que los padres dan a sus hijos pueden ser de mucha utilidad en las primeras etapas de la educación. Sin embargo; en la medida en que los niños llegan al grado de madurez mental, estas admiraciones y premios no serían suficientes y los niños necesitarían conocer la filosofía de las obras que realizan. Es por lo tanto; que los padres, además de admirar y preparar a sus hijos deben crear en ellos una motivación interna para realizar la oración.

 

Conclusión

La oración en el Islam tiene una importancia especial. La oración aleja al hombre de las maldades y le allana el camino de la perfección. Los Imames Infalibles (P) nos han recomendado que invitemos a nuestros hijos a rezar. Sin embargo; esta invitación requiere de un preciso programa educativo. La enseñanza de la oración deber estar acompañada con la admiración y animación a los niños, y en la medida en que ellos maduran, hay que explicarles la filosofía de la oración. De esta manera, esta educación tendrá efectos permanentes. Para lograr este propósito, nosotros recomendamos los siguientes puntos en la educación islámica de los niños:

1- Enseñar la oración a los niños en forma práctica.

2- Facilitar el proceso de enseñanza y aprendizaje a través de diferentes métodos de admiración.

3- Fortalecer la creencia de los niños explicándoles la filosofía de las obras religiosas.

 

[1] Traducción de la aleya 40 de la Sura 14

[2] Traducción de la aleya 31 de la Sura 19

[3] Traducción de la aleya 14 de la Sura 20

[4] Traducción de la aleya 17 de la Sura 31

[5] Corán, 4: 103

[6] Traducción de la aleya 87 de la Sura 11

[7] Traducción de la aleya 45 de la Sura 29

[8] Traducción de la aleya 28 de la Sura 13

[9] Traducción de la aleya 14 de la Sura 20

[10] Traducción de la aleya 277 de la Sura 2

[11] Traducción de la aleya 153 de la Sura 2

[12] Traducción de la aleya 12 de la Sura 5

[13] Traducción de las aleyas 19-23 de la Sura 70

[14] Traducción de la aleya 31 de la Sura 3

[15] Nahyul Balaga, discurso 166.

[16] Traducción de la aleya 18 de la Sura 57

[17] Traducción de la aleya 25 de la Sura 84

[18] Traducción de la aleya 9 de la Sura 5

[19] Traducción de la aleya 12 de la Sura 67

[20] Traducción de las aleyas 22 y 23 de la Sura 13

[21] Traducción de la aleya 24 de la Sura 13

[22] Traducción de la aleya 82 de la Sura 2

[23] Traducción de la aleya 195 de la Sura 2

[24] Traducción de la aleya 159 de la Sura 3

[25] Traducción de la aleya 9 de la Sura 49

[26] Traducción de la aleya 76 de la Sura 3

[27] Traducción de las aleyas 72 y 73 de la Sura 26

[28] Traducción de la aleya 74 de la Sura 26

[29] Traducción de la aleya 4 de la Sura 60

[30] Traducción de la aleya 21 de la Sura 33

[31] Traducción de la aleya 99 de la Sura 10

Palabras clave : oracion
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